La afirmación del encabezado es falsa. En
Argentina múltiplemente falsa.
Los proyectos económicos de concentración no
han mostrado mayor aptitud para hacer crecer la economía que los más
equitativos. Es decir, no es cierto que donde la gente pasó hambre o
privaciones hubo una acumulación y un crecimiento mayor que donde no.
De hecho, lo que los cientistas políticos
llaman “los 30 dorados”, los años posteriores a la II Guerra Mundial, fueron de
alto crecimiento, al tiempo que aumentaban derechos, salario real y protección
del trabajador. Fue el esplendor del “Estado de Bienestar”.
En nuestro país, la afirmación es doblemente
falaz. Nunca hubo redistribución de la riqueza. Es decir, cada vez que acumuló
la élite oligárquica, la riqueza fugó, jamás se distribuyó. Lo único que esos
grupos han distribuido es deuda externa de sus empresas que, socializadas por
Cavallo hemos pagado los argentinos. Incluso deuda del Grupo Macri, cuyo
heredero cierra el círculo pagando a Paul Singer y otros fondos buitres en
condiciones indignas.
Ah, y también han distribuido crisis
cíclicas, como la del “corralito”.
En Argentina nunca hubo distribución de la
riqueza. Hubo, en interregnos populares, creación más equitativa de riqueza, no
distribución de riqueza ya creada. Hubo, bajo ese tipo de gobiernos, resguardo
y avance en los derechos, protección al trabajador, seguridad social, educación
gratuita, salud universal... Y cuando hubo todo eso se creció más que cuando no
hubo.
La frase de Cornejo no es nueva, fue la
insignia de la década menemista. En general es una de las preferidas de los
neoliberales. En el fondo, como casi toda la teoría económica ortodoxa, no es
más que una excusa mentirosa para presentar como justo que unos pocos se queden
con casi todas las cosas mientras las mayorías apenas subsisten.
Aunque, en realidad, quizás debemos mirar
bajo una nueva luz la frase Cornejo. Como ocurre con cada una de las frases de
Macri. No hay una sola que sea verdad. Muchas tampoco son necesariamente
mentira, es la inversión del significado que le conocíamos previamente a las
palabras.
Si así fuera, ahora se estaría
re-distribuyendo entre los amigos de Macri riqueza que fue creada por los
argentinos durante los doce años previos.
Ahí sí se produciría el ciclo: creación de
riqueza con inclusión social al término del cual una minoría oligárquica se
apropia, se re-distribuye a sí misma, la riqueza nacional.
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