domingo, 1 de noviembre de 2020

Más allá del HERMANO

 


Por: Carlos Almenara

El libro de Santiago O’Donnell en base a los relatos de Mariano Macri ha causado un bien merecido impacto en la opinión pública.

Ya habrá descubierto el/la lector/a, o las irá descubriendo a medida que se difundan más, las escandalosas revelaciones delictivas, éticas y políticas que contiene. En la propia clave del hermano ratifica todo lo que el periodismo ha informado y agrega información que amerita la apertura de múltiples causas judiciales.

En propias palabras de Mariano, un psicópata, el mentiroso más grande, el mayor hijo de puta que jamás haya conocido. Estoy seguro que Mauricio Macri es aún mucho peor de lo que lo describe su hermano, pero la pregunta relevante no es ¿cómo es Macri?, cosa que es bastante evidente; la pregunta relevante es la que hace Víctor Hugo: ¿cómo nos pasó Macri?

Porque si entendemos cómo nos pasó, entenderemos por qué un criminal semejante pudo llegar a la presidencia. Porque aunque Macri es todo eso, antes nos pasó Videla, nos pasaron otras dictaduras, nos pasó el empobrecimiento planificado del pueblo, la destrucción del estado nacional.

La reflexión política suele orientarse a la personalización, mucho más cuando está mediada por la pantalla, pero los individuos son sólo una parte de la causalidad de los acontecimientos.

Es decir, no podría haber habido un Macri si no hubiera un Clarín.

Es imposible sostener las condiciones de posibilidad de un discurso, avalado con los hechos, de daño popular, de deterioro del salario, de desempleo, de pobreza y miseria masivas, sin la campaña de alienación y manipulación de masas liderada por Héctor Magnetto.

Por supuesto, el general Magnetto no estuvo solo. Cuenta con su ejército, tropa que hoy le sigue reportando, conformado por jueces, fiscales, cámaras empresarias, sindicatos, potencias extranjeras y mucho más.

En ese sentido, Mauricio Macri no es un perverso, no es un psicópata, es su mejor jugador. A pesar de lo encandilados que están con el negociante inmobiliario de Capital Federal no será fácil empardar a Macri.

Como dice Mariano, hay que ser el mayor hijo de puta que uno haya conocido para viabilizar el proyecto del horror, el proyecto de la dictadura con nombre de república, el mayor saqueo conocido con nombre de transparencia, y todo dicho con palabras estudiadas sin elevar el tono, ademanes tranquilos y tomando clases de foniatría.

Es que el horror que muestra HERMANO solo tiene en Mauricio Macri una cara que lo personaliza pero lo verdaderamente terrorífico es el proyecto que lo excede.

El pacto democrático implícito con que salimos de la dictadura genocida permitió, con idas y vueltas, finalmente gracias al coraje de Néstor Kirchner, juzgar ejemplarmente a los responsables operativos. Juicios con todas las garantías del estado de derecho. Sin embargo nunca pudimos enjuiciar a los grandes beneficiados e instigadores, nombres como Magnetto o Blaquier.

Ese fue el poder al que la democracia no pudo entrarle. Es el mismo que la condicionó y la condiciona. Es el poder que quiere derribar el gobierno actual.

A Macri lo van a tirar como tiraron a Videla. Y levantarán algunos muñecos de ocasión. Seguirán utilizando todo lo que robaron con ese gobierno ilegítimo para hostigar y condicionar la democracia.

 ¿Volverán a quedar impunes por sus crímenes?

¿Seguirá intacta la verdadera cara del horror?

 

Mendoza, 1 de noviembre de 2020.

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