domingo, 26 de diciembre de 2021

Sin presupuesto pero con lamentos

 

Por Carlos Almenara

En su primera victoria legislativa luego de las elecciones, el macrismo frustró el proyecto oficialista de presupuesto nacional para 2022. Con 132 votos en contra y 121 a favor del proyecto del gobierno, Cambiemos lideró el rechazo a la llamada “ley de leyes”.

No es sorpresa, resulta totalmente esperable toda vez que la conducción de esa entente política, mediática y judicial decidió hace tiempo encarar el camino de la sedición y no el de la participación institucional.

La vocación golpista de Cambiemos se expresa, entre otras cosas, en el fuerte componente histriónico de los agentes que encarnan el guion. Así, Cristian Ritondo marcó la posición del macrismo fingiéndose enojado con un discurso de lo más mesurado de Máximo Kirchner e iniciando el reiterado “nado sincronizado” de los medios hegemónicos golpistas. Pusieron en el jefe de bloque del Frente de Todos en Diputados la responsabilidad del rechazo.


VER VOTACIÓN NOMINAL DEL PRESUPUESTO EN DIPUTADOS

El nado sincronizado de los medios macristas




De la necesidad, virtud

Lo que pareció una derrota política del Frente de Todos, analizado más detenidamente, presenta una oportunidad.

Ha sido una constante desde la recuperación democrática que los gobiernos tengan su presupuesto. Con mayoría parlamentaria o sin ella, todos tuvieron su presupuesto aprobado. Se entendió como un acuerdo democrático implícito que quien ejerce el Poder Ejecutivo tiene legitimidad para implementar sus planes de gobierno. Los oficialismos no siempre han tenido el voto opositor pero sí el quórum, o levantar una cantidad de legisladores a la hora de votar, etc. La única excepción a ese pacto cívico fue el Presupuesto 2011 que le escamotearon a Cristina. Y 2022.

Pero veamos, ¿qué pasó en 2011? Fue reelecta Cristina... Ohhh. La oposición tardó en caer en la cuenta.

La misma Cristina ha referido estos días que las situaciones son incomparables porque en aquel momento Néstor nos había sacado el yugo del Fondo Monetario y Argentina crecía a ritmo acelerado luego de la crisis de las hipotecas de 2009.

Es que la Ley de Administración Financiera autoriza al Poder Ejecutivo a prorrogar el del presente año en una contingencia como ésta. Y dado la posibilidad de reasignar algunas partidas, y, sobre todo, en un contexto inflacionario como el nuestro, carecer de presupuesto es dejar a discreción del presidente el destino de los fondos.

En su columna del programa radial Temprano para Imposibles, el economista radicado en Mendoza, Carlos Rojo Font lo explicó claramente:

Columna de Carlos Rojo Font en TpI

https://archive.org/details/carlos-rojo-font-columna-tp-i-17122021

Una misa de lamentos

Caídos en la cuenta, los gobernadores opositores se reunieron ¡a pedirle al presidente que vuelva a mandar el presupuesto!


Los gobiernos provinciales perdieron todas las obras previstas en el presupuesto oficialista que, contrariamente a la cantinela macrista, era bastante equilibrado y no dejaba gobernadores “sin techo”. Ahora se les llenó el horizonte de preguntas.

¿Si vos fueras Alberto Fernández qué harías?

La situación otorga al presidente una herramienta insustituible para fortalecerse frente a una oposición que utiliza sus curules, sus jueces,  y sus gobernaciones para derrocarlo. ¿Debería Fernández resignar uno de los pocos instrumentos que “cayó” en su camino para defenderse (y defendernos) de la sedición sistemática? Si lo hiciera, merecería lo que el destino le depare. El problema es que nosotros no merecemos volver a estar gobernados por la mafia macrista.