lunes, 21 de enero de 2019

Lo más asombroso




La calamidad que padece Argentina es multicategorial pero podría sintetizarse sin pérdida de rigurosidad en el fenómeno político llamado macrismo. Como toda etapa histórica, reconoce continuidades, raigambres, ideas, culturas, políticas que Argentina ya vivió y que reaparecen; y también rupturas, novedades radicales de este tiempo.

Que es un gobierno neoliberal, que es conservador, que es autoritario, que miente descaradamente, ninguno de estos atributos son novedosos en nuestra historia. Todas estas características, que las tiene el macrismo, las analogará el analista con periodos diversos. Por ejemplo el recientemente sembrado, Osvaldo Bayer, asociaba el macrismo a la década del ’30. Muchos lo parangonan con la llamada “Revolución Libertadora”, el golpe de estado que derrocó a Juan Domingo Perón. Se lo ha visto emparentado a Onganía, a Menem por sus políticas. Y el clamor de la calle, con esa profunda, misteriosa e inasible sabiduría popular: “Macri basura, vos sos la dictadura”. Todas esas comparaciones son válidas y corroborables en multitud de hechos.

Lo que me inquieta, lo que quiero que desde el campo popular desentrañemos, porque resulta imprescindible para el combate, es lo nuevo del macrismo, que lo tiene y mucho.

Analizar todas las novedades sería, por supuesto, una tarea que me excedería y requeriría mucho más que un sólo texto.

Algo nuevo del macrismo es el modo de mentir. Nunca nadie mintió tanto. En realidad, no es que dijeron una, dos,... n mentiras; es que no dijeron una sola verdad. Cada enunciado de Macri es mentira. Pero no es simplemente mentira, es un engaño. No hay una sola aseveración de Macri, Marcos Peña y ese grupo íntimo que no sea una estafa.

Cómo esto se produce, porque no es sencillo, quedará para otra ocasión.

De lo nuevo que trajeron estos vendepatria, lo que me causa más asombro es cómo pudieron constituir un gobierno terrorista de estado con legitimidad (sin entrar en el asunto “fraude de 2015”) de los votos y relativa continuidad de la burocracia estatal.

Es decir, estos tipos implantaron un régimen de terror, de persecución y encarcelamiento a sus opositores con jueces y medios, y no tuvieron que cambiar más que un par de jueces.

Eso me parece asombroso.

No me parece asombroso que practiquen la persecución política, que encarcelen opositores o extorsionen gremialistas; me resulta insólito que lo hagan a la luz pública con jueces y fiscales que integran el sistema hace añares.

Por qué califico al macrismo como terrorista de estado.

En Argentina deberíamos tener fresca esta tipología. Consiste en utilizar todos los recursos estatales, violando el estado de derecho, para perseguir un grupo político, gremial, étnico, religioso, etc. Las garantías legales de ese colectivo no son respetadas y las instancias estatales actúan confabuladas.

Es lo que ocurrió durante la dictadura. Pero también lo que ocurre hoy. Que Gendarmería haya realizado una pericia trucha para decir que a Nisman lo mataron e insidiosamente con Clarín y La Nación responsabilizar a Cristina es un caso de terrorismo de estado.

La conversión de la UIF (Unidad de Información Financiera) y la Oficina Anticorrupción en organismos de persecución política es otro ejemplo de terrorismo de estado. Consiguen legitimación de los jueces cómplices para actuar como querellantes y mediante la querella tienen acceso a los expedientes que usan para cometer todo tipo de delitos contra sus víctimas.

La difusión de las escuchas personales de Cristina, con el famoso “yo, Cristina, pelotudo” es un claro ejemplo de terrorismo de estado del que son partícipes los medios criminales.

La extorsión abierta, por ejemplo, a Pablo Moyano, “si hacés tal cosa (un paro por caso) vas preso”, pero vas preso por una causa que te armamos, es terrorismo de estado.

El caso de Santiago Maldonado es prototípico del terrorismo de estado. No sólo por el hecho en sí, una desaparición forzada seguida de muerte, sino por la cadena encubrimientos de la que fue partícipe la canalla mediática. La conducción de Pablo Noceti y el ministerio de Patricia Bullrich en ese crimen es ostensible, incluye la supervisión de los jueces intervinientes por personal del ministerio.

El crimen de Rafael Nahuel, asesinado por la espalda por Prefectura y el encubrimiento subsiguiente, es terrorismo de estado.

Los anteriores son las muertes más resonantes, pero según el racconto de CORREPI, se cuenta más de un muerto por día por violencia institucional en el gobierno Macri.

El listado es burdamente incompleto. No es eso lo nuevo. Ya antes tuvimos asesinos en el gobierno. Lo nuevo es que hoy no es autoevidente y requiere una lucha política por el esclarecimiento.

Hace falta mostrar que las vejaciones a las que es sometida Milagro Sala y las decenas de presos políticos son incompatibles con el estado de derecho y con la democracia (al menos que como la hemos concebido desde 1983 y la entiende la Constitución).

La lucha contra el régimen debe ser frontal y reparadora. Y la recuperación de la democracia y el poder popular requiere la sanción ejemplar de todos quienes participaron de esta confabulación de terrorismo estatal, incluyendo la confiscación de todo el patrimonio de la familia Macri y la búsqueda de todos sus bienes ocultos a lo largo del mundo.

Un profundo análisis merecerá cómo dar vuelta como una media el aparato burocrático del Estado para que sea imposible una nueva humillación popular de estas características. Recordemos que la Justicia argentina avaló las dictaduras.

Desde ya es imposible la coexistencia de democracia y Grupo Clarín.

Demostrar lo que está a la vista pero aparece de modo engañoso por los medios criminales y el complot terrorista de estado es la gran tarea militante.

Recuperar la democracia requerirá que una vez, al menos, haya justicia.

viernes, 14 de diciembre de 2018

Palabra de Madres



En el marco del llamado nacional a la Marcha de la Resistencia de Madres de Plaza de Mayo, Madres de Mendoza realizaron una instalación en Plaza San Martín de la Capital provincial.


Allí presentaron un conjunto de postulados que orientan su acción desde hace más de 40 años. Esas ideas fuerza y principios no constituyen ninguna novedad, mas sí lo fue la ocasión para recordarlas y difundirlas.

El discurso de María



Resulta ilustrativo repasar los principios e ideas fuerza que se exhibieron

Los principios


Siempre luchar


No claudicar


No negociar


No callar


No perdonar


No olvidar


Además de estos principios, las Madres difundieron un conjunto de ideas fuerza vinculadas con la relación con nuestra historia pero también, y especialmente, con el presente.


Ideas fuerza y postulados


"Aparición con vida".

"No olvidamos. No perdonamos".

"Cárcel a los genocidas".

"Rebeldía para luchar. Coraje para seguir".

"Cabeza clara. Corazón solidario. Puño combativo".

"Resistencia y lucha hoy para la victoria de mañana".

"Solidaridad y lucha o hambre y represión".

"Luchar siempre. Retroceder jamás".

"Contra el hambre, que es un crimen".

"Por la libertad de los presos políticos del mundo y la cárcel para los represores".

"La falta de trabajo es un crimen".

"La resistencia continúa. No claudicaremos".

"Contra el autoritarismo cívico-militar".

"Contra la impunidad y la falta de trabajo, resistencia y combate".

"Vivir combatiendo la injusticia".

martes, 11 de diciembre de 2018

Dos años de terapia



"Por los niños ricos que tienen tristeza...” Carlos Menem

Como supo profetizar Carlos Menem, “la tristeza de los niños ricos” forma parte la agenda política.

La reunión del G20 en Argentina, entre los numerosos hechos destacables que dejó, produjo perlas que vale la pena señalar.

No me refiero a los caminos más recorridos: el presidente francés recibido por un “chaleco amarillo” o hablando francés con Michetti, a quien si no le entiende el español mucho más difícil es el francés mal hablado; ni a que se confundieran con el presidente chino; ni a que Macri quedara solo en el escenario a las señas ante la huida de Trump. Me refiero al que probablemente sea el mayor éxito político de Macri: su reunión con el presidente estadounidense en la Casa Rosada.

Un extraño bigote

Es conocida la disputa que Mauricio Macri tuvo con su padre. Explica la psicóloga Beatriz Goldberg, en Revista Noticias de febrero de 2018:

La lucha interna que tuvo su hijo Mauricio fue con una figura fuerte. Hubo momentos de desvalorización con los que tuvo que pelear. Ese intento por diferenciarse empezó con dejarse un extraño bigote, por ejemplo. Y siguió por dedicarse a otras cuestiones, porque en el área empresarial no podía competir contra Franco. Ser dirigente futbolístico fue el comienzo. Buscar la presidencia, la evidencia de que iba por todo. Apuntó a un lugar fuerte para poder pasar por encima del padre. Psicológicamente Lacan decía que para poder progresar había que hacer un “asesinato” del padre. Pasar por encima del cadáver. VER[i].

No podía competir con Franco en el área empresarial, entonces se dedicó a la política para consumar el parricidio simbólico.

Así que el enfrentamiento de Mauricio con Franco quizá no haya sido tan cruento para ellos como el de Edipo con Layo pero trajo a Mauricio hasta acá. O sea, para nosotros, ha sido sangriento.

Aunque en realidad habría que corregir a la psicóloga Goldberg y decir que sí compitió con Franco en los negocios. Con sus hermanos presentó una demanda por insanía para quedarse con sus bienes. Si declaraban “loco” al padre se quedaban con su fortuna. ¡Y lo consiguió! VER[ii].

De tragedia griega

Superó al padre. Luego de presidir Boca, fue diputado, jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y presidente.

Sólo Dios sabe a cuánto ascenderá su patrimonio cuando podamos conocerlo pero probablemente sea una de las personas más ricas del mundo.

Es decir, derrotó a su padre en toda la línea.

Y a interpretar de las cosas que dice y hace, la reunión con Donald Trump fue el do de pecho de su triunfo. Mauricio, presidente de la Argentina, sentó en su oficina al presidente de los Estados Unidos, la potencia a la que hoy aparecemos completamente alineados. No solo lo recibió en su despacho, se trataron como amigos.


Su amigo, Donald Trump, contó que conoce a Mauricio hace tiempo, que era un joven buen mozo; pero que quien era, verdaderamente, un campeón... era el papá. Dos años de terapia.


viernes, 15 de junio de 2018

Hoy gobiernan contra la Reforma Universitaria




Estamos pisando sobre una revolución, estamos viviendo una hora americana (Manifiesto Liminar)

Si en nombre del orden se nos quiere seguir burlando y embruteciendo, proclamamos bien alto el derecho sagrado a la insurrección. (Manifiesto Liminar)

Mendoza, 15 de junio de 2018

Por: Carlos Almenara

Hoy, 15 de junio, se cumplen 100 años de la Reforma Universitaria. Una revolución de los estudiantes que imprimió un vigor a la educación argentina que matriza hasta hoy nuestros imaginarios sobre las instituciones de nivel superior.

Con un gobierno del que ¿participa? la UCR, que consagró la reforma en nuevos estatutos para las Universidades durante el gobierno de Hipólito Yrigoyen, uno supondría que la fecha no pasaría desapercibida. Pero sí. Están escondidos y no es para menos.

La reforma fue un movimiento originado en los estudiantes de Córdoba y tuvo resonancias en todo el continente e incluso en Europa.

Los principios que consagró esta revuelta pueden recorrerse en este link http://uncuyo.edu.ar/reforma/ de la Universidad de Cuyo. Allí se mencionan: autonomía, cogobierno, acceso por concurso y periodicidad de las cátedras, docencia y asistencia libre, educación gratuita, asistencia social para estudiantes, docencia e investigación, extensión universitaria, solidaridad latinoamericana.

Es muy impactante que esa página, la página oficial del Rectorado de la Universidad Nacional de Cuyo, ilustre su reseña de la reforma con fotos de la creación de esa casa de estudios.

Si hay una Universidad radicalmente antirreformista en su génesis es la de Cuyo.

Cuenta Pablo Lacoste en “Los ‘gansos’ de Mendoza” (pp. 111 y sgts):

“Desde el principio, las autoridades de la UNC debieron tomar medidas para evitar las manifestaciones de protesta estudiantil. El rector Correas sostenía que ‘hay que desterrar de los claustros todo intento o pretexto político. Las luchas electorales en la universidad son monstruosas. Es un absurdo argentino que no debe mantenerse y que se debe extirpar de cuajo’”.

Evitamos al lector el recuerdo del antisemitismo del primer rector de la Universidad de Cuyo que sigue en el texto.

Pero Daniel Pizzi, el actual rector de la Universidad de Cuyo, ilustra con esas fotos la reforma universitaria. Supina ignorancia. Aun de las investigaciones de sus propios correligionarios. Muy preocupante, aunque menos que los reportes que nos llegan acerca de las dificultades lectoras del rector.

Ciertamente el modelo de la reforma, el sustento de su gobierno en su “demos”, constituido primero por los estudiantes, sus aspiraciones de proyección social, su modernismo y espíritu crítico posibilitaron las épocas más gloriosas de la Universidad argentina: los ’60 hasta la “noche de los bastones largos”, la Universidad de Néstor y Cristina.

El momento actual para las universidades no puede ser más aciago. Perdón, sí puede, y lo será. El acuerdo con el FMI nos retrotrae a la conocida cantinela de la derecha sobre la “necesidad del ingreso restricto y el arancel”. No en otra línea deben leerse las declaraciones de la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, “¿Es justo llenar la provincia de universidades públicas cuando todos sabemos que nadie que nace en la pobreza llega a la universidad?”. La perversidad no puede ser mayor. Nunca se vio gobernantes tan miserables que escupan así sus burlas a la cara del pueblo. Lo que en los ’90 decía Menem (y el FMI) era igual en los hechos pero por lo menos no nos hacía burla de esta manera. Inventaban una explicación de que “era más rentable la inversión en escuela primaria que en universidad y que, entonces...”. Vidal se nos burla en la cara. Por otro lado, con mentiras, sí llegan pobres a la universidad y hay que abrir más universidades para que lleguen más.

No es la única afrenta a las universidades y los principios reformistas.

Por caso, allí están los atropellos por parte de las policías en varias universidades. Caso destacado, pero no único, Jujuy. Verhttp://www.perfil.com/noticias/politica/polemica-en-jujuy-la-policia-irrumpe-en-la-universidad.phtml

La falta de proyecto, la inutilidad para el macrismo de una universidad que no sabe para qué podría servirle más que conchabar sus partidarios, la pone en la mira. Lo único que podría demorar el ataque sería una ofrenda de Macri a sus socios radicales, que, si ya no reformistas, al menos la usan para reclutar sus cuadros.

Un toque esquizoide adicional para enfermar a los mendocinos es la reivindicación como “reformistas” de funcionarios de la Municipalidad de la Ciudad de Mendoza. Sí, los mismos que multarían y llevarían presos a los estudiantes si hicieran una décima parte de lo de Córdoba en 1918. Imagine el lector que, en el paroxismo de la locura, ¡multaron a la Escuela Normal porque los chicos festejaron un ratito en la calle!

No existían en 1918, pero seguramente los reformistas aceptarían de buen grado inmiscuirse en lo que hoy son los Institutos de Educación Superior (IES) en nuestra provincia y que canalizan gran parte de la educación post secundaria. Están sufriendo un ataque impiadoso. Justo el año del centenario de la reforma universitaria, Cornejo saca un decreto que restringe su autonomía, banaliza sus autoridades, ajusta y achica el nivel. Para colmo, con una carencia de ideas, con una falta de proyecto, que alarma.

El documento que refleja y sintetiza la Reforma Universitaria es el Manifiesto Liminar.

Invito al lector a visitarlo, a leerlo, a reflexionarlo. Hacer click aquíhttps://www.unc.edu.ar/sobre-la-unc/manifiesto-liminar

Y lo dejo con algunas de sus frases que, estoy seguro, buscará ampliarlas en el original porque es un documento (el Manifiesto) y un hecho (la reforma) sumamente relevante de la historia argentina, sumamente inspirador.

(la reforma) sostiene que el demos universitario, la soberanía, el derecho a darse el gobierno propio radica principalmente en los estudiantes.

Los gastados resortes de la autoridad que emana de la fuerza no se avienen con lo que reclama el sentimiento y el concepto moderno de las universidades.

Se nos acusa ahora de insurrectos en nombre de una orden que no discutimos, pero que nada tiene que hacer con nosotros. Si ello es así, si en nombre del orden se nos quiere seguir burlando y embruteciendo, proclamamos bien alto el derecho sagrado a la insurrección. Entonces la única puerta que nos queda abierta a la esperanza es el destino heroico de la juventud. 

Los actos de violencia, de los cuales nos responsabilizamos íntegramente, se cumplían como en el ejercicio de puras ideas. Volteamos lo que representaba un alzamiento anacrónico y lo hicimos para poder levantar siquiera el corazón sobre esas ruinas. Aquellos representan también la medida de nuestra indignación en presencia de la miseria moral, de la simulación y del engaño artero que pretendía filtrarse con las apariencias de la legalidad. 

El sentido moral estaba oscurecido en las clases dirigentes por un fariseísmo tradicional y por una pavorosa indigencia de ideales.

A la burla respondimos con la revolución. 

...haber firmado mil estudiantes sobre el mismo pupitre rectoral, la declaración de la huelga indefinida.

Hicimos entonces una santa revolución y el régimen cayó a nuestros golpes.

Recojamos la lección, compañero de toda América; acaso tenga el sentido de un presagio glorioso.

La juventud universitaria de Córdoba, por intermedio de su Federación, saluda a los compañeros de la América toda y les incita a colaborar en la obra de libertad que inicia.




domingo, 10 de junio de 2018

Constructor de mundos y del mundo




Uno habla poco en redes de su familia por temor a los macristas asesinos, esos que amenazan, extorsionan... esos que expresan simbólicamente, mejor que otros hechos, el terrorismo de estado que asola Argentina.

Hoy lo haré.

Se fue mi viejo.

Fue un tipo valiente, luchador, honesto, inquieto, estudioso, interesado por el mundo.

Un audaz constructor de mundos y del mundo.

No fue militante pero siempre estuvo conteste de las buenas causas y abierto a la sensibilidad altruista.

Quiero que sepan todos, y que sepan también ellos, que para las cosas buenas que vinimos a hacer tenemos ejemplos y raíces.

Por su formación no tendría dudas en la necesidad de juntarse contra los fascistas, contra los que meten palos, contra los milicos cuando se convierten en ejércitos de ocupación.

No merecemos estar sometidos por una manga de garcas criminales. No merecemos la opresión, aunque la vendan por televisión.

Eso me enseñó mi viejo. Creo que hay millones como él que nos señalan la luz al final del túnel: el día que nos saquemos de encima a estos vendepatria.

A Carlos A. Almenara (padre) In Memoriam. (15/06/1945 - 08/06/2018)

sábado, 10 de marzo de 2018

Derechos de la mujer y emancipación


Este 8M cientos de miles de mujeres se manifestaron por reivindicaciones de género.

Por supuesto hay buenas razones para que lo hagan y que los hombres las acompañemos o, como muchas de ellas piden, demos un paso al costado para que el protagonismo sea todo de ellas.

Reflexionar sobre el 8M tiene una enorme complejidad por lo variopinto de la convocatoria, por lo diverso y heterogéneo de los colectivos, por la multiplicidad de demandas, porque supone una mirada prospectiva respecto del grado de representatividad de las que salen en relación al conjunto de las mujeres, o de la población en general, etc.

Hay, sin embargo, un aspecto en que la militancia de género se vuelve analíticamente típica (en sentido weberiano). Representa entonces una cuestión central del pensamiento político.

Esto es, para plantearlo directamente, la militancia sectorial, los movimientos sociales ¿pueden construir una “mayoría democrática”?

La respuesta no es tan simple. Recorre buena parte del pensamiento de la teoría política de modo central o tangencial.

¿Son sumables los reclamos feministas con los campesinos, con los desocupados, con los Derechos Humanos? ¿Incluimos en esa suma los sindicatos? ¿Cómo construir una práctica o un programa común?

Esta es una cuestión que se plantea frecuentemente en varios sistemas políticos. Es recurrente en Estados Unidos. El Partido Demócrata es “el partido de las minorías”. Allí hispanos, afroamericanos, colectivos de género, sindicatos, tienen reflejo mayoritario. Pero el Partido Demócrata no siempre gana las elecciones. Tampoco pierde siempre las elecciones. Por supuesto, si usted hace la suma de todas esa “minorías” suman mucho más de la mitad de la población, por lo que debiera ser imbatible. Y si sumara menos debería ser imposible que gane.

Entonces, la representación política de las demandas sectoriales es contingente a la constitución de mayorías.

¿Nos parece distante la realidad estadounidense? Veamos más cerca. La década gloriosa de Nuestra América, la primera del siglo, tuvo en los movimientos sociales su pilar principal. Esto es aún visible en Bolivia. Evo, referente de los cocaleros, referente de los movimientos sociales, más radicalizado que sus compañeros de otros países, ha podido sostener el proceso hasta hoy con todo el viento y el imperio operando en contra.

Esto es, sólo cuando el reclamo sectorial se radicaliza, estratégicamente, con disciplina, organización, unidad y conciencia puede traducirse en transformaciones estructurales de las sociedades.

Los países que menos profundizaron, hoy viven una regresión a manos de sus oligarquías que da pena y aversión describir. Brasil, Argentina, Ecuador, son muestra de ello.

No alcanza la radicalización si no se suma estrategia y conciencia. Muchos son los ejemplos históricos de cómo fuertes demandas que tuvieron en vilo al mundo salieron “por derecha”, desde el mayo francés a la huelga de los mineros que fortaleció a Tatcher.

Alguien podría plantear que los pliegos de reclamos feministas perfectamente podrían integrarse en el collage posmoderno con que pretenden describirse estos gobiernos de derecha. Tres cosas al respecto:

  1. Estos gobiernos no son modernos ni posmodernos, son conservadores clásicos, filofascistas, con altísima carga de ideologización. Lo que digan para la gilada con sus Durán Barba y publicistas es harina de otro costal. Por lo que no son prescindentes en materia de teoría social.
  2. Desde la perspectiva de los colectivos de género, el corazón de los derechos reclamados está en la igualdad. Ni las brechas salariales, ni la violencia, ni el sometimiento, ni la trata, se solucionan (tanto como se puede hablar de solución cuando se considera una sociedad) si no hay un fuerte cambio cultural, político, social en materia de comprensión de la relación de géneros y en torno a la figura del patriarcado.
  3. Ni es coherente ni es sustentable un reclamo de igualdad de género sin igualdad política, social y económica. ¿Por qué sería justo luchar por la igualdad salarial entre hombres y mujeres mientras se acepta el trabajo esclavo de hombres y mujeres para un empresario capitalista? ¿Cómo podría limitarse el poder de ese empresario capitalista de maltratar a su mujer si se dio por “legítimo” que explote a sus trabajadores?

Da toda la impresión que la dirigencia feminista en Argentina tiene estas cosas muy claras.

miércoles, 27 de diciembre de 2017

El tema del “círculo rojo”*

Mucho se ha hablado del “círculo rojo”. Primero mencionado por Jaime Durán Barba, el asesor comunicacional del hoy presidente, luego por el mismo Macri reiteradamente.

¿A qué se refieren con “círculo rojo”?
Cada palabra de Macri y Durán Barba llevan una meticulosa planificación. No hay que tomar ninguna a la ligera. Cada una constituye un fragmento de una puesta en escena.
Macri (también Durán Barba) revolucionaron en varios sentidos el lenguaje político.
Las democracias modernas siempre contemplaron una apelación a la deliberación. La concepción democrática conllevó algún lugar donde se discutía.
El lugar no fue siempre el mismo. El modelo del ágora ateniense era, precisamente, el de la Asamblea en que todos (los ciudadanos) participaban. En las democracias decimonónicas predominaban lo que Bernard Manin denomina “partidos de notables”, caudillos o referentes con amplia capacidad de maniobra individual, que discutían (acordaban o no), normalmente en Parlamentos. Los partidos de masas modificaron los debates parlamentarios. Ahora no eran los legisladores los que expresaban pareceres individuales, sino que las argumentaciones parlamentarias expresaban la posición del bloque partidario. En la sociedad también las discusiones públicas eran organizadas según las referencias partidarias. Los legisladores actuaban con disciplina al partido. Las negociaciones las lideraban los jefes partidarios. Las “democracias de audiencias” (Manin) retornan a un escenario de disciplinas partidarias difusas y la deliberación tiene como ámbito privilegiado la televisión. Las intervenciones parlamentarias también tienen son utilizadas para la difusión mediática.
Sea en el Parlamento, sea en la discusión entre partidos, sea en un set televisivo, durante los últimos doscientos años hemos considerado que la democracia supone algún lugar donde se exponen argumentos, se intenta persuadir.
Macri anula todo eso. Con Macri estalla el lenguaje. No es que Macri mienta, que sería algo imputable a miles de candidatos, es que no dice una sola verdad. No intentamos aquí demostrar que Macri miente, para lo que bastaría recordar sus promesas de campaña, Fútbol para Todos, eliminación de impuesto a las ganancias, etc. Macri miente alevosamente pero ésa no es su especificidad.
En realidad, Macri, nos introduce en un nuevo estado de situación. Cada palabra dicha en cualquier tribuna, desde un discurso en el Congreso a una entrevista, representa un engaño. Estalló el argumento, explotó la idea misma de la deliberación. La idea de que una oposición, un debate, entre argumentos que buscan racionalidad y disputan la persuasión del auditorio sobre esta base, la racional, ya no va más.
Por supuesto, obturar la deliberación es una pérdida más a la democracia argentina. Implica, en el fondo, cercenar la democracia. Probar la degradación de la democracia tampoco es objeto de esta nota y hay hechos materiales lo suficientemente potentes que hablan por sí mismos: asesinatos políticos de las fuerzas de seguridad, presos políticos, jueces expulsados, macartismo mediático, causas judiciales armadas...
Decimos: Macri miente. Y miente, aunque en realidad no es exactamente la idea que tenemos de mentir. En realidad, no es que miente exactamente, es que engaña, es que cada palabra contiene un ardid, que hace pensar al receptor que entendió cuando en realidad lo que entendió está lejos del sentido de la comunicación.
Veamos un caso: trabajo de calidad.
“Trabajo de calidad”, a Macri le encanta repetir esta frase. ¿Qué entendemos los argentinos por “trabajo de calidad”?
Generalmente pensamos en alguien que trabaja en blanco, registrado, que goza de derechos del Convenio colectivo de su gremio, cuyo empleador paga las cargas sociales y jubilatorias.
Cuando Macri habla de “trabajo de calidad” habla de trabajo productivo. Refiere a que el producto del trabajo es mayor al insumo requerido al empresario. Es decir (esto es algo que Macri jamás diría con estas palabras) trabajo de calidad es el que genera plusvalor al empresario. Este sentido se puede verificar en cada una de las intervenciones en que Macri ha usado la expresión. Y son muchas.
¿Es esto una mentira? Desde ya que sí, pero es más. Es un engaño consciente. Apelar a la evocación “social” de “trabajo de calidad” para contrabandear un concepto equívoco. Por eso Macri insiste en el “cambio cultural”, y es muy cierto que lo impulsa. Ese cambio consistirá en desnaturalizar el hecho de que el trabajador debe estar protegido por la ley y el estado para naturalizar que el trabajador tiene que estar sujeto a demostrar que resulta útil al empresario.
¿Por qué Macri puede hacer estallar la deliberación racional?
La respuesta a esto, como a muchos otros interrogantes, es para nosotros muy clara: Macri es presidente porque existe Magnetto.
Es decir, sin el complot mediático desatado sería imposible convalidar semejante estafa. Sin un blindaje de la magnitud del que le brindan no sería viable sostener la trampa.
Lo anterior no supone subestimar a Macri y su equipo comunicacional que ha demostrado una solvencia tan vasta como su carencia de ética.
De parte del emisor Macri puede hacer estallar la comunicación racional porque la reemplaza con apelaciones emocionales. Los globos, palabras que disparan asociaciones, las expresiones gestuales, todas remiten a significados que no deben interpretarse desde “la razón”.
Es muy claro Durán Barba cuando dice que él, para analizar el discurso de un candidato, baja el volumen del televisor.
El debate de los macristas sigue, entonces, aquella batería de consejos que Durán supo darle a Federico Sturzzenegger y éste dejó grabados. Mirá acá:
https://www.youtube.com/watch?v=GMZ8Rn5R9vQ
Es muy ilustrativo revisar ese video que nos permite entender cómo fue y sigue siendo escamoteada la deliberación, y cómo éso es negar la democracia.
¿Y el círculo rojo?
Dicho todo lo anterior podemos entrar ahora al asunto del “círculo rojo”.
El círculo rojo, generalmente mencionado con desdén por los macristas, es otro ejemplo de concepto ambiguo, equívoco.
Por supuesto hace referencia a la élite del poder. Pero no es lo que podemos pensar.
Está claro que Macri y los suyos son el poder. Que su gobierno es el gobierno más elitista en sentido económico seguramente desde los años ’30 del siglo pasado, al menos.
“Círculo rojo” es el mensaje cifrado, en código, para que su gente no le pida al macrismo una arena de discusión racional.
Son “su” gobierno. Son el gobierno de la Sociedad Rural, de Techint, de las multinacionales y los bancos. Son “su” gobierno. Al gobierno le enoja mucho que además que son “su” gobierno le hagan recitar “sus” discursos. Necesitan libertad para moverse en el relato emocional. En el que las palabras pierden su significado para ser remplazado por evocaciones.
Eso es, a nuestro entender, “círculo rojo” en neolenguaje macrista.
*Publicada originalmente en Voces de Inclusión. Link.