El domingo 20 de noviembre a la mañana nos dejó atónitos la
noticia de la muerte de Hebe de Bonafini.
La primera reacción, predominante en quienes la queremos, fue de
expresiones sumamente escuetas, austeras, en las que el dolor se
reflejó introspectivamente.
Resulta una figura demasiado grande. Elaborar el duelo llevará mucho
tiempo.
No demoraron los festejos descarados de quienes la hubieran matado si
hubieran podido, como sus ancestros culturales le secuestraron sus
hijos. Hebe siempre contó con eso. Contó con que la persiguieran,
con que le pegaran, con que la calumniaran, con que quisieran
encarcelarla, con que le armaran causas judiciales. Nunca esperó
otra cosa de ellos. Los miró a la cara y se los dijo con la mayor
desfachatez.
Represión en Plaza de Mayo. Diciembre de 2001.
Para los criminales al servicio de la oligarquía argentina, quienes
gobernaron el país con la dictadura, con Menem, con De La Rúa, con
Macri, y condicionaron a todos los gobiernos, eso resulta
inaceptable.
Por eso la odian como a nadie (o como a pocas).
Celebraron. Abiertamente. Sin tapujos. Esa sí es una especificidad
de época, la exhibición sin inhibiciones de la criminalidad de la
derecha.
Para ella era fácil enfrentarlos. Uno de los misterios. A nosotros
nos resulta tan cuesta arriba... Nos envenenamos, queremos emparejar
la balanza inmediatamente. Ella, imperturbable, le metía. Ni los
atendía. ¿Cómo hacía?
También en honor a aquella actitud de Hebe, no haremos un recorrido
por los improperios de los miserables.
Hablar de Hebe es difícil en varios planos.
Este es el primero, es para valientes.
Una salida lateral a esta dificultad es edulcorarla. Hacerla ser lo
que no es, decir lo que no dice. Representar lo que no representa.
Sea por ignorancia o mala fe. La más reciente de estas
falsificaciones fue el
pésame presidencial. Quien conozca, al menos
de lejos, el recorrido de las organizaciones, jamás podría
confundir Madres con Abuelas. Entendería que la Asociación Madres
lo considere una afrenta. Decir esto, no es decir nada contra
Abuelas, aspecto que Hebe siempre trató con suma prudencia, pero
confundirlas, mezclarlas y siendo presidente… y diciéndose quien
se dice... Este es otro plano de dificultad, para hablar de Hebe,
primero hay que saber, conocer su pensamiento y trayectoria.
El jueves 24 se esparcieran sus cenizas en la Plaza de Mayo, ya está
fecundando la plaza del reclamo popular. Ya está en el aire de cada
una de las luchas. Por eso, es tiempo de hablar de Hebe, o mejor:
dejar que hable Hebe.
Por suerte, Hebe tiene opinión, análisis y propuesta para cada uno
de los temas del presente. El desamparo crecerá cuando no esté para
describir las novedades esa intelectual brillante que podía pasar de
cocinar un puchero a resolver el más intrincado problema político.
Hebe, tan igual en tantas cosas a la mendocina María de Domínguez y
a la mayor parte de sus compañeras, quienes ponen el cuerpo como
nadie, con una solidaridad, una empatía desbordante, una
generosidad…
Hebe tiene tanto para decirnos… Muy pocas personas conocen lo mucho
que hay para descubrir con sus dichos y con su obra.
Uno de los orgullos que exhibiremos a la hora del balance es esta
entrevista que le hicimos el 8 de mayo de 2020 en el programa radial
Temprano para Imposibles de FM La Mosquitera. Son 28 minutos a los
que no les sobra ni uno.
¿Podemos discutir a Hebe? Por supuesto. Nosotros lo haremos
fraternalmente, como hacemos con alguien a quien admiramos
profundamente, de quien esperamos ser dignos de llamarnos compañeros,
y teniendo en cuenta que la mayor parte de las ocasiones en que
discrepamos el tiempo le dio la razón a ella.
El mejor homenaje será escucharla. Tenemos aprendizaje para rato.
No ocurre sólo en Argentina. Fuerzas que llegan al poder político
por vía electoral con programas de reparación social, ampliación
de derechos y distribución de ingresos se ven jaqueadas por una
derecha intransigente que, de inmediato, intenta desestabilizar sus
gobiernos.
Para ello cuenta con un novedoso arsenal de medios de comunicación
dispuestos a inventar cualquier mentira bajo sofisticados guiones
semióticamente diseñados, y políticos y jueces que actúan bajo un
pacto mafioso.
Casos como los de Chile y Perú, además de Argentina, parecen
replicar una especie de “ir al centro”. Aceptan la capacidad de
veto de esa entente y morigeran o cancelan cualquier iniciativa que
canalice la indignación de ese sector (eso es, indignación, odio,
que construyen con falacias aterrorizantes).
Así,
los “vetos”, las derrotas, la “falta de firmeza” se vuelven
un mazazo a su propia base electoral. Fuente de frustración,
transmite la sensación de que nada puede hacerse.
¿Es
así? ¿Nada puede hacerse?
Quien da la respuesta es Macri, con
sus hechos. A cuatro días de asumir nombró dos jueces de la Corte
por decreto, cooptó (vaya a saber con qué medios) a opositores para
que se los votaran, derogó por decreto (en los hechos) la Ley de
Medios en su primer mes, armó una SIDE que le sirvió para hostigar
con amenazas a la hija de la procuradora Alejandra Gils Carbó hasta
que hizo renunciar a su madre, algo análogo ocurrió en Provincia de
Buenos Aires, extorsionó al presidente de la Auditoría General de
la Nación, cargo opositor, hasta que lo obligó a renunciar… en
fin, la lista del terrorismo macrista podría llevarnos un año
entero.
Macri pudo “cambiar” las
reglas, aún en instituciones en que se encontraba en minoría
Como los ancestros del macrismo, la
dictadura genocida, cambian las reglas, redistribuyen la riqueza
(para ellos) y una vez retornada la institucionalidad siguen
controlando los resortes económicos, cuentan para ello con una
protección judicial que no tuvieron los despojados.
Se dirá que es incomparable, que
Macri representa el poder y eso le da facilidades, que un gobierno
popular no puede aplicar los mismos métodos, que “no somos lo
mismo”, y otras argumentaciones descalificando la comparación.
Seguramente todos razonamientos y sentidos éticos plausibles. Sin
embargo deben mencionarse dos cosas:
- Se reconoce a “El Príncipe”
de Maquiavelo como hito fundante de la “ciencia política” porque
expone, sin ambages, el objeto del campo disciplinar: el poder,
independiente de la ética. El secretario florentino para nada fue
una persona con conductas contrarias a las leyes o a la moral
pública, simplemente, identificó un campo de problemas con objeto
propio. Trayendo la
cuestión a nuestro tema, si se quiere sostener políticamente un
proyecto político popular, enfrentando una derecha brutal como nunca
se ha visto, con un comportamiento mafioso, con jueces, con medios,
con embajadas, pero amén de eso se quiere manifestar una
superioridad ética en el actuar político, lo menos que se esperaría
es que esa cuestión sea el corazón del discurso de la fuerza ética.
Debería estar “sobre la mesa”, todos los días, el contraste de
los “honestos” con los “atorrantes”. Ciertamente sería
sorprendente para los anales actualmente existentes llegar a tal
conclusión en Argentina. Ni propios ni ajenos identificarían de tal
modo al peronismo.
- Lógicamente, si hay tal
superioridad ética, ella debería manifestarse en el conjunto de las
conductas, cosa que siempre es difícil. Nada garantiza lo impoluto
de las fuerzas populares, casi por definición, aluvionales.
Cualquier defección (y es casi inevitable que alguna ocurra), en
tales condiciones de disputa, implicaría una derrota en todo el
frente de batalla.
Está por verse la suerte de estos procesos políticos. Pongamos como
casos típicos Perú, Chile, Argentina.
Un miembro de la familia es México, aunque allí el balance parcial
parece bastante más exitoso. López Obrador cuenta con dos elementos
a considerar: ganó con mayoría abrumadora y eso le dio cierta
comodidad legislativa y, según parece, tiene coraje.
El caso de Colombia es, quizás, la incógnita que más incertidumbre
genera. País de una complejidad increíble, con mucha violencia y
con la presencia, siempre desestabilizadora, de los yanquis, lo único
que se puede observar al momento es que quienes llegan al gobierno no
son cuadros improvisados.
Cada uno de estos gobiernos enfrenta el mismo problema: cómo mejorar
la distribución del ingreso en un contexto de enorme
condicionamiento, enfrentando a una derecha capaz de cualquier cosa y
con casi todo el poder. Las respuestas no son idénticas.
Si hubiera que arriesgar una conclusión tentativa, que no estamos en
condiciones de demostrar, sujeta a las contingencias de cada historia
y cada país, diríamos que los procesos de “moderación”
fracasan de modo rotundo. Sólo aquellos que sean capaces de
radicalizar la confrontación, con enormes problemas porque no hay
salida sencilla, serán los que puedan sostenerse y sosteniéndose
preservar un Estado nacional atacado por las derechas y por Estados
Unidos.
Ni aquí, ni nunca, podrá alegarse que “no hay alternativas”. No
puede aducirse que es imposible transformar la realidad. Ya vimos que
desde la conducción del Poder Ejecutivo, poder, se puede. Lo que no
es semejante es la convicción, la decisión y el coraje. Quizá allí
radique el nudo de los diferentes resultados.
Como señala Waldo Ansaldi en la cita del comienzo, no es cierto que
estemos condenados a un camino indefectible, hay otro(s) camino(s),
no son el caos, son caminos distintos. La pregunta no es si existen,
existen, la pregunta es si los conductores quieren recorrerlos o
están relativamente cómodos en el camino que, al fin y al cabo, así
sea con problemas, los depositó en posiciones de mucho poder.
Periodizar la historia es difícil y convencional. Rara vez un
acontecimiento revoluciona de un modo absoluto el orden vigente de
modo de datar con precisión el cambio subsecuente. Lo más probable
es que existan un sinnúmero de cambios menos revulsivos en una misma
línea que terminan provocando una alteración reconocible. ¿Cuál
de entre todos estos hechos es el determinante del cambio? Allí, la
convención.
Es posible que antes haya dicho cosas parecidas, es posible que
muchos otros hayan dicho cosas parecidas, es posible que haya hechos
mucho más relevantes que estas palabras para señalar un cierto
cambio epocal, sin embargo, el discurso de Vladimir Putin en el Foro
“Ideas fuertes para un nuevo tiempo” este miércoles 20 de
julio expone con claridad de qué se trata el fin de la unipolaridad
a la que asistimos.
Vladimir
Putin en el Foro en Moscú el 20 de julio
El fragmento no tiene desperdicio.
El modelo de dominación total del llamado “mil millones de
oro”("Golden Billion" es la población total de: EE.UU., Canadá, Australia, países de la UE, Japón,
Israel y Corea del Sur - N.E.)no es justo. ¿Por qué este “mil millones de oro” de toda la
población del planeta debería dominar a todos? Ese conjunto impone
sus propias reglas de conducta basadas en la ilusión de la
exclusividad, divide a los pueblos en pueblos de primera y pueblos de
segunda, por lo tanto, es racista e inherentemente neocolonial.
La globalización subyacente, de ideología supuestamente liberal
adquiere, cada vez más, las características del totalitarismo.
Frena la búsqueda creativa y la creación histórica libre. Uno
tiene la impresión de que Occidente, simplemente, no puede ofrecer
al mundo su propio modelo de futuro. Sí, por supuesto, este “mil
millones de oro” no se volvieron dorados por casualidad. Lograron
mucho, pero no solo tomaron sus posiciones gracias a ciertas ideas
realizadas sino que en gran parte lo consiguieron por el
robo de otros pueblos. Tanto en Asia como en África fue
justamente así. ¿Cuánto se robó a la India?
Aún hoy las élites de este “mil millones de oro” tienen un
miedo terrible de que otros centros tengan sus propias opciones de
desarrollo. Pero no importa cuánto se esfuercen estas élites
occidentales y las llamadas élites nacionales por preservar el orden
de cosas existente, se acerca una nueva era, una nueva etapa en la
historia mundial. Y solo los Estados verdaderamente soberanos pueden
garantizar una dinámica de alto crecimiento.
El relato del discurso
El fin de la guerra fría, implosión de la Unión Soviética
mediante, dio paso a un período de hegemonía indiscutida de los
Estados Unidos. Los estados nacionales que fueron capaces de sostener
sus soberanías hicieron equilibrio en un mundo globalizado con
vértice en Washington. Cualquier díscolo quedaba a tiro de misil,
como saben los serbios, los iraquíes, los afganos, los libios, los
somalíes, entre muchos otros, aun sin legitimidad del sistema
internacional que, en general, se le subordinaba (¿subordina?).
Ya en el Siglo XXI, el fortalecimiento de potencias emergentes,
principalmente China, la reconstrucción del Estado ruso y su
potencia militar, entre varios procesos apreciables fueron dando
señales de que aquella hegemonía entraba en cuestión. La expresión
más visible se da en los llamados BRICS, encuentro de países muy
disímiles pero que expresan un anhelo soberano que disgusta a
Estados Unidos.
Ante el visible declive, Trump pateó el tablero. Renegó de la
globalización, que las mismas élites estadounidenses prohijaron, y
se “encerró” en su país y en aquello que le interesaba, por
ejemplo, obstaculizar el comercio exterior chino.
Biden recuperó el multilateralismo. Ciertamente ha tenido logros
clamorosos. Contó, para ello, con una sorprendente Unión Europea
dispuesta a inmolarse en aras de la hegemonía yanqui. Esos hechos no
se producen por casualidad, debe reconocerse la tarea del
Departamento de Estado, aunque seguramente más la de organismos como
la CIA y otras agencias, sobre los gobernantes europeos.
Igualmente, no alcanza para evitar el paso de la unipolaridad a la
multipolaridad, que tiene bases materiales.
Ahora bien, lo material no alcanza, es necesario saber de qué se
trata. Y el discurso de Vladimir Putin dice de qué se trata. Es
decir, ya no solamente hay países que crecen, ya no solamente China
se convertió en líder mundial en innovación tecnológica, ya no
solamente las capacidades de defensa rusa la posicionan como un actor
necesariamente global; ahora aparece una doctrina para un nuevo
orden.
Seguramente inacabada, podemos tentativamente señalar algunos puntos
de la nueva filosofía:
Crítica a la imposición y al totalitarismo occidental.
Defensa soberana de las autonomías y de los respectivos intereses
nacionales.
Países dispuestos a comerciar e integrarse con trato simétrico.
Potencial económico y tecnológico que compite de igual a igual
(por lo menos) con occidente.
Equipamiento militar suficiente para disuadir cualquier agresión.
Estados nacionales fuertes.
Gobernantes autónomos de las corporaciones empresarias.
Élites y burguesías nacionales (no coloniales) en despliegue en
los respectivos países.
Sentido social de gobierno, preocupación por los ciudadanos de sus
respectivos países. Menor desigualdad.
Como dice Putin y como se puede ver en el caso que se tome, solo los
países que defiendan sus intereses nacionales tendrán mejor futuro.
¿Hace falta explicitar el desafío que esto le presenta a un país
como Argentina que tiene una oligarquía que hace más de 200 años
quiere convertir estas tierras en colonia extranjera?
Discurso completo de Vladimir Putin
Me gustaría comenzar diciendo que estoy muy feliz de estar con ustedes hoy.
A través de ustedes, quiero saludar y agradecer a todos los que han enviado sus propuestas al foro Ideas Fuertes para un Nuevo Tiempo, agradecer al equipo de la Agencia de Iniciativas Estratégicas por la organización del foro, y agradecer la labor de nuestras regiones, que han contribuido a la implementación de las ideas presentadas en el primer foro ASI, realizado a finales de 2020.
Es evidente que existe una creciente demanda del mecanismo propuesto por ASI para identificar, seleccionar y apoyar proyectos e iniciativas civiles. Mientras caminábamos aquí con Svetlana Chupsheva, ella dijo que, lamentablemente, aún no se había creado un mecanismo integral y efectivo para seleccionar proyectos a nivel estatal. Pero es bueno que ASI esté haciendo algo así. Haremos un uso cada vez más amplio de esta práctica.
Este mecanismo está en plena consonancia con las tareas de nuestro desarrollo interno y el momento en que las transformaciones verdaderamente revolucionarias cobran impulso y se fortalecen. Estos enormes cambios son irreversibles, por supuesto. Están en marcha procesos nacionales y globales para desarrollar los fundamentos y principios de un orden mundial armonioso, más justo, más centrado en la comunidad y más seguro como alternativa al orden mundial existente, o el orden mundial unipolar en el que vivimos, y que, debido a su naturaleza, se está convirtiendo definitivamente en un freno para el desarrollo de nuestra civilización.
El modelo de dominación total por parte de los llamados mil millones de oro es injusto. ¿Por qué este billón de oro, que es solo una parte de la población mundial, debería dominar a todos los demás y hacer cumplir sus reglas de conducta que se basan en la ilusión del excepcionalismo? Divide el mundo en gente de primera y de segunda clase y, por lo tanto, es esencialmente racista y neocolonial. La ideología globalista y pseudoliberal subyacente se parece cada vez más al totalitarismo y restringe el esfuerzo creativo y la creación histórica libre.
Uno tiene la impresión de que Occidente es simplemente incapaz de ofrecer al mundo un modelo para su propio futuro. De hecho, no fue casualidad que los mil millones de oro alcanzaran su oro y lograran mucho, pero no lo lograron porque implementaron ciertos conceptos. Principalmente llegó a donde está, robando a otros pueblos en Asia y África. Así fue. La India fue saqueada durante un extenso período de tiempo. Esta es la razón por la que la élite de los mil millones de oro está aterrorizada de que otros centros de desarrollo global presenten potencialmente sus propias alternativas de desarrollo.
Por mucho que Occidente y la élite supranacional se esfuercen por preservar el orden existente, se avecina una nueva era y una nueva etapa en la historia mundial. Solo los estados genuinamente soberanos están en condiciones de garantizar una dinámica de alto crecimiento y convertirse en un modelo a seguir para otros en términos de niveles y calidad de vida, la protección de los valores tradicionales y altos ideales humanistas, y modelos de desarrollo donde un individuo no es un medio, sino el fin último.
La soberanía se trata de la libertad de desarrollo nacional y, por lo tanto, del desarrollo de cada individuo. Se trata de la solvencia tecnológica, cultural, intelectual y educativa de un Estado, eso es lo que es. Sin duda, la sociedad civil responsable, activa, nacionalista y nacionalmente orientada es el componente más importante de la soberanía.
Estoy convencido de que para ser fuertes, independientes y competitivos, necesitamos mejorar los mecanismos de participación de las personas en la vida del país y hacerlos más abiertos y justos. Eso incluye mecanismos para la democracia directa y la participación de la gente para abordar los problemas críticos que enfrentan la sociedad y el público.
El camino a seguir es confiar en el potencial creativo de nuestra gente, formar un equipo con usted y con personas como usted que no están con nosotros hoy. ¿Cuántos miles participaron, dijiste?
Svetlana Chupsheva: 19.000.
Vladimir Putin: Unas 19.000 personas participaron en el foro. Podemos lograr los resultados que buscamos solo si confiamos en este poderoso potencial.
Considero su foro una plataforma clave para un diálogo abierto y significativo. Además, la Agencia de Iniciativas Estratégicas siempre ha reunido a personas de un tipo particular. Personas pensantes, proactivas y orientadas a objetivos que estén dispuestas a hacer una contribución significativa para hacer de Rusia un país exitoso, próspero y cómodo para las personas que se esfuerzan por lograr la realización personal y vivir vidas dignas.
Estoy seguro de que, como profesionales, tienen ideas sobre cómo mejorar el estado de las cosas en tecnología, educación y salud y mejorar las cosas para nuestras empresas, investigadores e ingenieros, etc. Tienen ideas significativas que han sido probadas. Debemos trabajar juntos para darles vida. Ya se han hecho algunas cosas, y espero que pasemos algún tiempo discutiéndolas. Sin embargo, estas nuevas ideas propuestas también deben implementarse.
Por supuesto, hoy podremos discutir solo algunas de sus ideas y proyectos. Pero quiero que sepa desde el principio que todas las propuestas constructivas y sensatas serán consideradas. Es imperativo hacer pleno uso de los mecanismos para implementar los proyectos socialmente significativos presentados por nuestros ciudadanos, que están siendo creados por el Gobierno, Vnesheconombank, el Sr. Shuvalov lo confirmará, y la Agencia de Iniciativas Estratégicas, junto con la participación regional.
Me gustaría enfatizar que es importante hacer más que organizar el entrenamiento de los equipos y financiarlos en consecuencia. Es de vital importancia crear, tan pronto como sea posible, marcos legales piloto en áreas específicas, para probar todos los aspectos de los esfuerzos para introducir ideas efectivas, audaces e incluso innovadoras que estén adelantadas a su tiempo y utilizarlas. como base para llevar a cabo cambios sistémicos en todo el país.
Este enfoque particular ha permitido lanzar los proyectos verdaderamente útiles que se presentaron en su primer foro en noviembre de 2020. Les daré un ejemplo rápido. Una iniciativa que se presentó en el foro anterior dio inicio a la operación piloto de embarcaciones marinas autónomas, lo que será un paso importante hacia el desarrollo de vehículos no tripulados en Rusia, utilizando la navegación por satélite y avanzando en la tecnología de IA.
Anteayer, nuestros colegas y yo discutimos en detalle la creación de condiciones adecuadas para desarrollar e implementar tecnologías tan avanzadas que gozan de gran demanda en una reunión del Consejo de Desarrollo Estratégico y Proyectos Nacionales. Estoy seguro de que usted también tiene ideas innovadoras que se implementarán. Discutámoslos hoy.
Dedicaré un momento a discutir los proyectos públicos y sociales destinados a salvar nuestra nación, el desarrollo demográfico y, por supuesto, la formación, como suele decirse, de la juventud, pero creo que la educación es un proceso de toda la vida y las personas deben utilizar los nuevos conocimientos para evolucionar a lo largo de su vida. Entonces, creo que la crianza tiene mucho más que la crianza de los jóvenes.
Me gustaría que me escucharan mis colegas en el Gobierno y los gobernadores: iniciativas tan sinceras que a menudo son promovidas incluso por pequeños equipos de entusiastas, ciertamente necesitan el apoyo interesado y de peso de los equipos directivos en las regiones, en el lugar, porque la experiencia adquirida en una región es valioso y útil para todo el país. Por supuesto, esto es cierto de que la experiencia es valiosa, si se implementa, si funciona de manera efectiva y trae resultados específicos para la región en cuestión y el país.
Permítanme recordar que en el foro anterior, los representantes del movimiento de búsqueda de la región de Novgorod hablaron sobre sus esfuerzos para ir a las escuelas. Una iniciativa muy interesante. Como sabes, la genialidad reside en la sencillez. Van a las escuelas y les cuentan a los estudiantes la historia de su tierra dando ejemplos de sus compañeros residentes, ejemplos de heroísmo; esto es mucho más interesante y efectivo que simplemente sentarse en un escritorio en la escuela y hojear un libro de texto, incluso si es bien escrito por especialistas, historiadores y profesores. Este contacto vivo con la historia, especialmente si se presenta de manera profesional, bella y creativa, ciertamente tiene una impresión mucho más fuerte en las personas y afecta toda su vida.
Quisiera enfatizar que para avanzar hacia el futuro necesitamos recordar nuestro gran y glorioso pasado, confiar en nuestras tradiciones y estar orgullosos de nuestros logros. Y, una vez más, debemos avanzar por todos los medios. Es absolutamente inaceptable dormirnos en los laureles, mirar al pasado y alegrarnos de recordar lo que hicieron nuestros padres, abuelos y abuelas. No. Sin duda, debemos confiar en esta enorme experiencia y los logros de nuestra nación, nuestros pueblos, nuestra ventaja radica en la naturaleza multiétnica y multirreligiosa de nuestro país, pero, por supuesto, debemos mirar hacia el futuro y avanzar.
Hoy es simbólico que este foro se lleve a cabo en esta instalación única. Creo que todos ustedes están felices de estar aquí, en GES −2. Une nuestra historia, los éxitos de la escuela de ingeniería doméstica y la tecnología moderna. Se utilizaron para crear este espacio inusual y creativo que refleja el espíritu de la nueva era actual.
Estoy seguro de que esta atmósfera establecerá una buena dirección para nuestra discusión y nos motivará a buscar enfoques creativos y no convencionales para resolver las tareas que enfrenta nuestro país.
Prestigiado
como periodista, Manuel Corominola ostenta también mérito y
reconocimiento como literato. Sus novelas sorprenden al lector con
información histórica veraz desconocida o escasamente conocida y
con una trama dinámica que sostiene la tensión. Hablamos, claro,
del género novela histórica, que Corominola inició hace unos años
con “El misterio de las manos”. El misterio… aborda el enigma
de la mutilación de las manos del cadáver de Perón en el marco de
un laberinto de logias masónicas. La recursividad de misterios y
secretos condimentan el descubrimiento de una semiología y símbolos
de pertenencia que pueden encontrarse en la arquitectura que cruzas
en una esquina de tu ciudad.
Ahora
presenta “El extraño caso de la señorita del Pasaje
Sotomayor. Y el primer genocidio argentino”. Aquí, al
igual que en su anterior novela, descubrimos elementos desconocidos
de la geografía urbana mendocina, que son de interés para cualquier
lector. Una de las continuidades de ambas novelas es la fluidez con
que el autor pasa de escenarios globales o nacionales a locales, de
su Mendoza, sin perder generalidad ni interés. Corominola encuentra
la articulación para abordar hechos históricos relevantes para
lectores de prácticamente cualquier lugar con descripciones de su
terruño pero que, de ningún modo, aparecen como provincialismo o
“folclorismo” sino como elementos pertinentes a la trama.
En
diálogo con el programa radial Temprano para Imposibles, contó de
qué se trata la nueva novela.
Temprano
para Imposibles: Bienvenido Manuel Corominola. Manuel es un destacado
periodista. Debió exiliarse por su profesión durante la dictadura.
Más recientemente se ha destacado como literato.
Manuel
Corominola: Es un gusto estar acá. Veo un micrófono de radio y
me dan ganas de decir: -“A micrófono abierto” (nombre del
programa radial que condujo en LV 10).
TpI:
Manuel tiene una importante producción como escritor. Conocemos la
novela “El misterio de las manos”, una obra fantástica. Está
presentando “El extraño caso de la señorita del pasaje Sotomayor.
Y el primer genocidio argentino”. Gran libro, Manuel. ¿Es un libro
de historia, también?
M.C.:
En realidad es una novela histórica. Lo que me llevó a escribirla
es la mentira. La cantidad de mentiras y ocultamientos que tiene
nuestra historia, concretamente la historia de Mendoza. Las cosas que
se nos han ocultado, que se han tergiversado. Un pésimo revisionismo
histórico, fue parcial e intencionado pero no se revisó, en
realidad, la historia oficial, que es la historia publicada.
TpI: Entre las cosas impactantes que contás en la novela está el
dramático terremoto de 1861.
M.C.:
Del terremoto del ‘61 no se conoce nada. Lo único que queda es
el testimonio de las Ruinas de la Iglesia de San Francisco, pero nada
más. Cómo fue, qué significó. Fueron 29 días de movimientos
permanentes. 29 días temblando. Con movimientos sísmicos superiores
al inicial. Fue verdaderamente espantoso. Cambió la historia de
Mendoza. No sólo la ubicación geográfica sino también muchas
otras cosas.
TpI:
Seguimos con las preguntas porque tenemos muchas para hacer. Tengo
una idea de qué calle actual podría ser el Pasaje Sotomayor…
M.C.:
El Pasaje Sotomayor era, como el Pasaje Bulnes, un lugar
exclusivo, para los vecinos acomodados. Le decían pasaje porque no
podían pasar los carros. Allí vivían las familias más encumbradas
de la sociedad mendocina. Estaba, más o menos, por lo que he podido
averiguar entre lo que es hoy Peatonal y Rivadavia.
TpI:
La novela reúne todo este racconto histórico con una historia de
amor. Y decís desde el mismo título del libro “y el primer
genocidio argentino”. ¿Por qué?
M.C.:
200.000 personas. No sé si alcanzamos a dimensionar esa cifra.
200.000 personas pertenecientes a distintas etnias fueron asesinadas
en la Argentina como parte de un plan sistemático para eliminar a
quienes ocupaban las tierras que querían para ellos. Los pueblos
originarios. Eso se ha ocultado. No nos entra en la cabeza que se
pueda haber asesinado a 200.000 personas para quedarse con sus
bienes. Eso es lo que denuncio en esta novela histórica.
Por
ejemplo, la historia cuenta, hay documentación, que alrededor de
10.000 indígenas fueron trasladados a Buenos Aires. No se dice que
fueron trasladados a pié, que los llevaron caminando, no se dice que
de los 10.000 sólo llegaron 600, y no cuentan que, como no tenían
logística para trasladar tal cantidad de personas, les obligaron a
practicar el canibalismo. Eso hicimos los argentinos. Y está oculto.
El
primer genocidio argentino es uno de los genocidios más grandes
conocidos en el mundo.
Abundan
las mentiras. Por ejemplo, las dos campañas al desierto del General
Roca, ¿si era un desierto, por qué una campaña militar? Ocurre que
no era un desierto, estaba habitado desde hace 10.000 años. El modo
para apoderarse de esas tierras, que son, precisamente, la Pampa
Húmeda, fue un plan elaborado por el liberalismo imperante en ese
momento. En 24 años, 4 presidentes, se hicieron cómplices de ese
plan macabro. Eso no se enseña.
Otra
cosa que no se enseña es que Mendoza tuvo un gobernador que se llamó
General José Félix Aldao. No hay una plaza, no hay una calle, no
hay una referencia. Lo borraron de la historia. Resulta que Aldao fue
un sacerdote dominico que decidió unirse a las huestes de San
Martín. Para eso pidió permiso para dejar de usar el hábito pero
nunca renunció al sacerdocio. Acompañó a San Martín, pasó de
asistente hasta general. Volvió a Mendoza y fue gobernador. No era
liberal, era un gran crítico del liberalismo internacional. Como
crítico del liberalismo, siendo gobernador, dispuso que los
liberales eran locos, locos por las cosas inconcebibles que promovían
en ese momento. Como todos los locos, podían salir únicamente
acompañados de otra persona, cuerda. Ese hecho le costó el
anonimato, no digo de por vida, de por muerte, incluso hasta el día
de hoy. Recién hace dos años, en el Salón de los Pasos Perdidos de
la Legislatura se incorporó el cuadro de él, que ni siquiera
estaba.
Otra
cosa que tampoco se cuenta. Se dice que los indios eran terribles
asesinos y que raptaban a las mujeres y se las llevaban cautivas, las
violaban y martirizaban. Esa es la versión que nos llega. Ocurre que
los pueblos originarios de esta zona, tal vez por su alimentación,
la mayoría de sus mujeres cuando tenían el bebé no tenían leche.
Gran cantidad de niños, muchísimos niños, morían entre el primero
y el quinto día de nacidos porque no podían comer, porque sus mamás
no tenían leche. Entonces, ¿cuál fue la solución, brutal, que
encontraron para evitar la desaparición? Fue robarse una blanca,
generalmente la embarazaban dejándola atada para que la embarazara
el que quisiera, generalmente adolescentes. Una vez que quedaba
embarazada era tratada como una reina. Tenía su bebé, amamantaba su
bebé e inmediatamente le pasaban otro y otro y otro. Así durante
cuatro años amamantaba. O sea, una cautiva amamantaba, en cuatro
años alrededor de treinta bebés. Es decir, les salvaba la vida. Eso
no se cuenta ni se dice.
Como
no se cuenta ni se dice que Sarmiento, presidente argentino, firmó
un decreto ofreciendo mil patacones fuertes por la cabeza de José
Hernández. Eso no te lo cuenta nadie. Que Sarmiento ofreció
recompensa para que mataran a uno de los máximos exponentes de la
literatura argentina.
TpI:
Volviendo al traslado que contás de 10.000 indígenas desde Neuquén
a Capital Federal, encadenados, pero que llegaron 600 a Buenos Aires.
¿Qué pasó con los que llegaron?
M.C.:
La mayoría de los hombres fueron mandados a la Isla Martín
García, donde el promedio de vida no pasaba el año y medio, máximo
dos años. A picar piedras. Todas las piedras, de los empedrados de
calles, de la ciudad de Rosario fueron llevadas de la isla Martín
García. Y las mujeres eran, ni siquiera vendidas, regaladas, a las
familias que las quisieran para trabajos múltiples.
TpI:
Aquellos liberales, eran liberales esclavistas…
M.C.:
Por supuesto, como en Estados Unidos. Sí, eran esclavistas.
Fijate, el primer genocidio argentino comienza con Bartolomé Mitre,
que gobernó desde 1862 hasta 1868, luego le siguió el masón
Domingo Faustino Sarmiento de 1868 a 1874, después Nicolás
Avellaneda de 1874 a 1880 y Julio Argentino Roca de 1880 a 1886. En
esos 24 años se asesinaron en Argentina más de 200.000 personas
pertenecientes a distintas comunidades y pueblos indígenas.
Mapuches, pampas, tehuelches, ranqueles y otras veinte etnias.
Esta
matanza contradice totalmente, por ejemplo, el hecho de que el acta
de declaración de la independencia fue redactada en castellano,
aymará y quechua, precisamente en reconocimiento de los pueblos
originarios. La filosofía liberal borró la voluntad de los primeros
próceres de la independencia.
TpI:
En la novela describís que detrás del genocidio hubo un negocio, el
negocio de la tierra. ¿Cómo fue?
M.C.:
En la novela hasta doy los nombres. Los nombres y los centenares
de hectáreas que recibieron. Eso fue un mega operativo
inmobiliario, donde incluso se ofrecían las tierras argentinas en
los mercados de París. En general las principales familias
“patricias” se quedaron con esas tierras. Asesinaron, eliminaron,
directamente a quienes las habitaban. Que no eran propietarios,
porque esto no ha sido aclarado. En realidad, hubo un problema
cultural. Los indígenas, no sólo aquí, sino en todo Latinoamérica,
pensaban que la tierra no podía tener dueños. No
tiene dueño el aire, no tiene dueño el sol ni el viento, la tierra
tampoco puede tener dueño. Cuando les decían “yo soy dueño de
esta parcela” se mataban de risa, decían “no puede ser”. Es
como se me dijeras “yo soy dueño de este bloque de aire”. No, la
tierra es de todos y todos tenían la obligación de protegerla.
Quiero
aclarar una cosa, sur de Buenos Aires, sur de Córdoba, sur de Santa
Fe, sur de San Luis, sur de Mendoza, hacia el sur, jamás fue
conquistado por nadie. Es decir, los españoles nunca conquistaron
esas tierras. Nunca fueron españolas. No pasaron a la futura
Argentina con la independencia porque eran de quienes la habitaban.
Muchos pueblos eran itinerantes, nómades.
TpI:
Manuel, contaste el negociado con las tierras en relación a los
pueblos originarios pero en la novela también hacés mención a los
gauchos. En muchos casos aquerenciados en un territorio, de bastante
tiempo, en términos de los instrumentos jurídicos actuales, habrían
adquirido la usucapión, a quienes el ejército también destrozaba.
Mandaba a los hombres “a la frontera”, a la mujer a la ciudad a
emplearse en alguna familia y se quedaban con la tierra.
M.C.:
En general no había demasiada diferencia entre gauchos y pueblos
originarios. Sarmiento odiaba a los gauchos, del mismo modo que
odiaba a los pueblos originarios. Curiosamente los liberales
eliminaron al gauchaje y después, con mucho cinismo político y
moral, reivindican tradiciones gauchescas, se disfrazan de gauchos.
José Hernández hizo la denuncia pública de lo que se estaba
haciendo con los gauchos en el Martín Fierro, por eso se la tenían
jurada.
TpI:
Hemos abordado solo un puñado de las cosas con que se encontrará el
lector en tu novela. Estoy pensando en varios amigos que no pueden
dejar de leerla. Por ejemplo hablás del gobernador Rufino Ortega.
M.C.:
Rufino Ortega fue un esclavista. Hizo su fortuna vendiendo
indígenas. Vendió para la zafra y otras tareas gran cantidad de
huarpes. Con el agravante que lo hacían separando la familia. Los
hombres por un lado, las mujeres por otro y los niños por otro.
Sobre todo para que no se reprodujeran. Hay un fenómeno muy evidente
que manifiesta el genocidio. Si vamos a Bolivia y más al norte se ve
una presencia masiva de pueblos originarios. ¿Por qué nosotros
parecemos europeos? Por aquel genocidio, porque los eliminamos.
Si
empiezo diagnosticando que constituyen un grave problema, en la
Argentina de hoy, la inflación y el precio de los alimentos, usted,
lector, se va a leer otra cosa. Es que por sabido no deja de ser un
punto de partida.
Los
precios son establecidos, según cuentan, por mecanismos de mercado.
Lo que es seguro es que los ponen las empresas, en cada etapa de la
cadena de distribución: producto terminado, mayorista, minorista
(uno, dos, tres niveles).
Señalé de modo escéptico los “mecanismos de mercado” porque,
dando por buena la teoría, lo cual requiere un ejercicio de fe, aún
para ella, para la teoría ortodoxa de la economía, los “mecanismos
de mercado” funcionan cuando los mercados son de “competencia
perfecta”. Esto quiere decir que hay una cantidad tal de vendedores
y compradores, y los volúmenes que transa cada uno son tales, que
ninguno individualmente tiene una influencia significativa en los
precios o cantidades comerciadas. Tome usted, estimado lector, en
consideración el bien que desee. Puede ser una lavandina, un jabón
de tocador, una cerveza, una leche, una gaseosa, un paquete de
fideos, le invito a extender la lista. Por cada producto que analice
encontrará que una, dos, tres, cuatro o cinco empresas productoras
controlan, con seguridad, más del 50 ó 60% de lo producido y
vendido en el país. Doy números conservadores, en realidad, la
concentración oligopólica es muchísimo mayor. Bueno, entonces, no
hay “competencia perfecta”. Y, entonces, aquello de “los
mecanismos de mercado” sólo lo podemos decir con los ojos
entrecerrados y mirada de sospecha.
Hecha la salvedad, hagamos como si a los precios “los determinara
el mercado” y entonces preguntémonos ¿si eso fuera así qué
podría hacer el Estado para que la comida no sea tan cara?
Es
la pregunta que ha vuelto a poner sobre la mesa la posibilidad de un
aumento de las retenciones a las exportaciones de granos sobre las
que el secretario de Comercio Interior se ha manifestado a favor, y
como usted, querida lectora, ya habrá deducido, el autor de estas
líneas, también. Es más, en una declaración extraña,
“desmentida” por su ministro de Agricultura, el propio presidente
señaló a las retenciones como el mecanismo válido para desacoplar
los precios internacionales de los precios internos. Tiene razón
Alberto Fernández, las retenciones son útiles para que lo que
pagamos los argentinos no sea “el precio en dólares”.
Uno
se aburre un poco de decir las mismas cosas. Redacté no menos de
diez notas sobre el mismo tema desde 2008. Algunas de ellas hasta las
publicaron socios de Magnetto, cosa que hoy sería imposible. Por
supuesto nunca nadie refutó los argumentos, pero una cosa es tener
razón y otra cosa tener poder. Y el poder en Argentina lo tuvieron y
lo tienen los que no quieren las retenciones.
Pero
vamos por partes.
¿Qué medidas podría tomar un gobierno para bajar el precio de los
alimentos?
-
Podría, como piden las grandes fábricas, subsidiarlas, otorgar
créditos, poner plata en ellas. ¿Por qué habrían de bajar los
precios? Supongamos que nos responden, porque aumenta la producción.
En ese caso, diremos dos cosas: uno, lleva tiempo, la producción
suele estar en el límite de la frontera de posibilidades; dos, y más
importante, la demanda internacional tiene elasticidad tendiendo a
infinito, es decir, toda la producción adicional será exportada a
los precios internacionales y aquí no bajará el precio.
-
Otra cosa que también reclaman los productores es que “les bajen
los impuestos”. El razonamiento es idéntico. Que un empresario
pague menos impuestos no tiene por qué hacer que baje los precios.
Seguro, aumenta su ganancia, pero bajar los precios... no hay
relación necesaria. Mucho más siendo oligopólica la estructura
productiva.
-
Podría armar un fideicomiso para intervenir poniendo plata estatal
para pagar una diferencia entre el precio interno y el internacional.
Es lo que intenta el gobierno nacional. Veremos. Por lo pronto será
el juego que se hace tradicionalmente en nuestro país: Todos
Ponemos, Ellos Toman Todo.
Las
dos primeras medidas son ineficaces, la tercera es carísima. Las
medidas que sí son aptas para bajar los precios de los alimentos en
un país productor como Argentina son los cupos y las retenciones a
la exportación.
Quien
mejor ha explicado este problema fue el gran Aldo Ferrer, que murió
en 2016 pidiéndole por favor a Macri que no se arrodillara ante los
buitres. Que no hacía falta, imploraba. Ustedes saben cómo siguió
esa película (de terror).
Antes
de eso, Ferrer explicó las retenciones a las exportaciones y “gritó”
lo más fuerte que pudo que las retenciones no eran un problema de
los recursos a recaudar. Esto es, contrariamente a la interpretación
que por confusión o interés se plantea, no hay que pensarlas como
un impuesto. El problema central no es la “caja”, lo principal es
su incidencia determinante en qué hacemos los argentinos.
Para
explicarlo, Aldo Ferrer utilizaba el concepto de la “enfermedad
holandesa o maldición de los recursos naturales”. Refleja la
situación de Países Bajos ante el hallazgo de inmensos reservorios
petrolíferos en el Mar del Norte. Por supuesto, las falencias
expositivas no son adjudicables al gran Aldo sino a mí. Sería más
o menos así, todos números inventados: Holanda produce televisores
Philips. Supongamos que fabricar un televisor a Philips le cuesta 80
florines, lo exporta en dólares, a 10 dólares, siendo 1 dólar = 10
florines, Philips cobra 100 florines, gana 20 florines por cada
televisor. Aparece petróleo, Holanda deja de importar y además
exporta petróleo. Entran dólares. Muchos dólares. Al haber muchos
dólares, el dólar se hace más barato. Se aprecia el florín.
Supongamos, 1 dólar = 5 florines. ¿Qué pasa con Philips? Philips
sigue teniendo un costo por televisor de 80 florines, pero el precio
al que lo puede vender en dólares no cambió, lo sigue vendiendo a
10 dólares, pero ahora 10 dólares son 50 florines. Ahora Philips
tiene 80 florines de costo y 50 florines como precio de venta, ¿qué
pasa? Philips no puede exportar más televisores, sin intervención
estatal, tampoco venderá en la propia Holanda porque los televisores
importados serán más baratos. Conclusión: el hallazgo de
abundantes recursos naturales primarizó la producción y conspiró
contra la industria.
El caso es absolutamente asimilable a la Argentina. Nuestro
“petróleo”, es decir, aquella producción en que tenemos ventaja
comparativa, es la soja (y otros granos) en la Pampa Húmeda.
Aldo
Ferrer sostenía que Argentina necesitaba una economía diversificada
y que para que ello fuera posible era necesario establecer tipos de
cambio diferenciales que permitieran equilibrar rentabilidades entre
aquellas producciones más eficientes en los mercados internacionales
con aquellas otras que no lo son tanto pero que ofrecen perspectivas
promisorias.
Por
otra parte, desde la perspectiva que se da hoy el debate, algún tipo
de intervención estatal en el comercio internacional define,
virtualmente, sobre la posibilidad de comer o no y qué comer de
muchos hogares.
Las
retenciones y los cupos, efectivamente, como sostuvo el presidente,
despegan el precio internacional del interno. Es decir, el porcentaje
de retenciones que se aplique será qué tanto más barato pagaremos
los argentinos ese grano en relación a lo que se paga en el mercado
internacional (“en dólares”).
En
un contexto en que se convierte en tema de la ONU una eventual
hambruna mundial, habría que tener todos los recursos a la mano y de
una vez por todas impedir que el poder faccioso condicione la
democracia y la vida de los argentinos.
Recordar
el fino análisis de la herramienta de las retenciones a las
exportaciones de granos que hacía Aldo Ferrer, que precisaba
flexibilidad para que no se vieran alteradas las rentabilidades de
las producciones según los vaivenes de los precios internacionales y
de modo de ir compensando distintos productos con distintos niveles
de retención, nos remite, lamentablemente, a la prostitución
macrista que todo lo corrompió. El vendepatria que prometió
eliminar las retenciones, las reimplantó, pero él sí, para hacer
caja. Puso $ 3 por dólar exportado, lo mismo para máquinas que para
soja, que para vino o aceitunas. Por supuesto, es insólito que
paguen la misma retención productos tan disímiles. Otro caso de
perversión infame de la mafia que asoló el país.
He
sostenido que los cupos y las retenciones a la exportación de granos
son instrumentos valiosos y necesarios para el despliegue de la
diversidad económica nacional y para cuidar la mesa de los
argentinos. A ello hay que agregar, algo que hoy parece lejano pero
que no debería serlo, la recuperación de una experiencia del tipo
del IAPI, el Instituto Argentino de Promoción del Intercambio que
monopolizó el comercio exterior durante el primer peronismo.
Pocos días después del inicio formal del conflicto entre Rusia y Ucrania salió a la luz la existencia de un conjunto de laboratorios biológicos. Dentro de Ucrania pero financiados por Estados Unidos. ¿Raro? Sí, financiados por Estados Unidos, no por un área de Salud ni alguna agencia de cooperación, sino directamente por el Departamento de Defensa y el Pentágono. Estados Unidos confesó (entre dientes) la existencia de tales laboratorios aunque negó que se dediquen a lo que, parece evidente, se dedican.
No deberías dejar de ver el documental “Armas biológicas: amenaza real”
En términos del conocido refrán, “si tiene cuatro patas, mueve la cola y ladra, es perro”. Es muy difícil imaginar otro sentido de los laboratorios que la guerra biológica.
Entre los virus y bacterias mortales en esos centros estaba el coronavirus. A la luz de estos hechos habría que revisar las sospechas, que parecían paranoicas, de que la Covid-19 sea fruto de laboratorios (aunque no sea “de diseño” y también revisar esa opción), ya sea intencional o involuntariamente difundida. El laboratorio de Wuhan que se mencionó muchas veces por su cercanía a los primeros hallazgos del virus actuaba como una especie de “maquila” de contratos estadounidenses.
Si alguna duda quedara sobre el objeto de los laboratorios conjuntos estadounidense-ucranianos, además de virus y bacterias mortales como ántrax, botulismo, brucelosis y varios más, los estudios abarcaban aves migratorias, específicamente las que tienen como ruta habitual Rusia. Inclusive insectos. Es decir los vehículos que pudieran convertirse en vector de ataque biológico.
Maldad al cuadrado
Sobre lo anterior, que ya es impactante, los estudios incluyen un componente étnico. Esto es, ¿hay patógenos que afecten a los eslavos rusos y no a otras poblaciones?
Para ello se registra la participación de miles de soldados del ejército ucraniano en experimentos. La vocera de la Cancillería rusa, María Zajárova denunció una infección de militares ucranianos con fiebre porcina en 2016 en Jarkov con un saldo de 20 muertos, pero este “incidente” fue ocultado.
Es decir, tenemos dos cosas: la participación activa del ejército ucraniano en experimentos y la naturaleza racista de los mismos. Una especie de Menguele redivivo.
Uno tiene la impresión que no tomamos cabalmente nota de la naturaleza nazi del régimen ucraniano. No es una caracterización hiperbólica. Y Estados Unidos abraza ese nazismo desde su concepción supremacista, excepcionalista, que le permitió antes crear a los cortacabezas de ISIS, o antes a Al Qaeda y Osama Bin Laden, o antes a los talibanes, o antes a los dictadores latinoamericanos formados en torturas en la “Escuela de las Américas”, o antes arrojar dos bombas atómicas sobre ciudades cuando la II Gran Guerra estaba definida (efectivamente es un país excepcional, ningún otro es tan cruel).
En este video de Diario El Mundo se puede apreciar el comportamiento de los militares ucranianos. También se puede observar cómo funciona la manipulación informativa en Europa, de modo que esta prueba de crímenes de guerra ucranianos es convertida por un diario masivo de España en un ataque a Rusia. ¿Dónde he visto algo así? (tendrás que clickear aceptando ver imágenes sensibles)
Maldad al cubo
Entonces, armas biológicas, racismo y… matar a los socios.
Digamos que no es seguro que sea posible encontrar patógenos que afecten unas etnias y no otras, lo cierto es que lo estudiaban.
¿Por qué los laboratorios (muy vinculados con Hunter Biden, el hijo del presidente) usaban soldados ucranianos para sus experimentos racistas?
Porque son étnica y genéticamente muy parecidos a los rusos.
Entonces, no sólo preparaban un genocidio étnico, sino que en él, si las hipótesis de ataque triunfaran, los mismos ucranianos serían inmolados.
Es muy difícil pensar que el mando de Ucrania desconociera estas consecuencias. A pesar de la resistencia instintiva que uno tiene a aceptarlo, los argentinos sabemos muy bien que hay vendepatrias dispuestos a entregar su propio pueblo. Lo verificamos con Macri recientemente.
Inmunización
En un mundo en guerra, en que no hay derecho internacional al que recurrir, cuando aparecen armas de destrucción masiva y desquiciados dispuestos a usarlas, el único antídoto a todos estos riesgos es no dejar, por nada del mundo, que los vendepatria vuelvan a gobernar nuestro país.
Aun no tenemos todas las piezas y quizás será
imposible tenerlas. El mundo se reconfigura y para peor, o al menos da esa
impresión. Hay quienes hablan, y no parece faltarles razón, de que hace tiempo
estamos en una tercera Guerra Mundial, esta vez en cuotas y por mecanismos
novedosos.
Si es parte de esa guerra o no, dependerá de
las categorizaciones, pero lo cierto es que se ha construido la más fenomenal
maquinaria de manipulación de masas de la historia humana. En 2014 utilicé una
palabra para referirme a esta idea: “faneróscopo”, un vocablo de invención
propia basado en la semiótica de Charles Sanders Pierce. Consistiría en un
artefacto que produce la realidad. Sin entrar en análisis más extensos, cuando
explicamos qué pasa siempre hay una mediación entre nuestra percepción,
evocación, comprensión y lo real, y esa mediación requiere alguna
interpretación subjetiva. Sin embargo, el “faneróscopo” no pertenece a la
dimensión subjetiva sino objetiva, es decir, no refiere a cuestión de la
interpretación del sujeto y toda la problemática epistémica relacionada, sino
al objeto, a lo previo al sujeto que aparece como pantalla anterior a lo real
inaccesible.
Si se me permite la analogía, una especie de
“bosón de Higgs” del pensamiento y la comunicación.
Las indagaciones de 2014 se referían a la
posibilidad del grupo Clarín de construir semejante maquinaria semiótica. Mi impresión
es que el grupo comandado por Magnetto sólo pudo hacerlo parcialmente por dos
motivos principales: la muerte de su teórico Eliseo Verón, y, fundamentalmente,
la heroica y conmovedora resistencia de la izquierda real de la Argentina que
ha sido denominada “Kirchnerismo”. No corresponde a este análisis pero les
espoileo la continuidad, luego de ello Clarín eligió el exterminio de sus
enemigos. Como había hecho durante la dictadura, en ese terreno se mueven
cómodos.
Es que si la realidad para ser efectiva debe
ser universal, entonces cuando una buena parte de la población entiende esa
realidad como una “verdad” impuesta a la fuerza, el faneróscopo fracasó.
El concepto tiene un parentesco bastante
evidente con las distopías orwellianas de control total y, antes de Macri y
Magnetto, la referencia con el nazifascismo es también reconocible.
El orden mundial
No puedo decir más que generalidades
conocidas en relación a la cuestión geopolítica. La emergencia de China como
potencia económica y tecnológica, la desestabilización de la globalización a
manos de Trump y ahora de Biden, la reconstitución de Rusia como un actor
importante principalmente a partir de su fortaleza militar.
La doctrina de la “destrucción mutua
asegurada” fue el pilar sobre el que se rigió el mundo de posguerra y que ha
vuelto a poner sobre la mesa Rusia. Toda vez que existen los arsenales
nucleares con capacidad de destrucción planetaria es una lógica material
inevitable. Esto es, si una potencia ataca, la otra responde simétricamente.
Como han planteado el presidente Putin y el canciller Lavrov, la instalación de
bases de la OTAN en Ucrania, con la posibilidad de misiles nucleares apuntando
a Moscú no daría tiempo a la respuesta y, en consecuencia derribaría esa
doctrina del equilibrio. Por eso Moscú no puede permitirlo, todos los actores
saben que Moscú no puede permitirlo pero probaron con hacerlo.
Como confesó el presidente Joseph Biden en el
discurso del estado de la Unión: “llevamos meses preparando la alianza para
enfrentar a Rusia”. La empujaron a una guerra que no podía evitar con Ucrania.
Por supuesto, la batalla de Ucrania es una de las partes de la guerra híbrida
de la OTAN contra Rusia. Llegado el momento habrá que hablar de las tácticas de
guerra de Europa y Estados Unidos violando todo ordenamiento internacional
preexistente.
En realidad, si Estados Unidos creó, como
demuestran los más informados, a los cortacabezas de ISIS, no debería
asombrarnos que ahora actúe en alianza con nazis.
Ucrania
Tanto como el de Macri en Argentina, el de
Ucrania es un caso hiper moderno de los mejores laboratorios imperiales. Sí,
estamos en el mundo.
El golpe de 2014 financiado por Estados
Unidos fue un éxito notable de su injerencia. Muchos dólares, políticos
corruptos a sus órdenes, redes sociales y medios coordinando la
desestabilización de Víktor Yanukóvich. No representaría, más allá de
esperables particularidades, una especificidad novedosa en las revoluciones “de
colores” que Estados Unidos prohijó en distintos países.
La estabilización del régimen subsecuente es
consistente con las de los países dependientes, con gobiernos personalistas,
alta incidencia mediática, partidos débiles, oligarcas que asumen posiciones de
poder, todo sobre la base de una decadencia sistemática.
La parte dura, sólida, de las alianzas de
gobierno fueron los grupos neonazis. Con un rol decisivo en el golpe de 2014
fueron quienes dieron el tono cultural a un nacionalismo xenófobo. Los
regímenes fueron genocidas, como suele suceder, primero simbólicamente, luego
en los hechos. Las víctimas fueron los ucranianos culturalmente rusos.
Ucrania tiene una corriente nazi con mucha
tradición. Stepán Bandera responsable de asesinatos en masa de judíos en
Lviv en alianza con los nazis y corresponsable de las matanzas en Kiev es el
héroe de los nazis ucranianos que el conjunto del sistema político post Maidán
llevó al panteón nacional. Solo la matanza de Babi Yar implicó el asesinato de más
de 33.000 judíos.
Con esa estirpe no debería
extrañar el modo de imponer el nuevo régimen. La muestra más ilustrativa se
puede ver en la quema de la Casa de los Sindicatos de Odesa en 2014.
Las repúblicas autónomas de
Donestk y Lugansk no se quedaron a ver cómo los quemaban y decidieron crear
milicias que han resistido hasta hoy.
Europa y Estados Unidos no solo
miraron hacia otro lado mientras se cometían estos crímenes contra la humanidad
sino que los propiciaron. Como los nazis ucranianos eran anti-rusos, todo
estaba justificado.
Decíamos que el devenir material
de las cosas era de decadencia sistémica, como no puede ser de otro modo en
países sometidos a Estados Unidos y al FMI, entonces ¿qué hace falta?
Eeeeso, televisión.
Y aquí aparece el componente más
novedoso de la tragedia ucraniana: el comediante Volodímir Zelenski y el guión
antipolítico.
Su aparición televisiva
extrayendo dos metralletas a su guardaespaldas para matar a todos los
parlamentarios refleja, mejor que ninguna otra, la fantasía de las oligarquías
que a través de las corporaciones mediáticas construyen modelos de este tipo
permanentemente. No parece ser muy consistente con la promesa democrática
occidental.
Control total
El proyecto imperial
estadounidense ha incorporado un conjunto de tecnologías semióticas que apuntan
al control total a través del manejo de las emociones y las identificaciones.
Control total debe entenderse como universalidad del alcance de sus armas
(televisión, cine, redes sociales, etc.), y no como estabilidad de los
regímenes subsecuentes. Como indicó en 2017 Thierry Meyssan, el plan actual estadounidense
no es conquistar, ni imponer gobiernos, es, sencillamente, destruir los estados
nacionales. Sí, es impactante pero verificable. Libia es tipo. Y es,
exactamente, a lo que asistimos con los títeres de Kiev.
La construcción orwelliana de
totalidad que se ha desatado contra Rusia es la amenaza más extraordinaria que
ha enfrentado la razón moderna, el individuo libre y el lazo social
probablemente desde el nazismo. Quizá más grave, en algún sentido. Y entonces
no es azaroso que tenga ocurrencia en Ucrania.
Rusia ya venció al nazismo una
vez. Entiendo que somos muchos quienes ponemos nuestra esperanza en que, de
alguna forma, con todas las diferencias, lo haga de nuevo.