martes, 12 de febrero de 2013

Viagra y “atentados”

12 de febrero de 2013 Luego de mostrarse favorables en un primer momento, la DAIA y la AMIA han asumido una actitud hostil al acuerdo con Irán para investigar el atentado de 1994. La primera contrató como asesor a Luis Moreno Ocampo, ex funcionario judicial en Argentina, abogado del foro, conductor televisivo y recientemente, fiscal de la Corte Penal Internacional. En tal carácter tuvo una participación destacada en múltiples conflictos en que alguna coalición internacional liderada por Estados Unidos quisiera invadir algún país subdesarrollado. Es inolvidable su participación en la invasión a Libia. ¿Cómo funciona el sistema de hostigamiento a la soberanía de países pobres? Aparecen informes de que se estaría cometiendo alguna atrocidad o de que se realizaría una actividad riesgosa para la población o para otras naciones. Tanto pueden ser las inexistentes “armas de destrucción masiva” que “justificaron” la invasión norteamericana a Irak como la violación a reglas democráticas revivificadas con repentino prurito por las potencias occidentales (prurito que no aplican por ejemplo con la nada democrática Arabia Saudita). Estos informes sirven para que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, si hay acuerdo, o la OTAN si no lo hay, inicie sus acciones. El Tribunal Penal Internacional es, paradójicamente, herramienta de legitimación de los ataques imperiales aunque Estados Unidos no acepte su competencia. El rol de Moreno Ocampo fue clave. El fiscal acusa de crímenes contra la humanidad al líder del país que Estados Unidos (o Francia y Reino Unido en caso de Libia) quiere invadir. El papel de Moreno fue impecable. No les falló ni una vez a los yanquis. Es memorable su intervención contra Khadafi. Alegó que Khadafi había importado contenedores de viagra que se usarían para violar las mujeres de sus enemigos. http://www.youtube.com/watch?v=R_6wxqEXjDY El perverso y ridículo informe del entonces fiscal de la Corte Penal Internacional nunca fue corroborado por ninguna otra fuente. Esa afirmación delirante sólo sirvió para que las fuerzas invasoras tuvieran “razones humanitarias” para matar libios. No haré una descripción de los horrores cometidos por los “libertadores”. Sí recuerdo que falta aún información sobre dónde están las reservas internacionales de Libia que algunos cuantificaban en U$S 200.000 millones, reservas que las potencias internacionales decidieron “congelar” y hasta hoy no aparecen. El gobierno italiano en un acto de sincericidio dijo que ellos las devolverían por “cuotas”. ¿No es este caso una joya de la seguridad jurídica internacional? La cancha inclinada del derecho internacional tiene en letrados como Moreno Ocampo más que abogados, agentes de las potencias dominantes. En un caso como la investigación del atentado a la AMIA es fácil ver a qué viene el ex fiscal. A operar los intereses de política internacional de Estados Unidos e Israel. Es lo mismo que está haciendo Guillermo Borger, presidente de AMIA, cuando asusta con nuevos atentados. Estamos esperando aún que sea citado a aclarar sus dichos por la justicia. La Cancillería argentina, consistente con los valores de memoria, verdad y justicia que rigen nuestra política interna, pero también con el respeto a los pueblos y con dignidad para no subsumir la política internacional bajo prepotencias ajenas, ha encontrado un camino posible. Posible no quiere decir exento de asechanzas.

domingo, 3 de febrero de 2013

Política para tomar el té (sin masas)

Se reconfiguran elencos de las oposiciones políticas. Hemos visto cómo Macri incorpora a sus “equipos” a campeones de la pantalla; luego de Del Sel, Lalo Ramos, Leandro Ginóbili y Rocío Marengo son sus nuevas promesas. Habrá incorporaciones. Es esperable que luego del sistemático intento erosivo y destituyente de los medios de comunicación resistentes a la legalidad y de los intereses que representan, el mismo proyecto político con otra táctica apele a estos métodos bien conocidos y que tuvieron preeminencia en los noventa. Se trata, luego de intentar inútilmente voltear al gobierno nacional, de construir una alternativa política. ¡Enhorabuena! Todavía resta que abandonen los intentos de golpe de mano. Nada indica avances ese tema. La presentación en sociedad de estos famosos pone en discusión uno de los elementos estructurantes del debate actual, polémica nombrada de múltiples modos, entre muchos: instituido – instituyente; administración – política; economía – economía política. En definitiva de qué se ocupa la política, si de “gestionar” sin alteración alguna de las relaciones de poder existentes en la sociedad o si por el contrario se encarga de discutir democráticamente qué sociedad queremos, qué pacto de convivencia deseamos, qué relaciones sociales consideramos justas y aceptables. Nada objetable hay en la participación política de estos mediáticos, al contrario. Lo que no deberíamos permitir es que nos hablen de fruslerías, de sus romances, de sus familias o sus vidas privadas y con ello evadan la explicitación de su proyecto político (que es lo que en verdad importa de un político). Insultos como los de Del Sel no ilustran sobre el proyecto que se sustenta, aunque sí muestra la calidad de su reflexión. En todo caso van en la misma clave de no hablar de lo importante. Claro que es de esperar que la comunicación concentrada encubra y dificulte este debate hablándonos de las confesiones de tal con su hija o del último espectáculo de cual, en lugar de abordar los temas de interés común. Seguramente construirán personajes queribles no políticos de un lado y políticos estereotipados como corruptos, confrontativos, alejados de “las necesidades de la gente”, negativos, por otro. Quizá la novedad de estos tiempos es que es probable que se encuentren algunos, varios, políticos que se paren sobre la política y se resistan a jugar ese juego. Que no vayan “a la cama con Moria”. Que no estén dispuestos a ponerse nariz de payaso para salir en televisión. Quizá algunos reivindiquen la política. Quizá lo hagan reconociendo sus lacras y postulando alternativas para superarlas. Quizá lo hagan proponiendo caminos colectivos y no individuales. Parte del crecimiento de los últimos años tiene que ver con ampliaciones de derechos de un pueblo que comienza a tener conciencia de sí y se asume protagonista informado. No parece un pueblo que se vaya a resignar dócilmente a que le arrebaten nuevamente lo sustancial de la política.