jueves, 8 de diciembre de 2011

UCR: tres años tarde y fuera de foco

Carlos Almenara
c.almenara@hotmail.com

Apareció en todos los medios la discusión generada durante el último intento de Convención Nacional de la Unión Cívica Radical.
Pudo apreciarse cómo un grupo de militantes tildaba a otro de “gorilas”. Cómo Moreau imprecaba a Morales responsabilizándolo de varias cosas, entre otras hacer “antikirchnerismo bobo”.
Hemos visto en redes sociales sentidas afirmaciones del progresismo del radicalismo, lamentándose de su dirigencia.
Hemos visto al intendente de Pergamino, actor importante para reclamar contra las retenciones, pronunciarse a favor de la distribución de las ganancias empresarias entre los obreros. Esto último es demasiado, pero sirve como ejemplo del vaciamiento de las palabras. Se usan chicanas en las luchas de poder, pero esto... bueno, demasiado.
Respecto del progresismo del radicalismo, sus decisiones orgánicas hablan por sí mismas, un desordenado, aleatorio e incompleto listado:
En contra de la estatización de las AFJP
En contra de la Ley de aumento de las jubilaciones dos veces por año
En contra de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual
En contra de la Asignación Universal por Hijo
En contra de usar reservas para pagar deuda
En contra de sacarnos de encima al FMI
En contra de las retenciones
Siempre pueden decir que no, no estuvieron en contra, querían que la ley tal fuera mejor, por eso votaron en contra, pero no porque estén en contra...
Pero los hechos son esos. Votaron en contra de todo lo que podían votar en contra y de lo que no era legislativo, opinaron en contra.
Las autopercepciones, como las percepciones en general, pueden anclarse en lo que Freud llamaba “el principio de realidad” o bien pueden seguir cualquier camino, el de la alucinación por ejemplo.
Pero eso siempre es una materia polémica. Cada quién dirá qué quiere ser y deberá dar cuenta de lo que hace a los suyos. Las identidades no son eternas, todo cambia todo el tiempo.
Lo que sí resulta sugerente es por qué lo que Moreau llama “antikirchnerismo bobo” se plantea ahora, en el momento en que Alfonsín (h) tuvo un resultado electoral por debajo de las expectativas y no cuando ocurría. ¿Por qué no existió ninguna voz que planteara disidencia cuando el “grupo A” del que la UCR era animador principal parecía que arrasaba?
Es cierto, y lo sabemos bien, que es difícil hacer escuchar algunas voces. No escuchamos ninguna de la UCR en ese momento.
Pero esto formará parte de lo que radicales discutan o no.
Hay algo, sin embargo, que los excede y es un problema de la democracia argentina.
El asunto es el siguiente:
¿Por qué la UCR participó de un intento destituyente de un gobierno democrático?
Si la UCR es un partido de derecha, de centro o de... no sería imposible, bueno, eso es discusión interna, pero por qué avaló un golpe institucional es algo que tienen que explicar.
¿Por qué Cobos siendo vicepresidente votó contra el gobierno en un caso sin antecedentes en el mundo? ¿Por qué la UCR que lo había echado lo recibió como un héroe? ¿Por qué integró el “grupo A”, un grupo que sólo puede explicarse desde el intento de voltear al gobierno? ¿Por qué éste es el único gobierno nacional desde 1983 que no tuvo presupuesto, cuando los gobiernos anteriores, aún en minoría, todos tuvieron presupuesto? ¿Por qué alentó y llevó en sus listas a la patronal sojera que cortó las rutas, desabasteció poblaciones y provocó muertes de personas?
Existe un viejo truco para el engaño en partidos con aspiraciones populares que consiste en circunscribir la discusión al ejercicio de la función de oficialismo u oposición que deba sostener en ese momento. Así, la UCR propone ahora el 82% móvil a los jubilados con la misma fuerza con que antes sostuvo el recorte del 13%. Un engaño, es eso, un engaño que termina siempre en la política ficcional del neoliberalismo.
El pueblo argentino se impuso a quienes secuestran la política y en una gesta inédita sostuvo a una presidenta ejemplar. En esa gesta participó el pueblo proveniente de distintas tradiciones: peronistas, radicales, socialistas, independientes.
El pueblo evitó que se consumara un golpe institucional al estilo de Honduras. ¿Recuerdan Honduras? El presidente del Congreso “reemplazó” a Manuel Zelaya, a quien sacaron en calzoncillos del país.
Acá el vicepresidente amigo de los medios hegemónicos y las patronales sojeras iría a reemplazar a la presidenta crispada.
Esto tiene que explicar la Argentina. De esto tienen que dar cuenta varios radicales.
Por caso, el intendente Cornejo, cómo compatibiliza ser operador político de Cobos, participar en el intento de golpe y después hacer murales que hablan de derechos humanos, de democracia y otras hiervas. ¿Es razonable compartir la desestabilización con Biolcatti, reivindicar a Martinez de Hoz con Llambías y después premiar a Estela de Carlotto?
Hay cosas que explicar, hay cuestiones de interés colectivo.
Después que cada quién sea lo quiera y pueda sostener.
Siempre es alentador suponer que repensar las cosas implicará para alguien, uno aunque sea, asumir compromisos con su pueblo, superar las élites que hacen política para sí mismas y construir una interpretación social con arraigo en los que sufren. Estas causas siempre están ávidas de militancia.

miércoles, 19 de octubre de 2011

Platón contra los excluidos

Platón contra los excluidos

Por: Carlos Almenara
Presidente E.D.E. (Encuentro por la Democracia y la Equidad) – Mendoza
en Nuevo Encuentro
c.almenara@hotmail.com

La belleza se manifiesta en la idea de belleza. El mundo sensible sólo puede corromper la perfección de la belleza manifiesta en la idea de belleza. Quienes invoquen a los sentidos para comprender la belleza sólo podrán ver sombras, visiones erróneas y deformadas.
El idealismo, en este sentido epistemológico (nada que ver con la encomiable lucha por, o en defensa de, ideales), sostiene que la verdad está en la idea, en el concepto decimos nosotros.
Esta lógica filosófica incide en la actividad política de varios modos, entre otros, a través de lo que llamamos “nominalismo”.
Es cierto que la construcción identitaria, ese definir quiénes somos, qué queremos, requiere una dosis de idealismo. Una apuesta al concepto, al nombre que me une a los míos y me representa, aún sin beneficio de inventario. Claro que en una actividad como la política el riesgo de enajenación es inmediato.
Aquella “traslación de fines a medios” descripta por sociólogos y cientistas políticos en las primeras décadas del SXX muestra claramente cómo lo que se declama como fines, como bellos objetivos a alcanzar, no son muchas veces más que medios de las élites partidarias para mantener el poder.
Pensar que el idealismo epistemológico tiene cabida en la política es muy peligroso. Los totalitarismos, las negaciones radicales del otro han encontrado en esta mecánica un plafond, un sustento para todos los prejuicios, las discriminaciones y las persecuciones.
¿A qué llamamos nominalismo esencialista?
Los “A” son “tal cosa”. Un buen idealista, y estamos rodeados, es absolutamente resistente a que la realidad demuestre lo contrario. Se relaciona con el mundo ideal, no con el de los hechos. El mundo de los hechos corrompe, el de los conceptos es puro.
Si los “A” son “tal cosa” no hay manera de desmentirlo. No, al menos, desde las pruebas.
Vale decir que esto mismo puede argumentarse desde otras teorías, por caso el existencialismo y sus antecedentes.
El bipartidismo
Un caso puntual de este tipo de dilemas se presenta con el bipartidismo. ¿Porque, qué se critica del bipartidismo?
Básicamente lo que muchos hemos criticado en el nombre del “bipartidismo” es un fenómeno bien concreto consistente en la cooptación por parte del poder económico de las élites que condujeron la UCR y el PJ y que llevaron a que sus candidatos no fueran más que distintas caras de un mismo proyecto. Ahora bien, sobre una base idealista no hay ninguna realidad capaz de satisfacer esta demanda. Siempre dependerá del inescrutable devenir de las ideas.
Sin embargo, sobre una epistemología realista, no puede evitarse una mirada por lo que pasa.
Si vemos que aparece un gobierno enfrentado a las corporaciones económicas, criticado por los mayores factores del poder real, de ese poder que en el pasado cooptó las dirigencias partidarias ¿no pondría esta verificación en cuestión aquella premisa de esa crítica al bipartidismo? ¿No sería esa una señal de lo insuficiente de nuestra teoría para explicar el funcionamiento del sistema?
No haremos un listado de cuestiones que se podrían plantear en la misma clave, desde los derechos humanos, la mirada integracionista latinoamericana hasta la recuperación de la política (dentro de lo que se incluye que tenga sentido escribir esto, lo que hace un tiempo hubiera resultado intrascendente)..
Sin embargo suele darse como respuesta el:
Empeño epistemológico
Hay teorías de lo social, estamos pensando en las izquierdas, que al tiempo que imaginan una sociedad futura, que ponen en el centro del desafío humano la preeminencia de valores, el primero la igualdad, explican el funcionamiento de las sociedades, en particular las sociedades capitalistas.
Ahora bien, ¿qué pasa cuando puede verificarse empíricamente avances hacia la igualdad que no se han producido según la teoría por la que esa tradición preveía que debían producirse?¿O que no se han producido prohijados por los guardianes de la teoría?
Una respuesta posible, lamentablemente la más frecuente, es negar la realidad. La explicación (porque la vida en sociedad obliga a interpretar) gira en torno a una recursividad argumentativa, parte de un nominalismo que deriva en una media verdad, se suma un prejuicio, se le agrega una pizca de condimento ético para condenar una estafa no demostrada, un poco de chicana “nacional-flagelatoria” y el resultado es una reafirmación de algo que no era necesario someter a semejante esfuerzo. Si esto no funciona siempre queda el recurso al maximalismo. Bastaba con el recurso estilístico idealista por excelencia: los “A” son “tal cosa”. Nos movemos en el mundo ideal, ¿para qué contaminarnos?
Más incómodo es construir una izquierda política sobre la base del realismo epistemológico, sobre la base de la siempre turbia realidad sensible, sobre los pueblos concretos o en concreción, sobre los hechos y el acontecer de las sociedades.
Se pone en juego en estos dilemas la preeminencia de los juegos de poder y de status, el narcisismo de ciertas dirigencias o el compromiso con una gesta emancipadora popular.
No es esta una coyuntura cualquiera del continente. No lo es tampoco para la Argentina. No se necesita arriesgar mucho para identificarla como una ocasión única en 200 años. Asimilarla a experiencias anteriores para descalificarla es por lo menos injusto. Para los sinceros, para quienes luchan por expandir derechos, un error.

domingo, 18 de septiembre de 2011

Sarkozy - Kagame

Sarkozy - Kagame
Por: Carlos Almenara
c.almenara@hotmail.com
No es una invocación de nadie. Menos de Reporteros sin Fronteras (RSF) que manifestó en París con pancartas de decían "Kagame depredador".
Según un cable de EFE del 13 de setiembre, Jean-François Julliard, secretario general de RSF, afirmó que "parece que a Francia le agrada invitar a depredadores de la libertad de prensa" y recordó que el Elíseo recibió en 2007 al ex mandatario libio Muammar Khadafi e invitó en 2008 al presidente sirio, Bachar al Asad, a celebrar en París la fiesta nacional francesa.
Tampoco parece atractivo a la comunidad ruandesa de París dado que el mismo cable sostiene que "la llegada de Kagame a la capital francesa provocó ayer manifestaciones de ruandeses contrarios al régimen que bloquearon la carretera periférica de la ciudad e incendiaron un coche".
Paul Kagame es desde 2000 el presidente de Ruanda. Líder histórico del Frente Patriótico Ruandés (FPR) es acusado por jueces franceses y españoles de delitos de lesa humanidad. También fue acusado por la ex fiscal Carla del Ponte y hay quien sostiene que del Ponte perdió el cargo de fiscal para los crímenes en Ruanda por acusar a miembros del FPR, entre ellos, Kagame.
El genocidio ruandés comenzó en 1994 cuando un avión que transportaba a los presidentes de Ruanda y de Burundi fue derribado por un misil tierra - aire. Se acusa a Kagame de la operación pero hay controversia al respecto. El hecho se continuó con un genocidio indescriptible por parte de la élite de la minoría hutu que controlaba el gobierno de Ruanda contra los tutsi (etnia mayoritaria). Se estima en 800.000 el número de muertes.
El FPR continuó la lucha. Conviene saber que Kagame, como suele ocurrir en estos casos, ha recibido entrenamiento militar en Fort Leavenworth, Kansas, Estados Unidos. Finalmente el FPR triunfó e inició una venganza que se considera que dejó entre 25.000 y 100.000 civiles hutus muertos. Es por estos crímenes que se lo acusa a Kagame.
Durante 16 años Francia tuvo una distante relación diplomática con Ruanda ya que había jugado todas sus fichas al sostén de la minoría hutu y fue acusada de corresponsable del genocidio por el gobierno del FPR.
El 12 de setiembre Kagame entró al Elíseo en medio de efusivos saludos del presidente francés. Correspondía a una visita de Sarkozy a Kigali hecha un año antes.
La compleja historia ruandesa, esa de difíciles mixturas étnicas, de sometimiento y pobreza tiene enorme complejidad. Pero lo que sí demuestra este encuentro sin ambigüedad alguna, es el doble estándar, el cinismo, de la política internacional francesa que al tiempo que bombardea Libia en nombre de la defensa de los civiles y amenaza a Siria con similares argumentos, bombardea civiles y depreda los recursos naturales de los países nuevamente colonizados. Ha trascendido la disposición del Consejo de Transición libio a que no menos del 35% de los nuevos contratos petroleros sean otorgados a Francia. Pero además, el presidente francés se reúne con un presidente acusado de un genocidio que costó entre 25.000 y 100.000 vidas humanas.
Quizá tengamos que aceptar el argumento del gradualismo: antes Francia era socio de un gobierno responsable de un genocidio que costó 800.000 vidas, ahora lo es de uno que costó 8 veces menos. Si no fuera por lo espantoso de la situación hasta sería gracioso.
Para quienes gustan reducir los análisis políticos a subjetividades, es interesante pensar cómo razonará, como sentirá, alguien como Nicolás Sarkozy, que estuvo varias veces abrazado a Khadafi y luego mandó a bombardear su casa. Uno podría imaginar escenarios de guerra, pero mandarle a bombardear su casa, pretender asesinarlo... después de andar a los abrazos con él, sin aceptar negociación... no deja de ser muy sugestivo para imaginarnos cómo son los líderes de estos países poderosos. Lo mismo vale para Hillary Clinton que estaba “encantada” de recibir a Khadafi hijo, o de Berlusconi, que aceptaba de buen grado la reivindicación de Khadafi a los luchadores libios contra la Italia colonial, no sabemos si por cortés o por ignorante.
En fin, que si estos comportamientos se convierten en un patrón, bien haría Kagame en moverse con cuidado con sus nuevos amigos. Bien haría la opinión pública mundial en precaverse de estos personajes que además de oprimir pueblos, mancillan las banderas de los derechos humanos cuando los subordinan a sus intereses.
La opinión pública francesa que ha tenido en muchas ocasiones del pasado reparos y cobijos para las mejores sensibilidades, tendría que tener una voz más clara sobre estos temas.

viernes, 26 de agosto de 2011

El león del desierto


26 de agosto de 2011

Cuando en 2009 Khadafi visitó Italia, sorprendió a su anfitrión, Silvio Berlusconi, que lo esperaba al pie del avión. Levaba una foto de Omar Mukhtar prendida en su uniforme. En el avión que trasladaba a la delegación libia iba Omar Mukhtar hijo.
Mukhtar fue un héroe de la resistencia de esos territorios cuando eran colonia italiana. Fue líder de la guerrilla que enfrentó al general italiano Rodolfo Graziani.
La historia de Mukhtar es revivida en la película "El león del desierto" con Anthony Quinn en el papel de Mukhtar y Oliver Reed en el de Graziani.
La película fue censurada en Italia, lo que da al atravimiento de Khadafi una osadía aun mayor.
Ese Berlusconi que nada reprochaba ni de las fotos ni de la delegación es el mismo que hoy lleva a su país a integrar las fuerzas invasoras, esas fuerzas que se dicen escandalizadas ante un dictador que lleva 42 años en el gobierno; actitud, la del italiano, totalmente razonable toda vez que cuando le rendía honores al libio, éste sólo llevaba 40 años.
Casos análogos ocurren con Inglaterra, cuya prestigiosa London School of Economics firmaba jugosos contratos para capacitar a los funcionarios libios. Claro que todavía el año pasado no estaban muy apurados por denunciar esa dictadura.
O con Sarkozy que halla que el mejor modo de responder a la denuncia de que Khadafi financió su campaña electoral es enviar la desbocada fuerza aérea francesa a bombardear. Hay quienes piensan que es un estilo del francés ya que al opositor que todas las encuestas daban como su reemplazo le apareció una acusación en Estados Unidos, acusación que sirvió para sacarlo de carrera pero en la que luego el mismo fiscal retiró los cargos.
Hillary Clinton recibía hace un año al hijo de Khadafi con honores, "encantada" dijo estar en esa ocasión. Claro, Khadafi no era el año pasado una amenaza para la humanidad, aunque ya hubieran pesado en su contra las peores acusaciones, entre otras, terrorismo, atentados en Alemania y en un avión caído en suelo escocés.
El cinismo, el descontrol, la voracidad y el descaro de las potencias imperiales ha alcanzado umbrales desconocidos, al menos en los últimos tiempos. Creo que tiene que ver con la declinación de los Estados Unidos como potencia hegemónica y los intentos de las potencias subordinadas a su éjido por conquistar posiciones en una loca escalada belicista.
En ese afán, estimulado por las ansias de impulsar sus economías con petróleo barato en contexto de crisis, arrollan todo vestigio del derecho internacional.
En el juego de la realpolitik, de la preeminencia del poder puro y duro, queda hecho polvo todo el discurso civilizatorio que supuestamente impera en esas democracias desarrolladas. Es necesaria una reacción de la opinión pública de esos mismos países en repulsa a la masacre a que están sometiendo a los libios. Vemos cómo los supuestos rebeldes de la OTAN torturan y fusilan todo lo que encuentran a su paso. Estamos viendo registro fílmico de cadáveres calcinados, con manos y pies atados, fusilados a quemarropa por los aliados de la OTAN. ¿Se hará cargo Sarkozy, Cameron y Obama de estos nuevos métodos de guerra? Es improbable que Khadafi fuera un celoso custodio de los derechos humanos pero es seguro que sus temporales vencedores cometen atrocidades muy difíciles de igualar. ¿Noto Ud. que los que la CNN dice que luchan por la democracia enarbolan la bandera de la monarquía?
Mientras tanto, es interesante tomar nota de cómo Khadafi se inscribía en el curso de una historia que lo precedía y lo trasciende. Aunque pudiéramos criticar fuertemente al libio, aunque pensáramos que si hubieran instancias judiciales imparciales a nivel internacional es posible que debiera responder ante ellas, aunque estuviera lejos del horizonte de lo deseable para los amantes de la paz, su inscripción en una historia del pueblo libio hace pensar que en estos momentos en que es necesario, muchos libios apelarán a esa historia. Es una apelación que no se cancela con bombardeos, robos ni mercenarios. Una vez vencidos los pueblos se rehacen, apenas asoman la cabeza de nuevo para erguirse con dignidad las luchas pasadas se convierten en las voces de los desafíos presentes. En esos desafíos el pueblo de Libia tiene a qué recurrir. Es más que lo que pueden decir los mercenarios que todo lo destruyen.

lunes, 11 de julio de 2011

Juntos venimos bien

¿Qué hay de nuevo, viejo?
Juntos venimos bien

Por: Carlos Almenara
Presidente EDE (Encuentro por la Democracia y la Equidad) - Mendoza
c.almenara@hotmail.com

Mauricio Macri hizo una muy buena elección en la ciudad de Buenos Aires. Si bien resignado hace un tiempo a no dar pelea nacional por falta de perspectivas, apenas conocidos los primeros datos del domingo hizo un discurso bien "nacional".
Interesa analizar lo que dijo toda vez que Macri representa la más consistente alternativa político - ideológica a la presidenta. Por lo que se ve representa también la alternativa más potente.
Para quienes pensamos hace tiempo que en Argentina hay pendiente un gran debate nacional para ordenar cuerpos ideológicos e interpretativos con las dimensiones institucionales y organizativas que los enarbolan, la victoria (parcial) de Macri no es necesariamente una mala noticia. Una fuerza que debe estar en ese debate es la derecha tal como ocurre en todos lados y es bueno que esa derecha tenga una expresión política explícita como el PRO y no que se esconda en otros ámbitos. Es necesario para que ello ocurra que tenga perspectivas de acceso al gobierno para que no apele a los golpes de estado como ha hecho a lo largo de nuestra historia.
Veamos dos temas respecto a lo ideológico. Que el PRO representa la derecha es bastante evidente, sus políticas, sus agendas, sus programas, sus dirigentes, priorizan, como es de uso para las derechas el orden (el orden ya establecido), la preservación de las propiedades y jerarquías existentes. Hay, sin embargo, un matiz que bien vale respuesta. Veámoslo en palabras de Macri: "la pobreza no se combate con ideología es un problema bien concreto". Falso, en este caso mentira porque el emisor sabe de la falsedad. La pobreza se combate de modos muy distintos o no se combate. ¿Cómo lo propone Macri? "La solución definitiva al problema de la pobreza es la creación de empleo a través de la atracción de inversiones". Es decir, que la solución a la pobreza será darle seguridad jurídica y política a los ricos para que sigan ganando plata. ¿Cómo se atraen inversiones? Como todo el mundo sabe dejando operar la vieja "mano invisible" del mercado, con un Estado mínimo, gendarme. El conocido recetario neoliberal. Es decir la pobreza no se combate. Por supuesto podríamos decir que la pobreza la combatiremos expropiando las tierras sin uso, la combatiremos con un subsidio por desempleo o promoviendo la creación de proyectos productivos. En estos casos el Estado cumpliría un rol, no en la lógica macrista.
Veamos la noche del 10 de julio, ¿qué dijo Macri?
"Juntos venimos bien". El eslogan de campaña que armó Durán Barba. No se salió un ápice del guión. "No voy a dejar que las diferencias nos separen", instó "a bajar el nivel de agresión", "al final del día no nos deja nada ese nivel de agresión", "no hay lugar para enfrentamientos", "estamos enfermos de violencia", "lo que nos une es más que lo que nos separa", y un desconcertante, "yo asumí el compromiso de luchar por la unidad nacional".
Todo preciso según le deben indicar los focus group a Durán. Suponemos habrán detectado un sentimiento de división que se proponen suturar.
Por si hace falta, Macri es el mismo que está procesado por pinchar los teléfonos de opositores políticos, además de proferir declaraciones de extremo grado de violencia ("aunque a Kirchner lo tengamos que tirar del tren", entre otras). Modos particulares de lucha por la unidad nacional o la no agresión.
Este es el mismo discurso macartista subsiguiente a la Resolución 125.
El juego es poner al kirchnerismo en el lugar de la división, de la confrontación, de la "crispación" y ponerse ellos en el de la unidad, la reconciliación.
Es un discurso que niega radicalmente la política.
Pero ese discurso ya fue vencido una vez. No fue discutiendo en el mismo plano engañoso que plantearon las patronales agropecuarias sino denunciando la concentración mediática que inhibía cualquier debate ecuánime y sólo creaba odio. Porque esa es una estrategia de material que sólo puede soportarse con la comunicación concentrada.
El debate anterior se saldó a favor del gobierno nacional cuestionando las reglas, apelando a lo metadiscursivo para denunciar el ámbito de la deliberación.
Pensamos que no otra cosa debe ocurrir en esta instancia. La performance electoral de Filmus fue notable toda vez que siendo estos los dilemas en juego debe haber una referencia a 2009 y entonces Heller obtuvo el 12%. Superar en esta ocasión el 27% muestra la recuperación del espacio político del kirchnerismo en ese distrito difícil.
Como ocurrió desde 2009 si hay un horizonte de construcción política que dé continuidad a lo mejor de las políticas implementadas desde 2003 ello será rompiendo lógicas injustas y engañosas. El discurso del "consenso" que es otro de los nombres de este mismo discurso de Macri esconde su gobierno para pocos.
El concepto de política en Macri es radicalmente alienante toda vez que niega la política y negarla supone enajenarla.
Esa enajenación supone dejar en manos de Durán Barba la elaboración de un guión que él cumplirá, supone apelar a la espectacularización de sus acciones, a la personalización farandulezca insustancial de su hacer político. Frente a ello la recuperación de lo político como ámbito de participación del pueblo, de construcción de utopías colectivas no puede dejarse de lado porque forma parte de lo mejor de este tiempo.
Es decir, sólo denunciando que es un ridículo que no causa gracia sino vergüenza cuando baila en el escenario podremos hacer de la política una actividad que tenga que ver con las mayorías.
Convocar a los que creen que la política no es una payasada y por supuesto poner las personas primero podría ser opción de articulación posible entre distintos universos pensando en los futuros debates.

miércoles, 23 de marzo de 2011

La bomba loca

Por: Carlos Almenara
c.almenara@hotmail.com
22 de marzo de 2011

Atacaron Libia. Hubo menos deliberación que en otras ocasiones.
Una coalición informal que no se sabe qué es ni quién la lidera se dedica de modo escasamente coordinado a bombardear Libia.
Dicen que la comanda Estados Unidos pero no está claro que sea así y que otros Estados no actúen por su cuenta.
No es la OTAN. Incluso miembros de la OTAN como Turquía se manifestaron en contra.
El “marco legal” del ataque es la Resolución 1973 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Puede consultarse en:
http://www.un.org/es/comun/docs/?symbol=s/res/1973%20(2011).
El caos actual no es casual, es prohijado por esa Resolución pensada para el saqueo. El punto 4 y otros con similar redacción “Autoriza a los Estados miembros que hayan notificado previamente al Secretario General a que, actuando a título nacional o por conducto de organizaciones o acuerdos regionales y en cooperación con el Secretario General...” atacar Libia, por supuesto invocando la “protección de los civiles”.
No hay muchas alternativas de interpretación del párrafo; el procedimiento sería más o menos así: un país decide atacar Libia, le comunica al Secretario General y procede amparado por el “derecho internacional”. Un verdadero despropósito, tanto que Medvedev y Putin, el tándem de gobierno ruso, declararon que la Resolución está mal hecha, que evoca las cruzadas y resulta agraviante para los pueblos árabes. Ahora reclaman el cese del fuego. Queda como pregunta para el análisis por qué ni Rusia ni China hicieron uso del derecho de veto en el Consejo de Seguridad.
Las hipótesis más plausible para entender estas conductas parten de la necesidad de reconstruir teoría desde los países dependientes. Desde las teorías de la CEPAL hasta el Movimiento de los No Alineados entre muchos otros antecedentes ya dieron cuenta otrora de problemas semejantes.
Otro punto saliente y no muy comentado de la Resolución es lo que han presentado como “el congelamiento de las cuentas de Khadafi”. Bueno, no es exactamente así. La Resolución decide la congelación de activos financieros y recursos económicos que se encuentren en su territorio (de los países miembros) y que sean de propiedad o estén bajo el control, directo o indirecto, de las autoridades libias.
Esta cláusula amañada permite que las potencias se apropien de las reservas soberanas de Libia y otros activos, según algunos datos bastante superiores a los U$S 70.000 millones, que no son de Khadafi, son de Libia; y, aparentemente, puede servirles para salvar algunos problemas de liquidez.
Resulta incierto hasta qué punto Estados Unidos está convencido de la operación. Su Secretario para la Defensa, Robert Gates ha manifestado oposición al ataque y ha dicho que sería un error “sacar a Khadafi de Libia”. Gates muestra un declaracionismo cada vez más pronunciado que contrasta con la política de Hillary Clinton avalada por Obama.
Quien destaca en este enredo es Nicolás Sarkozy. A pesar de su hiperactividad en relación a Libia, todavía no responde la acusación de Seif el Islam Khadafi de que su padre había financiado su campaña electoral para llegar a la presidencia de Francia. En realidad no fue eso lo que dijo Seif sino que le pidió que le devuelva el dinero. Sarko no parece muy preocupado por brindarle oportunidades de ampliar su denuncia de la que dijo poder suministrar detalles de transferencias y demás elementos, toda vez que resulta difícil dar testimonio en medio del estallido de las bombas de la aviación francesa.
Berlusconi, que no podía estar ausente, prestó las bases italianas para que operaran desde allí pero luego se retractó y anunció que retoma las bases mientras no sea una operación conducida por la OTAN.
Así como hay en este lado del mundo teorías que han resignificado el concepto de populismo asociado a gobiernos que dan carnadura a las aspiraciones populares con trabajos como los de Ernesto Laclau o Roberto Follari, resulta necesario profundizar el estudio de personajes como el francés y el italiano mucho más representativos de lo que la vulgata mediática presenta como populismo y fundamentalmente, como vemos, mucho más peligrosos.
La apropiación del petróleo libio, el negocio financiero subyacente en el congelamiento de los fondos o incluso objetivos más parroquiales como podría ser para Sarkozy y Cameron ofrecer a sus electorados una nueva utopía imperial; cualquiera de estos u otros objetivos que se enuncien o se deduzcan, lo cierto es que este bochorno marca a las claras el descalabro imperial y la necesidad de reconstruir un orden internacional sobre otras bases.
No tiene autoridad moral ninguno de los países invasores para reclamar respeto a los derechos humanos siendo que ellos han demostrado y siguen demostrando no respetarlos. A la vuelta, en Yemen y Bahrein continúan las matanzas de los dictadores “amigos”, sólo como ejemplo. En el caso de los Estados Unidos su sólo rechazo a la Corte Penal Internacional lo inhabilita para cualquier señalamiento al respecto.
Como vemos, poder imperial puro y duro.
Vale la pena destacar la posición de los países del ALBA (Alianza Bolivariana para los pueblos de Nuestra América) de ofrecer una mediación y reclamar por todos los medios posibles una chance a la paz.
Mientras tanto, algunos políticos de estas latitudes como Elisa Carrió escriben cartas a la embajada de Estados Unidos u otros como Ernesto Sanz hablan con funcionarios estadounidenses para que intervengan en nuestra política doméstica. Estas cartas vienen a vuelta de correo con marines y bombardeos.

domingo, 13 de febrero de 2011

Diez tesis sobre el nuevo desarrollismo

Febrero 2011
Por: Carlos Almenara
c.almenara@hotmail.com

El mes de mayo de 2010 fruto de una reunión en San Pablo, Brasil, se alumbró un documento posteriormente firmado por economistas argentinos como Aldo Ferrer, Roberto Frenkel, Mercedes Marcó del Pont, brasileros como Luiz Carlos Bresser-Pereira, estadounidenses como James Galbraith entre un centenar de destacados profesionales de la economía de múltiples nacionalidades.
Titulado “Diez tesis sobre el nuevo desarrollismo” el documento retoma y actualiza tradiciones de pensamiento económico con raigambre en Latinoamérica. Por caso el pensamiento de la CEPAL (Conferencia Económica para América Latina) que en sus años de esplendor supo cobijar cientistas sociales y economistas que con enorme agudeza desarrollaron teorías innovadoras pensadas desde y para la región. Indudablemente el momento del pronunciamiento está relacionado con las políticas económicas de los países del continente.
Cuando se habla de la economía de los países sudamericanos que viven procesos fuertemente populares suele presentársela como carente de coherencia o de políticas públicas sensatas. Se comete así una injusticia basada en un sesgo ideológico. Hay una ruptura con dos décadas nefastas de neoliberalismo que dejaron al continente en la pobreza, el desempleo, una desigualdad ofensiva y la reprimarización de la producción. Esa ruptura conlleva búsquedas diversas y hasta ahora exitosas en la construcción de una heteredoxia nueva que por posturas epistémicas, imperativos políticos y novedades propias del cambio paradigmático es al momento necesariamente ecléctica.
El eclecticismo del que hablamos abreva en diversas experiencias, tradiciones y modelos: experiencias concretas de economía social, activismo estatal para mitigar la pobreza, políticas industriales, estímulo a la demanda y al consumo con un rescate de políticas keynesianas, actualización, como dijimos, de las teorías del desarrollo generadas en nuestro continente.
Aunque sea parcial, a completar, abierto, esta combinación constituye un modelo económico mucho mejor y más acabado de lo que puede ofrecer la ortodoxia.
Es útil e ilustrativo conocer estas diez tesis, básicamente actualización del pensamiento cepalino, que podrían indiciar este nuevo camino alternativo. Aquí van:

1. El desarrollo económico es un proceso estructural de utilización de todos los recursos domésticos disponibles con el fin de lograr la máxima tasa de acumulación de capital ambientalmente sostenible, basada en la incorporación de progreso técnico. El objetivo primario es el de alcanzar el pleno empleo de los recursos laborales disponibles. Esto no sólo debería implicar una productividad creciente en cada industria; también involucra el financiamiento y una continua transferencia de mano de obra hacia las industrias que producen bienes y servicios con mayor valor agregado per capita y que pagan remuneraciones y salarios más elevados.
2. Los mercados son el ámbito principal de este proceso, pero el estado tiene un papel estratégico en la provisión del marco institucional apropiado para sostener este proceso estructural. Esto incluye la promoción de la estructura financiera y de las instituciones financieras capaces de canalizar los recursos domésticos al desarrollo de la innovación en sectores que producen elevadas tasas de incremento del valor agregado doméstico. Este marco debe también incluir acciones dirigidas a superar los desbalances estructurales y promover la competitividad internacional.
3. En el marco de la globalización, el desarrollo económico requiere una estrategia de desarrollo nacional que permita aprovechar las oportunidades globales, es decir, las economías de escala globales y las múltiples fuentes de aprendizaje tecnológico, mitigando las barreras a la innovación creadas por regímenes de propiedad intelectual excesivamente rígidos, asegurando la estabilidad financiera y creando oportunidades de inversión para los emprendedores privados.
4. Aunque el componente schumpeteriano del proceso de desarrollo y la política industrial estratégica son relevantes, es en el lado de la demanda donde residen los mayores cuellos de botella para el crecimiento. Desde Keynes, se reconoce ampliamente que la oferta no crea automáticamente demanda. Sin embargo, en los países en desarrollo hay dos tendencias estructurales adicionales que limitan la demanda y la inversión: la tendencia de los salarios a crecer a tasas inferiores al incremento de la productividad, y una tendencia estructural a la sobrevaluación del tipo de cambio real y/o nominal.
5. La tendencia de los salarios a crecer más lentamente que la productividad se debe a la existencia de una abundante oferta laboral y a la economía política de los mercados de trabajo. Además de limitar la demanda interna y de reforzar la concentración del ingreso en las clases altas, esta tendencia puede también afectar de manera negativa el crecimiento de la productividad en el largo plazo. Un salario mínimo legal, transferencias en efectivo a los pobres, y principalmente la garantía estatal de proveer empleo a un salario vital pueden utilizarse para neutralizar esta tendencia al mal pago del trabajo. La alternativa –la sobrevaluación crónica de la moneda nacional, que incrementa el poder de compra- no es una estrategia sostenible.
6. La tendencia a la sobrevaluación cambiaria cíclica en las economías en desarrollo se ha debido por una parte a la excesiva dependencia del ahorro externo, en la forma de flujos de capital del exterior, y por otra a la enfermedad holandesa, en un contexto de mercados de capitales excesivamente abiertos y de falta de una regulación apropiada. Esta tendencia implica que el tipo de cambio en los países en desarrollo no sólo es volátil, sino que también contribuye a las recurrentes crisis monetarias y a las burbujas en los mercados financieros tales como las experimentadas recientemente. También implica que las oportunidades de inversión en actividades de exportación son crónicamente insuficientes puesto que la sobrevaluación hace poco competitivas internacionalmente incluso a las empresas productivas más eficientes.
7. La enfermedad holandesa puede ser caracterizada como una permanente sobrevaluación de la moneda nacional debida a la presencia de rentas ricardianas originadas en la exportación de commodities basadas en recursos naturales, o en la exportación basada en trabajo ultra barato. La enfermedad holandesa impide que otras industrias de bienes transables prosperen. Lo hace creando una brecha entre el “tipo de cambio de equilibrio de la cuenta corriente” (el tipo de cambio que hace nulo el resultado de esa cuenta) y el “tipo de cambio de equilibrio industrial” –la paridad cambiaria que permite que las industrias de bienes transables sean competitivas empleando la tecnología de punta.
8. El desarrollo económico debería ser financiado esencialmente con ahorro interno. Para alcanzar esta meta se requiere la creación de instituciones financieras públicas que aseguren la plena utilización de los recursos domésticos, del trabajo en particular, así como la innovación financiera, y que apoyen la inversión. La tentación de utilizar ahorro externo vía déficits de cuenta corriente no suele incrementar la tasa de inversión (según proclama la economía ortodoxa) sino que, al contrario, incrementa el endeudamiento y refuerza la inestabilidad financiera. Las estrategias de crecimiento que se apoyan en el ahorro externo generan fragilidad financiera; atrapan a los gobiernos en juegos de “construcción de confianza” y, con demasiada frecuencia, terminan en crisis monetarias o de balance de pagos.
9. Con el fin de proveer el marco apropiado para el desarrollo, el gobierno debe asegurar una relación estable de largo plazo entre la deuda pública y el PIB, y un tipo de cambio real que tome en cuenta la necesidad de contrarrestar los efectos adversos de la enfermedad holandesa sobre la industria manufacturera.
10. Para alcanzar el desarrollo de largo plazo, las políticas económicas deberían perseguir el pleno empleo como meta primaria, en tanto aseguran la estabilidad de precios y financiera.

jueves, 10 de febrero de 2011

No hubo errores, no hubo excesos

Por: Carlos Almenara
Referente de Espacio para la Reparación Social
c.almenara@hotmail.com


Las imágenes son impactantes. Siempre resulta impresionante ver imágenes de torturas.
¿Pero qué es lo nuevo? Lo nuevo son las imágenes que presentan con poca posibilidad de desmentida, la prueba de las torturas que se producen allí. Nadie, atento, podría sorprenderse. Quienes han tenido, por cualquier ventanilla, contacto con el sistema penal han escuchado (o peor, vivido) muchos relatos por el estilo.
Por supuesto que este hecho no quita dramatismo a la comprobación fehaciente que un organismo estatal aplica tormentos.
Resulta claramente antiintuitivo entonces, afirmar como el gobernador, que son unos pocos descarriados. Quizá esa aseveración responda a un imperativo de gestión, hay que seguir lidiando con un sistema penitenciario que no se cambia de un día para otro y que ¡vaya si sabe armar líos! Pero ese argumento “pour la gallerie” no debería inducir a equivocación: hay un problema de sistema.
Las fuerzas de seguridad en Argentina tienen en su enorme mayoría, herencias, tradiciones, culturas, claramente antidemocráticas, anticiudadanas, antijurídicas, que son anclaje y causa de la conducta de sus miembros. No son dos o tres “loquitos exaltados” sino cuestiones profundamente arraigadas, que incluso como sociedad muchas veces “naturalizamos”.
Desde las picanas de Lugones (h) en la policía bonaerense de los años ‘30 al D2 de la dictadura, pasando por represiones varias, los casos de “gatillo fácil”, insurrecciones policiales y penales, zonas liberadas con complicidades diversas hasta los discursos actuales de “mano dura”, o la motivación a los policías halagando su espíritu de cuerpo más allá del control político, constituyen un acervo cultural y de valores de las fuerzas de seguridad que no puede terminar en otro lado.
El problema no es de una minoría, el problema es sistémico. No es halagando el espíritu de cuerpo como se lo enfrenta sino mejorando los mecanismos de control. Un funcionario público que lleva un arma y que puede detenernos, no puede ser otra cosa que un profesional sometido a más controles que nadie.
Tampoco es plausible actuar con oportunismo asignando a la administración política del momento responsabilidades directas sobre el epifenómeno.
Pero sí se puede y se debe identificar discursos que avalan una ideología integrista, entre otras cosas, que realimentan los fundamentos de una cultura policial contraria a la civilidad.
El gran cambio discursivo para la construcción de fuerzas de seguridad democráticas es el discurso de los festejos del bicentenario. ¿Cuál es? Antes que nada, la patria somos todos. Es decir desnaturalizar la sistemática conducta discriminatoria de las policías frente a jóvenes, pobres, inmigrantes y otros grupos.
La policía ha sido convertida en buena medida en un instrumento de clase. Cuida a los ricos y a las clases medias de los pobres y de los jóvenes que les causan espanto. Y aquí sí hay responsabilidad directa de la mayor parte de la dirigencia política miedosa. Porque mientras ésta sea la razón de ser no escrita, los hechos ilícitos en las fuerzas de seguridad se seguirán repitiendo. El metamensaje de los populistas de la inseguridad a los policías es “apretalo pero que no te vean”. Bueno, no puede terminar en otro lado. Y de esto sí Jaque tanto como la mayor parte de la oposición es responsable.
La sutileza y firmeza de la presidenta creando un Ministerio de Seguridad para construir una revolución democrática y civil en las fuerzas de seguridad nacionales y la no represión violenta de la protesta social se ubican en las antípodas de la orientación provincial, comenzando con la primera e inolvidable gestión de la cartera de Seguridad.
Podría pensarse, por qué no, que uno de los pendientes de la democracia es la reconciliación de las policías con el pueblo. El sistema político es responsable de no inocular odio de clase ni adoctrinamiento de perro guardián en las nuevas camadas de agentes. De lo contrario con filmación o sin filmación estas cosas seguirán pasando.