lunes, 25 de agosto de 2014

El prócer como buen vecino

22 de agosto de 2014

El 17 de agosto se conmemoró un aniversario de la muerte del General José de San Martín. Como ocurre estos últimos años los medios hegemónicos, básicamente el grupo Clarín, no desaprovecharon la ocasión.

Por caso, vemos en Los Andes de esa fecha notas de Alfredo Leuco y del historiador Luis A. Romero trabajando para el guión Magnetto.

El relato sería el siguiente: el prócer, hombre ejemplar, austero, repúblico, moderado, honesto, es la contracara de la presidenta actual y toda su banda, que son... lo que dicen todos los días.

Así, aplican la misma receta que en cada análisis de la realidad: remisión a lo anecdótico y relato.

Resulta que San Martín no fue un general que luchó contra el imperio de entonces, no nos llevó a dejar de ser colonia, no luchó por la América toda; no, para el poder lo importante es que San Martín fue un “ejemplo de rectitud cívica”.

Algunas veces tengo la sensación de que discutir con la patota de Magnetto rebaja tanto el nivel, implica tal desconsideración al lector, que me veo como faltando el respeto a mi propio lector. Pido disculpas por tener que explicar lo obvio pero resulta que este grupo que se quedó con el papel a través de torturas, protegiendo dictadores, violando leyes y robando patrimonio público, opera mediante una clausura semiótica. No hay más verdad que el relato que construyen. Aunque el relato sea miserable no queda más alternativa que desmentirlo, impugnarlo.

No, San Martín no es San Martín por ser un buen vecino. Es interesante ver cómo se lo construyó como padre de la patria pero no entraré en ello.

La base histórica para construir el prócer son sus luchas emancipatorias.

No, Clarín nunca mencionará sus luchas emancipatorias. No cabe en el guión de Magnetto.

Sí, hay una asociación inmediata. El modo que nos paramos frente a los fondos buitre sí tiene relación con el “espíritu sanmartiniano”. Clarín nos quiere colonia. Leuco nos quiere colonia. Romero nos quiere colonia.

Han caricaturizado el antiimperialismo y la soberanía como anacronismos. Todo lo contrario, nada más moderno, nada más necesario que construir una nación autónoma e independiente. Como quería San Martín. Quizá debiéramos estudiar cómo disciplinó a la burguesía cipaya de entonces, cómo expropió lo que necesitaba para su misión y tomó un sinnúmero de medidas que escandalizarían a los supuestos repúblicos actuales.

domingo, 3 de agosto de 2014

Pisar el palito

3 de agosto de 2014

Pisar el palito titula Alfredo Zaiat su nota del 27 de julio en Página 12. Sería lo que trata de inducir el juez Griesa a la Argentina en el litigio con los fondos buitre. Pisar el palito sería realizar algún acto que dispare la cláusula RUFO de los bonos.
El insólito congelamiento de fondos que decidió ese juez neoyorkino generó la conocida situación por la que algunos bonistas que aceptaron el canje de deuda de 2005 y 2010 no están cobrando, sin embargo esos fondos no están embargados. No son de Argentina, no son del banco pagador, son de los bonistas pero éstos no pueden disponerlos.
Como un reloj de arena que se invierte, el tiempo, antes un elemento de presión de Griesa y los buitres, comienza a jugarles en contra.
Visiblemente, la estrategia del gobierno argentino pone como máxima prioridad preservar el camino de desendeudamiento que comenzó Néstor Kirchner.
La tremenda hostilidad de los estrados judiciales estadounidenses con la Argentina no deja dudas de la naturaleza política e imperial de la disputa en la que Griesa y los buitres son sólo la parte visible de un poder que los excede.
Con jueces como el del caso, que hacen valer en el expediente declaraciones de la presidenta o artículos periodísticos, la precisión del ministro de Economía, Axel Kicillof, para evitar el mínimo desliz al tiempo que expone con total transparencia la situación no sólo es admirable sino absolutamente necesaria.
La fortaleza de la presidenta para resistir las presiones externas e internas lleva la democracia argentina a un punto altísimo, quizá desconocido desde 1983. Claro que valorarlo depende de la capacidad de tomar distancia del proceso de alienación a que los medios hegemónicos someten al pueblo.
En tanto, Cobos sugirió pagar 30% como muestra de buena voluntad, Carrió depositar 300 millones, Macri pagar el 100%, Massa despreocuparse pues vendrían inversiones; cada una de estas opiniones propone una acción, cada una de ellas hubiera significado disparar la RUFO e incrementar la deuda externa en cientos de miles de millones de dólares.
Nunca habremos señalado lo suficiente este hecho. ¿Por qué Cobos, Carrió, Macri y Massa quisieron endeudarnos en cientos de miles de millones de dólares sin recibir nada (como país)?
Es una defección tan enorme que cuesta encontrar los adjetivos.
Es conocida la función de la deuda para disciplinar gobiernos y países. No extraña que estos “presidenciables” que antes enajenaron su decisión política al imperio de las corporaciones sean indiferentes a incorporar amos adicionales. Lo novedoso es la desfachatez con que lo asumen, la pátina de legitimidad con que Clarín y sus amigos naturalizan este tipo de ataques al país.