domingo, 14 de junio de 2015

El mundo con un referí bombero


por: Carlos Almenara
14 de junio de 2015


La figura del referí bombero es ampliamente conocida entre todos los que de chicos hicieron algún deporte o jugaron a algo designando a alguien como árbitro. El icónico William Boo asumía el papel en Titanes en el Ring. Todos sus fallos eran flagrantes injusticias que beneficiaban al luchador rechazado por la audiencia.

La metáfora deportiva no es casual, una de las claves de la geopolítica actual es qué pasa con la FIFA. Es ampliamente conocido que existe una investigación por corrupción de sus máximas autoridades, algunas de las cuales están detenidas. El presidente Blatter “puso el cargo a disposición” y no se sabe bien qué quiere decir eso.

Cualquier lector bastante desinformado sabe desde tiempos inmemoriales que la Federación del Fútbol es un antro de corrupción. Esta investigación lleva varios años. Lo mismo se ha imputado al Comité Olímpico.

¿Por qué aparece ahora esta investigación? Quienes miran la geopolítica, los rusos primero, dicen: porque nos quieren sacar el Mundial.

2018 corresponde a Rusia la organización del Mundial de fútbol, país que le ganó la pulseada a Gran Bretaña. 2022 a Catar que se impuso sobre Estados Unidos. No demoró más que unos pocos días en confirmarse que la investigación “abarcaría la decisión de las plazas de los mundiales”. Una investigación realizada en Estados Unidos y comandada por la recientemente designada por Obama procuradora.

La ofensiva, como suele ocurrir, no se compone de un sólo elemento. Paralelamente la reunión del G 7 de esta semana amplió las sanciones a Rusia. Sanciones que a decir del presidente norteamericano están horadando la economía rusa.

La estrategia ya lleva un tiempo largo y ha tenido un territorio de desarrollo en Ucrania. Primero con un golpe de nuevo tipo, con una especie de “pueblada” contra el presidente Yanukovich. Estas “puebladas” tan especiales, con los medios de comunicación organizando el gran foro nacional de “linchen al gobernante” mientras el embajador estadounidense distribuye galletas entre los “manifestantes”. Una imagen de algo visto hasta el cansancio. ¿Vista por aquí? Parece que sí.

La escalada en Ucrania continuó. Incluye el derribo de un avión de Malasia Airlines en territorio del este ucraniano. Desde que aconteció, Rusia sostiene su inocencia y la de las milicias separatistas. Recientes pruebas avalan la tesis de que el misil que lo derribó vino de una zona controlada por Kiev. Sin embargo el canciller ruso, Sergio Lavrov, cuestiona la investigación holandesa “por alejarse de los protocolos y basarse en ‘informes de la prensa’”. Cualquier parecido a investigaciones judiciales que se cursan por estas tierras no es pura casualidad.

No obstante, en el transcurso del lapso de un año, ese hecho sirvió para que el G 7 aumentara las sanciones a Rusia.

En los conflictos que se cursan en oriente próximo, empezando por la calamidad Siria, es imposible ocultar la mano imperial estadounidense. Thierry Meyssan en Red Voltaire sostiene que “Los gobiernos occidentales ya ni siquiera tratan de esconder el uso de yihadistas. ¿Ejemplos? La OTAN derrocó a Kadhafi utilizando a al-Qaeda como fuerza terrestre; Israel sacó a los “cascos azules” del Golán y los reemplazó por los hombres de al-Nusra; la coalición internacional contra el Emirato Islámico permitió que los yihadistas tomaran Palmira para perjudicar al gobierno de Siria”. La denuncia incluye la responsabilidad occidental de la destrucción del patrimonio de la humanidad que luego denuncian como “la prueba del salvajismo irredimible”. Sin embargo, dicho mal y pronto, son ellos.

Cada hecho, incluyendo lo ocurrido en Argentina con la denuncia de Nisman, se inscribe en un tablero internacional de un capitalismo financiero decidido a llevarse el mundo por delante.

Volviendo al caso FIFA, actualiza un viejo patrón de funcionamiento del imperialismo estadounidense: el carpetazo. Sabían hace años, tenían las pruebas hace tiempo. Las sacaron cuando las necesitaron.

El patrón se repite decenas de veces. Pasó con Manuel Noriega en Panamá. De informante y alfil de la CIA a narcotraficante que dio excusa a una invasión infame y asesina. Dos casos tiene en reserva el Departamento de Estado: Uribe y Cartes. El caso del colombiano Uribe es conocido. Santiago O’Donnell afirma en PolitiLeaks, los cables de Wikileaks, que según esos cables para Estados Unidos el presidente paraguayo es el mayor lavador del dinero del narcotráfico de Paraguay.

El mecanismo es claro, lo han usado innumerables veces, extorsionan, cuando el personaje no accede, sacan la carpeta y en última instancia, como en Panamá, invaden.

Con este tablero es muy curioso ver cómo hay gobernantes que se hacen los distraídos y firman Tratados de libre comercio que los someten a jurisdicción extranjera. El modo de actuar imperial, para cualquier persona decente, deja claro que el derecho internacional hoy es una ficción absoluta.

En Argentina seguimos escuchando peroratas acerca de la independencia de la justicia norteamericana y sobre la necesidad de pagarle a los fondos buitre. Uno no sabe si alguien puede ser tan bobo o el adjetivo debiera ser otro. ¿Estaría mal actualizar, con todas sus connotaciones, “vendepatria”?





No hay comentarios:

Publicar un comentario