domingo, 12 de enero de 2025

Venezuela triunfadora


Por Carlos Almenara

Finalmente, Nicolás Maduro juró su tercera presidencia. Los ataques mediáticos y las operaciones de desestabilización fueron feroces pero, hasta ahora, infructuosos.

El 28 de julio del año pasado, en medio de una fuerte presión internacional, se realizaron elecciones presidenciales en Venezuela. Una situación incómoda para la OEA y Estados Unidos que habían reconocido a Juan Guaidó como presidente venezolano, y entonces tuvieron que “fingir demencia” y apoyar a la oposición venezolana en elecciones organizadas por el gobierno real del país. Recordemos que Guaidó se había autoproclamado como presidente en una plaza pública.

Hay tantas preguntas que es difícil saber por dónde empezar. Guaidó recibió la administración de miles de millones de dólares que Estados Unidos literalmente robó a Venezuela. ¿Qué pasa con esa plata? ¿O con las decisiones de la OEA con el voto de un representante de Guaidó?

Luego de idas y vueltas por parte de la ultraderecha alineada con Estados Unidos y después que todas las fuerzas opositoras (que en Venezuela hay varias) legitimaran el proceso electoral, eligieron a Edmundo González Urrutia como candidato para participar de esos comicios.

Esa fuerza política, con la jefatura de María Corina Machado y el apoyo de la OTAN, denunció fraude antes de las elecciones, durante las elecciones y después de las elecciones. Nueve candidatos presidenciales firmaron un  compromiso de reconocer los resultados, Urrutia no. Hay un tema insoluble, si ud. no reconoce al gobierno, al Consejo Electoral (que tiene representación pluripartidaria), al Tribunal Supremo, ni a los jueces, entonces ud. no debería participar de las elecciones. Es decir, son los órganos legítimos y legales del estado de derecho venezolano los que dirán el resultado. Como es lógico esperar, desde una ilegitimidad radical que la ultraderecha asigna al gobierno de Nicolás Maduro y al conjunto de las instituciones estatales, no se puede participar de elecciones, pero tampoco ocupar bancas ni gobernaciones, porque, si el régimen es ilegítimo, ¿qué hace ud. en esa banca? Esa es la inconsistencia que las sucesivas derechas, profundamente corruptas, no pueden superar. Deberían devolver bancas y gobernaciones opositoras (que las tienen y en buena cantidad), cosa que no hacen porque por un peso venden a su madre,… y la entregan.

Venezuela tiene un sistema electoral con máquinas de votación electrónicas. En la reunión del Consejo Nacional de Defensa del 12 de agosto de 2024, emitida en cadena nacional, la ministra de Ciencia y Tecnología, Gabriela Giménez, explicó la ferocidad del hackeo sufrido no sólo por el sistema electoral sino por todo el Estado. Se puede ver en 1h.42m. de este video:


El Consejo Nacional Electoral se demoró unas horas producto del hackeo, pero la noche de la jornada comicial publicó los resultados provisorios: Maduro 51,2%, Urrutia 44,2% y luego otros candidatos. La oposición renegó del resultado, volvió a denunciar fraude, como había hecho durante todo el proceso, y sostuvo que Urrutia ganó 70 a 30, así, redondo. Como es de uso, el CNE realizó el conteo definitivo que amplió unas centésimas la diferencia a favor de Maduro.

Frente a la presión internacional, el presidente pidió al máximo órgano de Justicia la verificación del proceso electoral, instancia habilitada por la legislación. El Tribunal Supremo se abocó a la cuestión, reclamó la documentación al Consejo Electoral y pidió las actas a todos los partidos participantes. Recordemos que hubo 10 candidatos. Nueve presentaron las actas, uno no, adiviná quién. Exacto, González Urrutia no presentó las actas.

Sí presentaron actas Urrutia y Machado en una página web. Esas actas tienen un valor legal cero, contienen información imposible de constatar o que, en los casos en que se constató, resultó falsa, y, como se ha demostrado en investigaciones periodísticas, constituyen imágenes editadas. Ver: https://misionverdad.com/venezuela/en-tinaquillo-se-derrumba-la-credibilidad-de-las-actas-opositoras

El Tribunal Supremo revisó la información del CNE, la de los fiscales de todos los partidos y validó todo lo actuado.

Por ello, este 10 de enero asumió Nicolás Maduro para su tercer período presidencial.

Venezuela es, por lejos, el país que más crece actualmente en América Latina, a un ritmo de 9%, verdadera “tasa china”, de los mejores tiempos. El gobierno inicia un llamado a los migrantes para que vuelvan a su país y postula un plan de 7 Transformaciones para el desarrollo, alineado en la construcción de un mundo multipolar de la mano de los BRICS.

La militancia de la prensa hegemónica calumniando, burlándose de las autoridades legítimas de Venezuela merece un análisis que no podemos hacer aquí, basta mencionar que buena parte de ella pide que Estados Unidos invada Venezuela. En realidad gran parte de la derecha venezolana e internacional pide lo mismo. Hay cosas que deberíamos decir más despacio, el desprecio que cualquier persona de bien debe tener hacia alguien que pida algo semejante es total. Vale, en este caso, dedicarles a estos verdaderos cipayos este fragmento que Carlos Bardem destina a los fascistas:


América Latina, efectivamente, vive una emergencia democrática y de Derechos Humanos. Sólo por nombrar tres casos:

  • Ecuador atraviesa un autogolpe por parte de Daniel Noboa quien acaba de nombrar una vice nueva porque se peleó con la que votó la gente y amenaza encarcelar al presidente del Congreso. Mientras tanto, encubre a militares que asesinaron de manera horripilante a cuatro niños. Casi cero tratamiento por la prensa hegemónica.
  • Perú tiene una presidenta que llegó por un golpe de estado contra Pedro Castillo, a quien mantienen encarcelado con prisión preventiva. En el mundo del revés, Dina Boluarte desconoce la legitimidad de Maduro. 
  • Otro activo militante contra Venezuela es el salvadoreño Nayib Bukele, cuyo régimen no pasa ningún examen de cumplimiento de Derechos Humanos ni de democracia. Dice que ganó con el 85% de los votos. Toda persona sensata sabe que eso es imposible o que algo así sólo se produce en un régimen totalitario donde las fuerzas opositoras no pueden desplegarse.

O vengamos a la misma Argentina. En casi todos los medios infecciosos de comunicación masiva no te dicen nada de estos casos y te presentan a Maduro como dictador. Sin embargo en Venezuela hay legisladores opositores, gobernadores opositores, prensa opositora, marchas opositoras y candidatos opositores. Sin ir más lejos, la libertad de Corina Machado para hacer sus marchas es algo de lo que carecemos en Argentina, cualquier reclamo es reprimido o multado.

Una nota especial merece la mentira que fue tapa de Clarín y destacado de varios medios: la supuesta detención de Corina Machado el 9 de enero. Un verdadero papelón, una obscenidad, sobre la que esos medios tóxicos todavía no piden perdón a sus audiencias.

A pesar de todos los ataques, Venezuela mira el futuro de pie, con soberanía y dignidad.

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