miércoles, 22 de septiembre de 2010

La persistencia de aquel sistemático ataque a la población

Comentario bibliográfico

La persistencia de aquel sistemático ataque a la población

Por: Carlos Almenara
c.almenara@hotmail.com



Silencio por Sangre
La verdadera historia de Papel Prensa
Daniel Cecchini y Jorge Mancinelli. – 1ª. ed. – Buenos Aires, Perio Mundo, 2010

Impura
¡Firmá, impura, o te mato! Le decían a Lidia Papaleo de Graiver sus torturadores los primeros meses de 1977 en una celda de Puesto Vasco. Lo que debía firmar era la cesión de acciones de la empresa productora de papel de diarios que había sido de su marido, muerto en un accidente aéreo y que ahora le pertenecía a ella y a su hija de un año, María Sol.
A Lidia, las torturas le destrozaron el abdomen y los pechos. Los golpes le producían un constante estado de confusión. Le generaron un tumor cerebral que le fue operado en el mismo centro clandestino.
En Puesto Vasco era “la impura”. Se había casado con un judío. La saña contra los judíos fue especial durante la dictadura. La saña contra las mujeres también. También contra los homosexuales. Lidia cuenta que mataron niños en ese antro porque los padres no decían lo que querían sus torturadores.

La pureza, esencia de fascismo
La búsqueda de una supuesta pureza racial, sexual, ideológica o en el aspecto que se quiera es un concepto fundante de los totalitarismos. En Argentina ha tenido una extensa y lamentable vigencia.
Los festejos del bicentenario tuvieron una enorme trascendencia porque, precisamente, rompieron con el relato de nuestra historia que contenía la génesis del exterminio. La idea de pureza, la pretensión de que existe una esencia de lo nacional, de lo patriótico, que quien no posee los atributos que alguien dispone en nombre de la Nación y la Patria, no tiene derechos.

De lo que hablamos
Clarín y La Nación se apropiaron de Papel Prensa. Lo hicieron utilizando a las Fuerzas Armadas como tropa propia. Papel Prensa es la única productora nacional de papel para diarios y le permitió a Clarín comenzar con la concentración de medios. Vendían caro a otros y barato a ellos mismos aplicando lo que se denomina “precios de transferencia”.

La publicación de Silencio por sangre hecha luz sobre un hito central de los años de plomo y muerte, explica por qué la dictadura fue cívico – militar y no sólo militar. Los coautores civiles habían utilizado hasta ahora la estrategia del camuflaje, se habían presentado como demócratas, pero las pruebas los incriminan. Este libro es una de ellas.
Las revelaciones de Silencio por sangre, luego corroboradas y ampliadas en el Informe Papel Prensa presentado por la comisión al efecto creada en el ámbito del Ministerio de Economía y por testimonios conocidos a posteriori de la edición del libro, forman parte de la cuestión principal en el debate público actual: la discusión entre la política y el poder oligárquico que se expresa en la concentración mediática.
Silencio por sangre retoma la senda del mejor periodismo de investigación en Argentina. Busca hechos, recaba testimonios, datos, conexiones, documentos. Las interpretaciones tienen base argumental y fáctica. Las especulaciones refieren a conexiones fundadas. Decimos con esto que la investigación de Cecchini y Mancinelli no forma parte de la abundante producción de libelos psicologistas sin conocimientos psicológicos. No estamos hablando de panfletos propagandísticos del estilo “qué les pasó”, propaganda sin ningún asidero fáctico y sólo apuntalada por una “realidad” que inventan en la tele y reproducen en amañadas interpretaciones creativas. Siempre basadas en caracterizar un personaje.
No, aquí volvemos a los hechos. Aquí recuperamos una tradición que como recuerda Eduardo Anguita en el prólogo tiene a Rodolfo Walsh como puntal estilístico.
Pero no sólo en este punto recordamos a Walsh. Este trabajo discute las construcciones de sentido en la sociedad de su tiempo. Discute interpretaciones.
“La prensa argentina está a la altura de este compromiso” afirmaba con satisfacción Jorge Rafael Videla poco después del golpe. Por supuesto que se refería a Clarín y La Nación entre otros. ¿Puede la democracia argentina expresar igual satisfacción con su prensa? ¿No es hora que la democracia pueda decir lo suyo?
Por eso Silencio por sangre no es sólo el relato de lo que pasó, es junto con el informe del la Comisión del Ministerio de Economía y los testimonios posteriores, un instrumental imprescindible para dirimir el presente, para construir el futuro.
Los apólogos de Videla son también los jefes del conglomerado opositor. Son los mismos golpistas de entonces, ahora sin Fuerzas Armadas. Intentaron un golpe en 2008 con el estilo del que luego se concretó en Honduras.
Fallaron, no tienen retorno. La gesta del pueblo argentino que lo evitó todavía está por contarse. Lo que es mejor, todavía la política puede transformar estructuras para que estos grupos no capturen más el Estado. Pero para entender por qué el pasado se reescribe en las acciones del presente, por qué el fascismo de Clarín haciendo apología de Videla o callando es el mismo que el de TN – Todos Ellos cuando manipula la información y hasta guiona los gestos, es necesario explorar estos antecedentes.
Silencio por sangre ilustra sobre cuestiones que tienen un interés especial. Para Mendoza, el caso Greco, que el juez Rafecas considera forma parte del “sistemático ataque a la población” que se producía por entonces. O las declaraciones de un ex propietario de un diario que vincula a Carrió con la consecución de los hijos de Magnetto.
El final está abierto. Tenemos las mejores expectativas de justicia.

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