Por Carlos Almenara
En su primera victoria legislativa luego de
las elecciones, el macrismo frustró el proyecto oficialista de presupuesto
nacional para 2022. Con 132 votos en contra y 121 a favor del proyecto del gobierno,
Cambiemos lideró el rechazo a la llamada “ley de leyes”.
No es sorpresa, resulta totalmente esperable
toda vez que la conducción de esa entente política, mediática y judicial
decidió hace tiempo encarar el camino de la sedición y no el de la participación
institucional.
La vocación golpista de Cambiemos se expresa,
entre otras cosas, en el fuerte componente histriónico de los agentes que
encarnan el guion. Así, Cristian Ritondo marcó la posición del macrismo
fingiéndose enojado con un discurso de lo más mesurado de Máximo Kirchner e
iniciando el reiterado “nado sincronizado” de los medios hegemónicos golpistas.
Pusieron en el jefe de bloque del Frente de Todos en Diputados la
responsabilidad del rechazo.
VER VOTACIÓN NOMINAL DEL PRESUPUESTO EN DIPUTADOS
El nado sincronizado de los medios macristas
De la necesidad, virtud
Lo que pareció una derrota política del
Frente de Todos, analizado más detenidamente, presenta una oportunidad.
Ha sido una constante desde la recuperación
democrática que los gobiernos tengan su presupuesto. Con mayoría parlamentaria
o sin ella, todos tuvieron su presupuesto aprobado. Se entendió como un acuerdo
democrático implícito que quien ejerce el Poder Ejecutivo tiene legitimidad
para implementar sus planes de gobierno. Los oficialismos no siempre han tenido
el voto opositor pero sí el quórum, o levantar una cantidad de legisladores a
la hora de votar, etc. La única excepción a ese pacto cívico fue el Presupuesto
2011 que le escamotearon a Cristina. Y 2022.
Pero veamos, ¿qué pasó en 2011? Fue reelecta
Cristina... Ohhh. La oposición tardó en caer en la cuenta.
La misma Cristina ha referido estos días que
las situaciones son incomparables porque en aquel momento Néstor nos había
sacado el yugo del Fondo Monetario y Argentina crecía a ritmo acelerado luego
de la crisis de las hipotecas de 2009.
Es que la Ley de Administración Financiera
autoriza al Poder Ejecutivo a prorrogar el del presente año en una contingencia
como ésta. Y dado la posibilidad de reasignar algunas partidas, y, sobre todo,
en un contexto inflacionario como el nuestro, carecer de presupuesto es dejar a
discreción del presidente el destino de los fondos.
En su columna del programa radial Temprano
para Imposibles, el economista radicado en Mendoza, Carlos Rojo Font lo explicó
claramente:
Columna de Carlos Rojo Font en TpI
https://archive.org/details/carlos-rojo-font-columna-tp-i-17122021
Una misa de lamentos
Caídos en la cuenta, los gobernadores
opositores se reunieron ¡a pedirle al presidente que vuelva a mandar el
presupuesto!
Los gobiernos provinciales perdieron todas las obras previstas en el presupuesto oficialista que, contrariamente a la cantinela macrista, era bastante equilibrado y no dejaba gobernadores “sin techo”. Ahora se les llenó el horizonte de preguntas.
¿Si
vos fueras Alberto Fernández qué harías?
La situación otorga al presidente una
herramienta insustituible para fortalecerse frente a una oposición que utiliza
sus curules, sus jueces, y sus
gobernaciones para derrocarlo. ¿Debería Fernández resignar uno de los pocos
instrumentos que “cayó” en su camino para defenderse (y defendernos) de la
sedición sistemática? Si lo hiciera, merecería lo que el destino le depare. El
problema es que nosotros no merecemos volver a estar gobernados por la mafia
macrista.
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