Por:
Carlos Almenara*
Los argentinos tenemos que ocuparnos
reiteradamente de personajes que cometen delitos frente a cámara y padecer que
ello se naturalice como lo más normal del mundo. No son cualquier tipo de
delitos, corresponden a los que usa la derecha para las operaciones de
manipulación de la opinión pública.
Un caso reciente es la flagrante violación al
artículo 226 bis y 226 del Código Penal que realizó el ex gobernador de
Mendoza, Alfredo Cornejo.
Así lo decía,
plácidamente, en los medios macristas
¿Cómo le fue a Cornejo como gobernador?
Todos los indicadores objetivos
son desastrosos.
- El PBG (Producto Bruto Geográfico, el “tamaño” de la economía de la provincia) cayó 6%. El producto per cápita cayó mucho más.
- El desempleo creció 150%.
- La deuda pública creció 400%. Además pasó de estar nominada en pesos a dólares, locura que concluyó con su heredero, Rodolfo Suárez, declarando el default.
Mientras aplicaba las políticas
que produjeron esos resultados, Cornejo no tenía ninguna pretensión
autonomista, al contrario, humilló la provincia poniéndola al servicio del
vendepatria. Tan servil fue que le regaló una mina de oro a Macri. Ojalá
estuviera haciendo uso metafórico del lenguaje.
No fue el único caso. Intentó
entregarle “La Remonta”, 100.000 has. del mejor campo mendocino, además del
agua (la clave en el desierto) para los emprendimientos paperos (exótico en la
zona) que tienen con titular figurativo a los Calcaterra.
Es decir, Cornejo, además de
disciplinarse políticamente al proyecto más centralista de la historia, de
arruinar la economía mendocina en aras de un partidismo político, entregó parte
de las riquezas más preciadas del patrimonio de todos los mendocinos como
sobornos –vaya a saber a cambio de qué- al clan Macri. No al Estado Nacional, a
la familia Macri. Uno tiene ganas de parar el mundo hasta ordenar estos hechos
insólitos. Todo esto es información pública.
Pero eso no es lo peor que hizo
Cornejo.
Más trágica aún es la violación
sistemática de las garantías y derechos constitucionales, el avasallamiento de
las instituciones.
Una Legislatura convertida en
escribanía, que le votó todo lo que quiso, le permitió nombrar más jueces que
nadie antes. Más de un tercio de todos los jueces de la provincia de Mendoza
fueron nombrados por Cornejo.
Este miércoles su heredero,
Rodolfo Suárez, hizo jurar a escondidas, en un “acto privado y sin anuncio
previo” a María Teresa Day como miembro de la Suprema Corte provincial. El
sigilo tiene que ver con que el nombramiento está judicializado y se concretó
en una bochornosa sesión legislativa sin participación opositora. Day no reúne
los requisitos que la Constitución de Mendoza exige para el cargo. No fue impedimento.
Con Day consiguen la mayoría partidista automática, completamente subordinada
al Poder Ejecutivo.
Párrafo aparte merece la renuncia
del anterior presidente del tribunal a quien presionaron con carpetazos y
aprietes públicos del gobernador. Era un radical, lo que muestra que no es una
cuestión de afiliaciones.
Resulta imposible hacer un racconto exhaustivo de todos los
atropellos institucionales de Cornejo. Van desde criminalización de la protesta
social, carpetazos a sindicalistas y políticos opositores, persecución
política, secuestros y torturas, como las que padeció Nélida Rojas y su
familia, despido de educadores por publicaciones en su Facebook personal,
tratar de soretes a los periodistas (no mereció ningún comunicado de FOPEA, ADEPA
ni SIP), hasta lo que al lector se le ocurra que pasa en un territorio
saqueado, empobrecido y feudalizado.
Trabajadores municipales hambreados y reprimidos |
Hoy la provincia está quebrada,
no ha pagado el aguinaldo de sus trabajadores, la Justicia está cooptada por
una mafia partidista, la censura se impone en los medios masivos, la corrupción
se extiende de la mano de la impunidad a todas las áreas de gobierno, hay
fundados cuestionamientos a la palabra pública y se sospecha que hay
circulación viral que es ocultada por el gobierno.
Corrupción generalizada |
Para el colmo de las paradojas,
lo que aduce Cornejo, en relación a incumplimientos del gobierno de Alberto en
relación a la presa hidroeléctrica Portezuelo del Viento, son totalmente
imputables a él. Fue Cornejo quien no hizo los estudios ambientales
correspondientes, fue Cornejo el que generó una situación insostenible con el
resto de las provincias de la cuenca, y, fue Cornejo, el que junto con Macri,
no pusieron un peso para la obra, todo lo que hicieron fue dejar papelitos
firmados, que, de eso, saben un montón. Es ahora Alberto quien tiene que poner
la plata.
Es todo lo contrario de las
bravuconadas propagandísticas. Mendoza está en una decadencia
económica, política, judicial, comunicacional irreversible si no es salvada por
las reservas democráticas de las fuerzas nacionales y populares.
Necesitamos que la Nación
intervenga para rescatarnos de estos tiranos decadentes.
Cuando sentimos que las palabras
no alcanzan para explicar la realidad suelen acudir en nuestra ayuda los
artistas. Es el caso de Les Luthiers, que hicieron, hace años, un himno para los
desvaríos de Cornejo.
*docente y periodista argentino, de Mendoza.
Esta calamidad tiene el sello de la complicidad de las empresas de "prensa" mercenaria untada con fabulosas pautas publicitarias. Todavía hay miles de personas que no saben que "el rey está desnudo"
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