martes, 16 de enero de 2024

La casta que te tocó

 


Por Carlos Almenara

“Casta” es probablemente la palabra estrella del último tiempo político.

Según nuestro registro, el vocablo fue utilizado por PODEMOS en España a partir del año 2014. El partido de izquierdas surgido al calor de las protestas populares inorgánicas se rebeló ante lo que entendieron como una burocratización de la política profesional. Así, populares (derecha) y socialistas (izquierda) se “prestaban la pelota” pero todo iba igual. Estaba cercenada la política como la discusión del poder y el rumbo de la sociedad. Ponerse en frente de “la casta” tenía que ver con un reclamo de volver a discutir los aspectos sociales primordiales, recuperar la política para el pueblo, no negarla.

Es conocida la investigación del sociólogo alemán Robert Michels sobre la “ley de hierro de la oligarquía”. En su época socialista, Michels encontró que las élites, por distintos motivos, tenían una tendencia a la continuidad aún en partidos revolucionarios. Los conductores de esas fuerzas estaban más incentivados por preservar sus posiciones de poder que por encarnar las aspiraciones de las mayorías. Independientemente de que los partidos fueran conservadores, de centro o socialistas, sus líderes (y sus diputados) tendían a ser los mismos por prolongados períodos y estaban más preocupados por preservar el cargo que por solucionar los problemas de las masas.

Desde que Michels publicó su “Zur Soziologie des parteiwesens in der modernen demokratie” en 1911 no parece haberse modificado mucho esta “oligarquización” de los partidos, cuestión que se manifiesta en cíclicas crisis de representación.

¿Es ésta la genealogía del concepto que en la reciente campaña electoral popularizó Javier Milei?

Como tantas veces, y más en estos tiempos, y más con telecandidatos, se tergiversan significados.

¿Dónde criticó Milei a la casta política?

Por supuesto, en ese lugar en que ud. lo conoció estimada lectora, estimado lector, sí LA TELEVISIÓN. No tengo ninguna duda, sé que las probabilidades de fallar son 1 en 1.000.000 o algo por el estilo. Usted conoció a Milei en televisión, o en algún derivado, por ejemplo un fragmento de participación televisiva replicado en redes sociales, particularmente Tik Tok.

¿Son los personajes que ud. conoce en televisión ajenos a “la casta”? ¿De qué casta puede hablarse en televisión?

Evidentemente en televisión, en los medios hegemónicos al menos, sólo participan poderosos o gente que dice lo que quieren los poderosos.

Es el caso de Milei. El discurso de crítica a “la casta” es un discurso radicalmente distinto a aquel de PODEMOS, pero no es desconocido. La televisión nos presenta lo que mejor hace y que más le gusta, el viejo discurso antipolítica que ya escuchamos muchas veces. El outsider que viene “de afuera” porque la política “está podrida”. El modelo más acabado es Macri, pero hay decenas de casos que podemos explorar, en Argentina y en otras latitudes.

El discurso de Milei contra “la casta” no es una impugnación a la burocratización, no es una pretensión de que la política vuelva al pueblo en una reconstrucción democrática, es todo lo contrario. Entre muchas cosas, que no podemos aquí desarrollar, es la expresión de un proyecto de acumulación económica del gran capital que pretende volver a tomar ganancias y disciplinar, quizás de modo definitivo, a lo que hoy llamamos pueblo argentino.

El discurso “anti-casta”, enunciado en la televisión hegemónica, requiere aclarar los términos. Casta tiene varios significados. Evidentemente, Milei no lo utilizó como impugnación del poder porque, además de ser claro lo contrario, no podría hacerlo en televisión. Si hay un poder permanente, superior y disciplinador de la mayoría de los políticos, es la televisión.

Tal vez, como empiezan a percatarse muchos ciudadanos de a pie, la casta eran ellos, somos nosotros. Y probablemente, si el proyecto de Milei prospera, la acepción de “casta” que deberemos tomar en adelante, de las que nos presenta el Diccionario de la Real Academia, sea:

2. f. En la India, grupo social al que se pertenece por nacimiento, y que, dentro de una etnia, se diferencia por su rango e impone la endogamia.

Es decir la clausura definitiva de la movilidad social. El que nació pobre, vivirá y morirá pobre. El que nació y creció en clases medias es muy posible que muera pobre. El que nació rico tiene todas las probabilidades de vivir y morir rico.

Una verdadera sociedad de castas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario