Por: Carlos
Almenara
Otro 24 de marzo. Recordamos la tragedia
vivida por el país con su saldo de 30.000 detenidos desaparecidos, robo de
bebés, secuestros, torturas, censura, robo de bienes, saqueo del país, implantación
de un plan económico que enriqueció a una minoría y empobreció a las mayorías.
Recordamos que con la dictadura la riqueza cambió de manos, que la mayoría de
los jueces de entonces fueron cómplices y los medios hegemónicos copartícipes.
Que el horror se planificó y ejecutó desde el Estado.
En fin, una descripción que se repite cada
año para esta fecha. ¿Qué tiene de particular el 2020?
Éste es el primer año después de Macri. ¿Qué
tendría eso de particular?
Ese es el análisis que considero prioritario.
No es unívoco.
Buena parte del discurso público se orienta a
incluir al de Macri entre los gobiernos de la etapa democrática. Con
evaluaciones positivas o negativas. Los unos se identificarán sin más, si uno rasca
un poquito ratifica la tesis de esta nota, pero en general no se rasca. Los
otros dirán que fue un gobierno liberal o neoliberal, más o menos desastroso,
pero siempre en los cánones de la era inaugurada en 1983.
Yo soy muy de otra opinión.
Creo que el de Macri fue un gobierno
terrorista de estado que clausuró el ciclo democrático posdictadura y nos metió
en otra etapa. Aún no tenemos claro cómo definirla, pero es otra cosa.
Macri trajo a estos tiempos lo mismo que la
dictadura.
No hace falta decir lo obvio. No desconozco
que Macri no dejó 30.000 detenidos desaparecidos. Como no desconozco que el
plan económico fue casi el mismo, que el saqueo fue muy parecido, que fueron
tan ladrones unos como otros, que tuvieron a los mismos medios participando.
Hay diferencias. La dictadura debía realizar
sus torturas y secuestros de modo clandestino. Macri los hizo con gran
despliegue propagandístico televisivo. Básicamente el mismo objetivo. La
dictadura mandaba un grupo de tareas a secuestrar un opositor. Macri ponía un “periodista”
a calumniar a alguien, usaba un juez y policía para detenerlo y los medios
hacían propaganda de que el gobierno combatía la corrupción. En ambos casos un
opositor secuestrado, con ventaja para Macri.
Creo que no hace falta volver a argumentar
que no existió ninguna de las garantías que prevé la Constitución para los
enemigos políticos de Macri. Creo que es evidente que en ese plan sistemático
participaron Clarín, La Nación y otros medios.
La causa por secuestros y extorsiones de la
banda liderada por Marcelo D’Alessio y Daniel Santoro muestra claramente cómo
actuó el terrorismo estatal en la época de Macri. Pero hay decenas de grupos de
tareas similares.
El espionaje a Cristina muestra
incontrastable que fue un plan sistemático del que participó la ex SIDE, jueces
pero también periodistas como Luis Majul y medios como América y Clarín.
Lo que en la dictadura fue la “Oficina de lectura
previa”, que duró de marzo a abril de 1976 porque Videla se dio cuenta que
teniendo a La Nación, Clarín y otros semejantes era innecesaria una oficina de
censura, con Macri fue un “ahora empieza la guerra” de su operador “Pepín”
Rodríguez Simón a los dueños de C5N o Macri diciendo en un reportaje que los
jueces no hicieron lo que “habíamos acordado”.
Esto es lo que tenemos que aclarar: Macri no
fue un presidente democrático, Macri fue la actualización de la dictadura.
Tampoco hace falta una disquisición
sociológica profunda. Quien quiera ver lo que escriben en redes sociales,
concluirá rápidamente que los seguidores de Macri apoyan la dictadura. Aún hoy.
No lo esconden. Para ellos es fácil ver que Macri es la dictadura.
Terminemos con las simulaciones. Macri y su
gobierno fueron ajenos a la democracia.
La democracia posdictadura pudo salir sin
pactar con los golpistas. Básicamente por la derrota en Malvinas. Eso hizo
posible juzgarlos y edificar la política de Derechos Humanos que nos
enorgullece cada 24 de marzo.
La salida del terrorismo de estado macrista
parece más difícil. Conservan mucho poder. Y, aunque tuvieron su derrota, el
default de la deuda, sus consecuencias no llegaron a sentirse cabalmente con
ellos en el gobierno.
Esta vez parece que será más arduo llegar a
juzgar a los que mataron, torturaron, censuraron, calumniaron, encarcelaron,
robaron.
Que sea más difícil no cambia los hechos.
Memoria, Verdad, Justicia.
Mendoza, 24/03/2020
*Imagen manipulada.
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