domingo, 1 de noviembre de 2015

El abrazo partido

Por: Carlos Almenara
1 de noviembre de 2015

Consideraciones sobre los resultados electorales de octubre

Los resultados electorales del 25 de octubre constituyeron una ingrata sorpresa que, en lo particular, no preveía. Vemos que, afortunadamente, luego del shock inicial, hay una reacción de abajo, del pueblo profundo, que no permitirá que vuelva el neoliberalismo, es decir que Macri sea presidente.
Pero analicemos los resultados del 25.
Entender por qué la población votó como lo hizo es una tarea compleja, debe dar cuenta de una realidad diversa, variopinta, que refleja geografías, historias, estructuras, culturas y trayectorias políticas inmediatas disímiles. Todas ellas y muchas más inciden en distintos grados.
Sin embargo, cuando hay una “ola” electoral, un fenómeno que hace que el Frente para la Victoria pierda Jujuy y al mismo tiempo la provincia de Buenos Aires, que pierda territorios insospechados y realice malas elecciones en los que ya perdía, que Macri haya conseguido triunfos resonantes en Córdoba o Mendoza, todo esto conjugado, muestra, como una fotografía que lo ocurrido remite a una circunstancia del, llamémosle, “estado de la opinión general”. He utilizado para referirme a él, en la tradición de una corriente de estudios en comunicación, el término “problema semiótico” o de semiosis social, de cómo se construyen significados a lo largo de nuestro país.
Es, a mi criterio, sobre este escenario en que se sobreimprimen las particularidades de los desgastes de los gobiernos locales, los atractivos de los candidatos, la fidelidad o no de las estructuras y tantos otros fenómenos susceptibles de evaluar.
Para ingresar a la reflexión semiótica sobre el domingo 25, uno podría preguntar ¿cuál fue el tema de las elecciones?
No me refiero a qué pensás vos que es el tema central de la Argentina o las cuestiones importantes, sino cuál pensás que fue el tema predominante para el conjunto.
Mi impresión es que el tema fue algo del orden de lo que podríamos llamar “unión nacional”. No importa que yo piense que es un falso eje, no importa que crea que ha sido impuesto mediante falacias, fue exitoso para vastos sectores.
Ciertamente la instalación la idea de “la grieta” requiere el complot mediático del grupo Clarín para prender. Este concepto, ampliamente difundido, día a día, por todos los medios del grupo y que rebota en otros medios que no son del grupo, ha constituido el corazón de un sentimiento de zozobra que estos medios instalaron en una clave muy similar a la utilizada cuando fueron socios de la dictadura genocida. Aquel discurso con el que ponían en cabeza del “subversivo apátrida” la legitimidad discursiva para el genocidio, lo repiten ahora como similares elementos simbólicos.
El relato de Clarín buscó crear un otro, ajeno, exterior, al que toda la prioridad del buen ciudadano debía ser su cancelación, el kirchnerismo. Eso “justificó” engendros como el “grupo A” y sinnúmero de maniobras golpistas. Prohijó lo que he llamado “una matriz de construcción de oposición política”. Es decir, es posible juntar ultra derecha, derecha, centro, ¿izquierda? porque el desafío es expulsar la anomalía que se “apoderó de lo nuestro”.
Sobre ese relato, viejo, relato que se repite desde 2008, pero que puede renovarse por el fracaso y la inacción de los funcionarios nacionales encargados de aplicar la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, Macri enarbola su propuesta de sutura.
Mi impresión es que Macri fue exitoso en ofrecer un proyecto de “unión nacional”. Pará, no te enojes, ya sé que es mentira...
Es mentira pero la mentira tiene efectos bien reales.
El nudo de la campaña de Macri fue ése, la unidad. Por caso, ¿alguien puede creer que Macri no quiera privatizar Aerolíneas Argentinas, como anunció luego del susto de Rodriguez Larreta? Todo el mundo sabe que no, que él la quiere privada o inexistente, ¿por qué lo dijo, entonces? Porque tenía que correr los temas políticos de la discusión.
Todo tema que llevara al contraste de posiciones políticas era malo para su campaña. No sólo porque la sociedad argentina da una preeminencia al Estado que no está en el ideario de Macri; sino, principalmente, porque competía en la “fijación de la agenda”. Macri no tenía que posicionarse ni como el privatizador ni como el estatizador de Aerolíneas, simplemente, Macri no tenía que hablar de Aerolíneas. Era mejor que lo vieran mentiroso a que lo hicieran competir con su propia agenda. Lo mismo vale para cada uno de las cuestiones políticas.
¿Y cuál era la agenda de Macri?
Sí, efectivamente, esa propuesta idiota, globos de por medio, dicha con una papa en boca, pero altamente sofisticada, avalada por los pináculos del poder real de Argentina y el mundo, esa promesa que supone todo el poder de fuego de los tanques mediáticos y todo el apoyo de los fondos buitre, la promesa de que él viene a suturar la grieta entre los argentinos.
El Frente para la Victoria no opuso algo equivalente. Vamos a fundamentales, es imposible entusiasmar con un discurso contrario a la idea de unión nacional. No se puede subestimar el ansia antropológica del UNO, anhelo que tiene manifestación psicológica y, como se ve, sociológica. Una promesa política sólo puede ser efectiva si me reafirma en mi lazo social. Podemos plantear propuestas que impliquen sacrificios, fracturas, peleas pero siempre con un horizonte de unidad.
Hubo intentos de Scioli que no alcanzaron a revertir una manipulación mediática que roza lo obsceno.
La dificultad física de Scioli fue eficaz y subliminalmente aprovechada por Macri. Macri no dejó abrazo por dar, los mostró, los ofreció. Daniel Scioli, con su brazo ortopédico y su imposibilidad equivalente ofrecía el blanco perfecto para la discriminación efectiva. Quien no puede dar un abrazo no puede lograr el UNO. ¿Cómo nos abrazaríamos entre los argentinos si Scioli no puede abrazarte? fue una pregunta implícita pero evidente en la campaña macrista.
Ahora empieza otro tiempo. Ahora está en ciernes el terror popular al regreso del neoliberalismo. Contrariamente a lo que el imperio opera con CNN no es Scioli quien corre riesgo de renunciar al balotaje, sino Macri con esta bola de nieve de repudio al neomenemismo que ya está en marcha.

Temprano para Imposibles del 31 de octubre de 2015

Temprano para Imposibles 31/10/15 by Carlosalmenara on Mixcloud