“Sobre el ring y en el fondo de su
ignominia voluntaria, los luchadores de catch siguen siendo dioses, porque son,
durante algunos instantes, la llave que abre la naturaleza, el gesto puro que
separa al bien del mal y revela la figura de una justicia finalmente
inteligible”.
Roland
Barthes. Mitologías.
Este 30 de octubre Diego Maradona
hubiera cumplido 65 años. Las redes sociales se inundaron de recuerdos del
astro. Habiendo tantos maradonólogos serios no seré yo quien haga una reseña ni
aporte nuevo material.
Lo cierto es que los cientos de
videos que se publicaron muestran al genio del fútbol pero también a una
persona sensible, humana, leal, comprometida con causas nobles. Dueño de un
coraje que lo llevó a enfrentar el poder, perder reconocimientos que le
correspondían y recibir ataques arteros y calumniosos. Basta verlo en imágenes,
como la de este link, con niños con discapacidad, para vislumbrar la bonhomía de
Diego.
Hay decenas, cientos, de imágenes
semejantes porque nunca fue una pose. Diego era bueno, sencillamente, bueno.
Gaucho, de ayudar, de dar una mano cuando una causa lo conmovía, y se conmovía
fácil.
El compromiso de Diego con
Argentina ha marcado generaciones de deportistas, no sólo futbolistas, que
representan nuestro país en competencias internacionales. Desde Diego, a pesar
del negocio, los argentinos prestamos atención a la enjundia en el canto del
himno o a quiénes defeccionan en las convocatorias.
Su creatividad, su inventiva para
resumir en una frase breve y genial una situación sólo puede ser producto de un
talento único, que, de algún modo, es el mismo que manifestaba en la cancha.
Pero, además, de una raigambre cultural argentina hasta el tuétano. Diego no
tendría tanta escuela pero siempre fue una esponja para aprender y conectar
rápido.
“Lástima, a nadie, maestro”; “me
cortaron las piernas”; “se le escapó la tortuga”; “a mi mamá la llevé a Disney
y todavía piensa que estaba en la Salada”; “la pelota no se mancha”; y tantas
más, son originalidades increíbles.
En tiempo de mentiras, disvalores, fake news,
impostura y "héroes" sádicos, en momentos en que un mandatario del país ataca a un
niño de 12 años autista, golpea ancianos cada miércoles, quita medicamentos a
adultos mayores, produce decenas de muertes por falta de medicación oncológica,
cierra comedores que asisten a gente con hambre al tiempo que empobrece el
país; cuando ese tipo de personajes se ponen un disfraz de héroe de historieta,
nada más adecuado que un Diego para dejarlos como lo que son, ridículos. Aunque
dañinos, sólo ridículos.
Hablamos de figuras
incomparables. Un ídolo que a partir de su talento proyectó su figura en el
mundo con una ética solidaria; con un mediocre, aspirante a gerente de multinacional,
que con una carpetita en la mano rinde cuentas a un amo imperial mostrándole
como éxito el sufrimiento de un pueblo, un esperpento que usa disfraces, canta o
actúa tonterías para llamar la atención. Perdón Diego, necesitaba usar tu nombre, cual ruego en una ermita maradoniana, con la esperanza que alumbre la justicia en nuestra Patria. Como un golpe de catch según el relato de Barthes. O mejor, uno de boxeo. Y que esta vez, los que esquilman al pueblo argentino reciban su merecido.
Uspallata ha vuelto a decir NO al
proyecto minero San Jorge. Un viejo conocido de los mendocinos, emblema del
rechazo a la megaminería con sustancias tóxicas que produjo una reacción
popular durante la primera década de este siglo. Fue un impulso importante para
que la Legislatura sancionara en 2007 la Ley 7722.
Recordemos, el Artículo 1 de la
L. 7722 prevé que “se prohíbe en el
territorio de la Provincia de Mendoza, el uso de sustancias químicas como
cianuro, mercurio, ácido sulfúrico, y otras sustancias tóxicas similares en los
procesos mineros metalíferos…”. A fines de 2019, la Legislatura, a
instancias del Poder Ejecutivo, modificó la 7722 con el objeto de excluir
cianuro, ácido sulfúrico y otras sustancias tóxicas de las prohibiciones de la
Ley. Recibió una curiosa y sugerente confluencia transversal de apoyos:
Con la asunción del segundo
gobierno de Alfredo Cornejo la promoción de la megaminería recuperó impulso. En
abril de 2024 se aprobó una modificación al Código de Procedimientos Mineros.
Como en otras ocasiones, por caso la materia penal y contravencional, la Unión
Cívica Radical mendocina, con mayoría legislativa y judicial automática, vía procedimiento
altera de iure o de facto las garantías legales de la
ciudadanía. A fines del año pasado la Legislatura aprobó 34 Declaraciones de
Impacto Ambiental (DIA) en lo que llamaron “Malargüe, Distrito Minero
Occidental”. Un segundo capítulo está pendiente por observaciones de organismos
técnicos y académicos.
En un frenesí minero que incluyó
viajes por el mundo del gobernador reapareció, recientemente, el interés en el
desarrollo del Proyecto San Jorge. La empresa propietaria de la concesión querría
avanzar en la extracción del mineral. Desde el gobierno, más presurosos que la
propia empresa, aclaran que cumplirían con la Ley 7722. Se desconoce qué método
de extracción utilizarían para conseguirlo.
El viernes 24 de enero se
inauguró en Uspallata una Cámara Minera. Al acto asistió el intendente de Las
Heras, Francisco Lo Presti, a decir de los pobladores, visitó por primera vez
el pueblo en todo un año de gestión. Fueron desde Gran Mendoza cuatro
colectivos embanderados por la UOCRA, sindicato de la Construcción.
Espontáneamente se reunió un
grupo de pobladores defensores del agua. El intendente no fue bien recibido por
los vecinos.
El grupo de la UOCRA, que ha sido
señalado como parte de una barra brava de uno de los clubes importantes del
fútbol mendocino, atacó brutalmente a Flavio González, empresario turístico de
Uspallata y militante ambiental. Su relato es impactante, vale la pena leerlo aquí: https://www.lalunacongatillo.com/el-peor-dia-de-mi-vida/
Hubo un incidente al producirse
un intento incendiario. Los medios con mayor audiencia en la provincia lo
imputaron a los vecinos autoconvocados, pero los asambleístas, pobladores
conocedores de las cuitas locales, alegan que es un asunto personal que nada
tiene que ver con el ambiente, el agua o la minería. Resulta que uno de los
acusados del ataque imputa al empresario, Edgardo Vera, organizador de la
Cámara Minera uspallatina, ser culpable del encarcelamiento de su hijo por dos
años.
Al contrario, circula una foto
que vincularía a uno de los detenidos con el grupo de UOCRA.
Señalan los uspallatinos que no
recuerdan una represión policial con gases lacrimógenos y balas de goma como la
del viernes 24. Llama la atención el por qué del despliegue policial y el modo
en que se trasladaron los cuatro colectivos de UOCRA, encapsulados por la
Policía y, según denuncias, con, al menos, una persona armada. La connivencia
de empresarios mineros, patotas, barras bravas, gobierno provincial e
intendencia, parece difícil de esconder.
Lo más interesante llegó el día
siguiente, sábado 25. Una multitud poca veces vista en Uspallata volvió a decir
que NO al proyecto San Jorge.
La decisión de gran parte de la
población de Mendoza de cuidar el agua ha sido desafiada por empresarios con
enorme capacidad corruptora y por un gobierno con pésimos antecedentes en
materia de cuidado del ambiente. Venimos de presenciar a fines del año pasado
cómo el gobierno provincial echó a María Emilia Scatolón de la Inspección de
Cauce de Lunlunta cuando denunció contaminación de aguas con petróleo. Si esa
fue la decisión en un caso de contaminación ¿por qué habría de actuar de otro
modo en el cuidado del agua de la cuenca del Río Mendoza? Hablamos del agua que
bebemos casi tres cuartos de los mendocinos.
El reclamo comenzó, este año, el
sábado 25 en Uspallata. Todo indica que seguirá. Ya hay nuevas protestas
convocadas.
*Agradezco imágenes e
información a Sebastián Nanfro.
Finalmente, Nicolás Maduro juró
su tercera presidencia. Los ataques mediáticos y las operaciones de desestabilización
fueron feroces pero, hasta ahora, infructuosos.
El 28 de julio del año pasado, en
medio de una fuerte presión internacional, se realizaron elecciones
presidenciales en Venezuela. Una situación incómoda para la OEA y Estados
Unidos que habían reconocido a Juan Guaidó como presidente venezolano, y
entonces tuvieron que “fingir demencia” y apoyar a la oposición venezolana en
elecciones organizadas por el gobierno real del país. Recordemos que Guaidó se
había autoproclamado como presidente en una plaza pública.
Hay tantas preguntas que es
difícil saber por dónde empezar. Guaidó recibió la administración de miles de
millones de dólares que Estados Unidos literalmente robó a Venezuela. ¿Qué pasa
con esa plata? ¿O con las decisiones de la OEA con el voto de un representante
de Guaidó?
Luego de idas y vueltas por parte
de la ultraderecha alineada con Estados Unidos y después que todas las fuerzas
opositoras (que en Venezuela hay varias) legitimaran el proceso electoral,
eligieron a Edmundo González Urrutia como candidato para participar de esos
comicios.
Esa fuerza política, con la
jefatura de María Corina Machado y el apoyo de la OTAN, denunció fraude antes
de las elecciones, durante las elecciones y después de las elecciones. Nueve
candidatos presidenciales firmaron uncompromiso de reconocer los resultados, Urrutia no. Hay un tema
insoluble, si ud. no reconoce al gobierno, al Consejo Electoral (que tiene
representación pluripartidaria), al Tribunal Supremo, ni a los jueces, entonces
ud. no debería participar de las elecciones. Es decir, son los órganos
legítimos y legales del estado de derecho venezolano los que dirán el
resultado. Como es lógico esperar, desde una ilegitimidad radical que la
ultraderecha asigna al gobierno de Nicolás Maduro y al conjunto de las
instituciones estatales, no se puede participar de elecciones, pero tampoco
ocupar bancas ni gobernaciones, porque, si el régimen es ilegítimo, ¿qué hace
ud. en esa banca? Esa es la inconsistencia que las sucesivas derechas,
profundamente corruptas, no pueden superar. Deberían devolver bancas y
gobernaciones opositoras (que las tienen y en buena cantidad), cosa que no
hacen porque por un peso venden a su madre,… y la entregan.
Venezuela tiene un sistema
electoral con máquinas de votación electrónicas. En la reunión del Consejo
Nacional de Defensa del 12 de agosto de 2024, emitida en cadena nacional, la
ministra de Ciencia y Tecnología, Gabriela Giménez, explicó la ferocidad del
hackeo sufrido no sólo por el sistema electoral sino por todo el Estado. Se
puede ver en 1h.42m. de este video:
El Consejo Nacional Electoral se
demoró unas horas producto del hackeo, pero la noche de la jornada comicial
publicó los resultados provisorios: Maduro 51,2%, Urrutia 44,2% y luego otros
candidatos. La oposición renegó del resultado, volvió a denunciar fraude, como
había hecho durante todo el proceso, y sostuvo que Urrutia ganó 70 a 30, así,
redondo. Como es de uso, el CNE realizó el conteo definitivo que amplió unas
centésimas la diferencia a favor de Maduro.
Frente a la presión
internacional, el presidente pidió al máximo órgano de Justicia la verificación
del proceso electoral, instancia habilitada por la legislación. El Tribunal
Supremo se abocó a la cuestión, reclamó la documentación al Consejo Electoral y
pidió las actas a todos los partidos participantes. Recordemos que hubo 10
candidatos. Nueve presentaron las actas, uno no, adiviná quién. Exacto,
González Urrutia no presentó las actas.
El Tribunal Supremo revisó la
información del CNE, la de los fiscales de todos los partidos y validó todo lo
actuado.
Por ello, este 10 de enero asumió
Nicolás Maduro para su tercer período presidencial.
Venezuela es, por lejos, el país
que más crece actualmente en América Latina, a un ritmo de 9%, verdadera “tasa
china”, de los mejores tiempos. El gobierno inicia un llamado a los migrantes
para que vuelvan a su país y postula un plan de 7 Transformaciones para el
desarrollo, alineado en la construcción de un mundo multipolar de la mano de
los BRICS.
La militancia de la prensa
hegemónica calumniando, burlándose de las autoridades legítimas de Venezuela
merece un análisis que no podemos hacer aquí, basta mencionar que buena parte
de ella pide que Estados Unidos invada Venezuela. En realidad gran parte de la
derecha venezolana e internacional pide lo mismo. Hay cosas que deberíamos
decir más despacio, el desprecio que cualquier persona de bien debe tener hacia
alguien que pida algo semejante es total. Vale, en este caso, dedicarles a
estos verdaderos cipayos este fragmento que Carlos Bardem destina a los
fascistas:
América Latina, efectivamente,
vive una emergencia democrática y de Derechos Humanos. Sólo por nombrar tres
casos:
Ecuador
atraviesa un autogolpe por parte de Daniel Noboa quien acaba de nombrar una
vice nueva porque se peleó con la que votó la gente y amenaza encarcelar al
presidente del Congreso. Mientras tanto, encubre a militares que asesinaron de
manera horripilante a cuatro niños. Casi cero tratamiento por la prensa
hegemónica.
Perú
tiene una presidenta que llegó por un golpe de estado contra Pedro Castillo, a
quien mantienen encarcelado con prisión preventiva. En el mundo del revés, Dina
Boluarte desconoce la legitimidad de Maduro.
Otro
activo militante contra Venezuela es el salvadoreño Nayib Bukele, cuyo régimen
no pasa ningún examen de cumplimiento de Derechos Humanos ni de democracia.
Dice que ganó con el 85% de los votos. Toda persona sensata sabe que eso es
imposible o que algo así sólo se produce en un régimen totalitario donde las
fuerzas opositoras no pueden desplegarse.
O vengamos a la misma Argentina.
En casi todos los medios infecciosos de comunicación masiva no te dicen nada de
estos casos y te presentan a Maduro como dictador. Sin embargo en Venezuela hay
legisladores opositores, gobernadores opositores, prensa opositora, marchas
opositoras y candidatos opositores. Sin ir más lejos, la libertad de Corina
Machado para hacer sus marchas es algo de lo que carecemos en Argentina,
cualquier reclamo es reprimido o multado.
Una nota especial merece la
mentira que fue tapa de Clarín y destacado de varios medios: la supuesta
detención de Corina Machado el 9 de enero. Un verdadero papelón, una
obscenidad, sobre la que esos medios tóxicos todavía no piden perdón a sus
audiencias.
A pesar de todos los ataques,
Venezuela mira el futuro de pie, con soberanía y dignidad.
Lanata fue sepultado. Su familia
pudo hacerlo con respeto en las exequias. Incluso su velorio fue emitido en
virtual cadena nacional por la televisión que convocaba a la gente a
despedirlo, con no mucho éxito.
La lectura de su “legado” es un
hecho político de la mayor importancia.
Está fuera de discusión su
creatividad y talento en el periodismo, profesión que abandonó hace años. Al
menos desde que se incorporó al grupo Clarín fue una pieza, probablemente la
principal, de operaciones contra la democracia argentina mediante calumnias,
inventos, falsas noticias, que estigmatizaron personas y conjuntos de la
población, con acusaciones falaces que derivaron en manipulación de la opinión
pública y en persecución a enemigos del régimen a través de jueces.
Se podría decir que Lanata usó su
libertad de expresión. Precisamente, es algo de lo que carecemos los ciudadanos
comunes y la mayor parte de los periodistas del país. El grupo Clarín maneja el
monopolio del papel para imprimir diarios y varios cientos de licencias de medios
audiovisuales a lo largo y ancho de la geografía nacional. No son “empresas
privadas” que actúan según sus intereses por fuera de la esfera pública; en el
caso de Clarín, es un grupo mafioso que captura el Estado para monopolizar
sectores comunicacionales y económicos. Entiéndase: Canal 13, por ejemplo,
aunque podríamos mencionar casi cada una de las empresas de Clarín, no sólo fue
apropiado irregularmente en la primera de las privatizaciones menemistas, sino
que usufructúa una licencia estatal. Si varios de nosotros nos pusiéramos de
acuerdo, consiguiéramos el capital y compráramos los equipos, igualmente no
podríamos emitir televisión abierta en Ciudad de Buenos Aires porque no tenemos
la licencia estatal que sí tiene Canal 13. Es decir, Lanata calumnia a una
persona por Canal 13, el afectado no puede desmentir la falsa acusación porque
Clarín no respeta el derecho a réplica y ese ataque no se realiza solamente
desde una empresa privada sino utilizando también bienes públicos como el
espectro electromagnético (y la licencia estatal para su uso). Es decir, Lanata
no hizo uso de su libertad de expresión, sino otra cosa, algo que no tenemos
duda en llamar delictivo. Fue parte de una verdadera asociación ilícita. Recordemos
que en el edificio de Papel Prensa, el grupo Clarín tenía una oficina de
inteligencia, que, además, tenía, por ejemplo, los gastos de tarjeta de crédito
de los jueces. Un periodista de Clarín llama a un juez y le dice “nos llegó la
información de que ud. tiene gastos que no puede justificar, sabemos que ud. es
honesto así que no lo vamos a publicar”. No, eso no es periodismo.
Los “informes” de Lanata
siguieron el guion de Magnetto, replicados en toda la cadena mediática. Su
relación con el periodismo es la de un criminal con el arma asesina. A través
de esos medios, Clarín sometió la política argentina. Manipuló la opinión
pública en la línea de construir un enemigo interno, un sector político al que
se estigmatiza a grado tal que se puede violar todos sus derechos. Cristina,
Milagro Sala, César Milani, Boudou, de Vido, D’Elía, Nélida Rojas, Cristóbal
López, Gerardo Ferreyra, entre decenas de nombres que se puede mencionar,
pueden ser calumniados, detenidos con prisiones preventivas, espiados
ilegalmente en conversaciones con sus abogados, los jueces pueden realizar
convenciones pagadas por Clarín para coordinar futuras acciones, puede ser
denegado su derecho a defensa o condenados mediante prevaricato a la vista,
todo estará permitido si es para encarcelar supuestos kirchneristas.
Este fue el patrón delictivo por
el que Lanata se hizo millonario. Debía presentar como si fuera una
investigación periodística acusaciones que serían el insumo que llevaría a la
cárcel o ameritaría la extorsión a los enemigos señalados por el régimen.
“Régimen” es una caracterización
de la ciencia política que excede una persona, abarca el funcionariado pero
también sus apoyos económicos, mediáticos y sociales. En nuestro caso estuvo
representado por Macri, su “mesa judicial”, su “GestaPRO”, su “cohete a la luna”
y demás, pero no sólo por él. El régimen viene de antes y lo trasciende. El
régimen está totalmente vigente. Lo estuvo también bajo el gobierno de Alberto
Fernández. En 2013 Lanata viajaba a Seychelles diciendo que había cuentas de
Cristina que, por supuesto, no había. Gobernaba Cristina pero Lanata-Magnetto
era el régimen al que nos referimos, no Cristina.
Entre decenas de operaciones, las
mentiras de Lanata incluyeron:
Amado Boudou y los bolsos a Carmelo, Uruguay. Era
falso, Boudou estaba en Argentina.
Una historia de gente contando dinero que no se
entendía muy bien de qué se trataba. Le llamaron “la Rosadita” y quisieron
vincular a Cristina. Todo humo.
Seychelles donde Cristina tendría cuentas. Era
mentira, no había nada. Lanata hizo que Magnetto le pagara un viaje a las
paradisíacas islas, pero no había nada relacionado con Cristina.
Lanata dedicó programas y programas a una
supuesta secretaria de Néstor Kirchner que sería testigo de movimiento de
bolsos de dinero y que habría tenido un romance clandestino con el ex
presidente. En la Justicia se mostró todo falso.
Rompieron la casa de Cristina buscando bóvedas
que no encontraron porque no existían.
Acusó a Aníbal Fernández de ser “la morsa” y lo
vinculó a un triple crimen justo cuando era candidato decisivo en las
elecciones de 2015. Fernández no era “la morsa” y nunca mostraron ninguna
relación con el crimen. Pero le hicieron perder las elecciones.
Además de tratarlo reiteradamente de “boludo”,
Lanata acusó a Axel Kicillof hasta de no pagar la patente del Clío. Kicillof
demostró que mentía.
Acusó a Nélida Rojas, la “Milagro Sala
mendocina” de obligar a cooperativistas a ir a marchas y por preferencias en la
asignación de viviendas. Esa acusación llevó a la cárcel a Nélida y su familia.
Sus hijas Carla y Leonela embarazadas fueron sometidas a vejaciones. Todo era
un invento. Las casas que construyó la Tupac Amaru costaban un tercio de las
que construyeron empresas constructoras. Igual es abstracto porque los
neoliberales no hacen viviendas sociales.
Acusó a César Milani de genocida. Milani pasó
más de dos años preso hasta que un juicio demostró la falsedad de los cargos.
Encarcelado lo visitó Jorge Rendo, el número dos de Clarín para decirle: “ud.
acusa a Cristina y sus problemas se acaban en 10 minutos, si no pasará un
infierno”.
Inventó una estigmatización infame contra
“Polaquito”, un niño de 11 años, torturado por la policía de Kravetz para
justificar la represión a comedores infantiles. Kravetz miraba la filmación de
la puesta en escena detrás de cámara.
Este listado, y mucho más porque
sólo apelamos a la fragmentaria memoria, está disponible para ser verificado en
Youtube y otros sitios. La parte buena de la impunidad con que nos ataca Clarín
es que dejan las huellas de sus delitos a la vista, ni siquiera deben
esforzarse en borrarlas.
Murió Lanata. Murió impune un
delincuente que ha hecho un daño irreparable al país, a la Justicia, a la
democracia y a decenas de personas a las que arrebató años de su vida.
Javier Milei participó de una
reunión de financistas en Mendoza. Estuvo poco más de dos horas en total. Vino
en avión presidencial, habló en la conferencia del Instituto Argentino de
Ejecutivos de Finanzas vestido con un chaleco antibalas disimulado detrás de su
traje, y se fue.
Azul antibalas
El discurso plagado de mentiras,
falacias, medias verdades, absurda manipulación de cifras, y, como suele
ocurrir, groserías, tuvo al gobernador Alfredo Cornejo y al intendente de
Capital Ulpiano Suárez aplaudiendo entusiastas en primera fila.
Un punto destacado de la presentación
ocurrió cuando el presidente hizo un gesto masturbatorio arriba del escenario
como se puede ver en este video.
Resulta muy difícil analizarlo.
Hemos naturalizado estas acciones viniendo de Milei, ¿podemos hacerlo? No se
trata de moralina ni de hacer un culto a modales formalizados, pero ¿qué es
esta aberración?
Imagínese lectora, lector, que un
rector de una universidad, un profesor, un director de hospital, hiciera esto
mismo. Muy probablemente se dispararía un sumario de inmediato. Recordemos el
caso del diputado Juan Ameri, que fue obligado a renunciar porque en una sesión
virtual de la Cámara besó el seno de su compañera en su ámbito pero se olvidó
de apagar la cámara.
A Ameri le costó el cargo para el
que fue votado, estamos seguros que no será el caso de Milei.
La degradación de la palabra en
la esfera pública, que es inescindible de cualquier intervención presidencial, es
tan grande que será difícil recuperarla. El lenguaje vomitivo funciona igual
que las mentiras alevosas, anulan la deliberación. No se puede discutir entre
insultos, engaños sistemáticos y obscenidades.
Por cierto, Milei reculó en su
propuesta de debatir sobre economía con Cristina cuando ella aceptó. Y es que
no podría debatir con Cristina ni con nadie sin perder, la discusión y los
estribos.
Con Macri fue parecido aunque con
mejores modales. Las fuerzas políticas de derecha tienen como programa
concentrar el ingreso nacional en pocas manos, no necesitan palabras, alcanza
con normas que apunten en ese sentido. Sólo mediante la alienación extrema
podrían tener asentimiento mayoritario para un programa lesivo a las mayorías,
por eso todo recurso es bueno para bloquear el debate de lo principal.
Farandulización, noviazgos, histrionismo, falsos ejes, manejo de la agenda
mediática, y claro, insultos, peleas, exabruptos, todo sirve para que no quede
en evidencia lo que es evidente: constituyen una élite que gobierna para el 1%
más rico.
Mientras Milei siga emitiendo
normas que favorezcan a los ricos, a los dueños de los medios y a las grandes
empresas, ellos se encargarán de que a este degenerado no se le reprochen sus
inconductas.
El pasado 27 de agosto, Victoria
Villarruel organizó un acto en el Senado de la Nación en el que reivindicó la
dictadura de 1976 a 1983. Con la excusa del día internacional de las víctimas de
terrorismo, la vicepresidenta reeditó las consignas de aquel gobierno cívico
militar incluyendo fraseología tan ridícula como “un trapo rojo ajeno a
nuestras costumbres y tradiciones”. Aunque parezca extraño, cosas así decían
los responsables del genocidio de esos años.
Villarruel prometió reabrir
causas por asesinatos de ERP y Montoneros. ¿Cómo lo haría si no es jueza?
Aunque fuera jueza, esos delitos están prescriptos, y es muy probable que
varios de sus responsables hayan sido asesinados, secuestrados o torturados por
la dictadura sin ninguna instancia judicial. También es muy probable, en
algunos casos bastante evidente cuando se profundiza, que crímenes que se
imputan a esas organizaciones no sean su responsabilidad. Precisamente lo que
ella dice querer hacer ahora es lo que debió hacer el gobierno de entonces (que
ella reivindica), juicios. En su lugar aplicó un plan genocida.
Si el análisis se lleva al
período previo al golpe de estado de 1976, es revelador que la vicepresidenta
oculte la principal organización criminal de ese tiempo y germen de los
posteriores “grupos de tareas”, la Triple A; con lo que Villarruel revela su
afán de perseguir por razones políticas con todos los recursos que pueda. Manejando
instituciones estatales y reivindicando la dictadura no podríamos estar en
peores manos.
La condena debe ser categórica.
Quien quiera afirmar su compromiso democrático y republicano solo tiene una
conducta para seguir en un caso como este: el repudio más inequívoco. El
diputado Eduardo Valdés ha afirmado, con razón, que la conducta de la
vicepresidenta debería ser motivo de juicio político.
La confusión intencional que
pretenden generar desde siempre los defensores de los genocidas, entre los que
se encuentra Villarruel, requiere que aclaremos conceptos que ellos ocultan o
manipulan.
La dictadura fue un gobierno ilegal, de facto
basado en la fuerza. Ninguno de sus actos fue legítimo. El autodenominado
“Proceso de Reorganización Nacional” tuvo como meta aplicar un plan de saqueo
económico, concentración de ingresos y destrucción de la industria argentina.
Alineó al país con Estados Unidos. Convocó el apoyo de ciertos grupos
empresariales y mediáticos (Clarín entre otros). Aún pagamos las consecuencias
trágicas de ese cambio de modelo económico.
Los jefes
de ese gobierno de fuerza lideraron un plan sistemático de secuestros,
torturas, vejaciones, violaciones, robo de niños, asesinatos, censura, que
“justificaron” porque, como dice la vicepresidenta actual, impedirían “que flamee
un trapo rojo”. Aunque en ningún caso la alegación de un supuesto fin validaría
la comisión de delitos, en el caso de la dictadura, su andar demostró su avidez
de rapiña: robos a los secuestrados, robos de empresas, saqueo de sindicatos,
enriquecieron las alforjas de los dictadores y conformaron una estructura
económica de raigambre mafiosa que padecemos hasta hoy.
El único terrorismo desde 1976 a 1983 fue el
terrorismo de estado aplicado por un gobierno ilegal contra la población civil.
En ese tránsito se envileció, pudriéndolas desde la cabeza, las Fuerzas Armadas
y las policías.
Los crímenes civiles tienen en nuestra república
un plexo legal que contempla su punición. Nada de esto se aplicó a los casos
que señala Villarruel, sino, como dijimos, un plan genocida. Ese marco legal
prevé la prescripción.
Muy distinta es la criminalidad sistemática y
planificada aplicada desde el Estado. Haga el lector el ejercicio empático de
pensar en una situación en que lo persigan por una acusación falsa. Cualquier
comisaría, cualquier escuela, cualquier hospital, cualquier fábrica, cualquier
registro público, derivará en que lo lleven al carcelero. El carcelero es un
sádico torturador que tomó el poder por la fuerza. Usar el Estado para la
comisión de la tortura más pavorosa en comisarías, para violar mujeres en
edificios públicos o cuevas financiadas por el gobierno, para robar bebés, para
tirar personas vivas desde aviones estatales constituye una afrenta, un delito,
contra la Humanidad. Por ello a nivel mundial estos actos se consideran
imprescriptibles.
A pesar de que hayan pasado muchos años, cada
juicio contra los genocidas arroja luz sobre hechos desconocidos aunque los
responsables mantengan su pacto de silencio.
La ultraderecha que tomó el poder
en Argentina es enemiga de los Derechos Humanos, pero estos constituyen una
causa trascendente por la que el mundo brega hace siglos y que no será
trastocada por un hato de mediocres que ocupan la Casa Rosada, por crueles y
groseros que sean.
Juan Pablo Peralta, acreditado como
periodista en Casa Rosada desde 2003, fue víctima de un nuevo ataque a la
prensa por parte de Milei y su asociación de gobierno. Después de los fracasos
de Adorni en “domar” a todos los periodistas, el nuevo método es mandar
infiltrados de medios paragubernamentales a provocar.
El miércoles 7 de agosto se
disparó una situación muy particular en la habitual conferencia de prensa cuando
Manuel Adorni acusó a Peralta de generar disturbios. La maniobra de Adorni
pinta íntegramente la mecánica que el gobierno replica en distintos ámbitos. Un
“periodista” que viene de medios alineados partidariamente con la estructura con
vértice en Santiago Caputo ingresa a la sala de prensa y provoca con
comentarios directos o con preguntas. En este caso se trató de Javier Negre,
español y militante de la fuerza fascista Vox, financista de la campaña de
Milei. Negre agredió con comentarios y pretendidos escraches a Peralta. En su
pregunta a Adorni no preguntó sino que hostigó a los periodistas presentes. Intentó
así generar alguna respuesta con la que luego armar un escándalo y adoptar medidas
aún más restrictivas al periodismo con las que vienen amenazando.
Peralta fue atacado por trolls,
probablemente los mismos instalados en Casa Rosada, prometiéndole que lo
cortarían en pedacitos y cosas por el estilo. También recibió amenazas a su
familia. Ese tipo de mensajes son los que retuitea o alienta Milei. En estos
tuits de los periodistas Juan Pablo Peralta y Sebastián Lacunza podemos ver el
núcleo de los hechos:
Los reposteos del presidente @JMilei buscan el linchamiento, no sólo de trolls y bots. Si no el físico. Desde ayer no dejo de recibir llamados intimidatorios. Esto que pasa en Argentina es siniestro y repito lo que dije: "hago responsable al Presidente de lo que me pueda suceder" pic.twitter.com/AIOHc35jiw
El español que Milei plantó en la Sala de Periodistas publica un video en el que un periodista acreditado supuestamente lo agrede y resultó ser al revés. 😉
Milei se hizo partícipe de la
maniobra. Como suele ocurrir se expresó por Twitter, replicando mensajes
intimidantes.
Milei ataca como troll y retuitea
La grieta de Rosada. Un youtuber periodista, un espía de Tucumán y un periodista español de un lado. Del otro, periodistas veteranos acreditados en Rosada y al parecer molestos con nuestra presencia. De qué lado estáis? https://t.co/1Ea6nvNIMZ
‼️Ya está preparada la denuncia contra el ‘periodista’ @JuamPaPeralta que anda llorando porque le amenazan tras hostigarme a mí, llamarme “nazi o infiltrado” de @vox y del Gobierno de @JMilei, decir que cobro del SIDE o compararme con dictadores sanguinarios como Maduro o Ortega.…
48 segundos para demostrar cómo @JuamPaPeralta es un mentiroso y que, por tanto, esas llamadas amenazantes que dice que recibió quedan desacreditadas. pic.twitter.com/FFIhig33ih
Muchas gracias @madorni por defender la libertad de prensa y siento haber pinchado el globo del kirchnerismo de que soy tu infiltrado. Para domar a los zurdos ni tú ni @JMilei me necesitan. Yo solo trato de hacer mi trabajo humildemente y hacer que la gente piense con el… https://t.co/mxzCajRMkK
En entrevista con el programa
radial Temprano para Imposibles, Juan Pablo Peralta relató su preocupación por
las amenazas recibidas, que incluyeron amedrentamiento telefónico. Para el
periodista no hay dudas que Milei, al menos, las estimuló.
Con ustedes los seguidores de quienes me están quemando el teléfono y las redes con amenazas e insultos.. Vayan pensando hacia dónde nos quieren arrastrar a la piñas. Se imaginarán que con lo que conté hoy me quedé cortísimo.. https://t.co/uThOiXmYu0
Este "mensajito" de los trolls del Salón de los Próceres repite un llamado en modo "privado". Ergo, el discurso por bots y por teléfono es el mismo, es decir que se reduce a pocas palabras: "te vamos a buscar" "te vamos a cortar en pedacitos", "Kircho", "Kuka", "Zurdo" y "Negro". https://t.co/VdLPWMSIYZ
Como se ve en el tuit, Javier
Negre mintió y fingió una agresión, lo mismo que vino a hacer a Argentina. Aparentemente
el método no se restringe al interior de La Rosada sino que puede ocurrir en
cualquier lado. Atentos con la provocación libertaria como práctica sistemática
en cualquier movilización:
Ayer estuve con algunos candidatos a entrar en @laderechadiario y @edatvoficial. Les hice un ejercicio de reporterismo con preguntas incómodas en la manifestación contra @jmilei. A los escoltas del líder sindicalista Pablo Moyano no les sentó bien.Vean la mano de uno de ellos… pic.twitter.com/wunRSMKxel
Puede que la gestión de Milei se
caracterice por su inactividad, ineficiencia y destrucción en varias áreas pero
hay que reconocer que en materia de perversión para operar y comunicar no se
quedan quietos. Dos días después del episodio Negre buscaron un chetito de universidad
privada que vomita las mismas cosas que Milei para cumplir la misma función que
Negre.
😳 Marco Palazzo, nuevo periodista libertario: reivindica el nazismo, dice que las Malvinas "no son argentinas" y es antimaradoniano
👉🏻 Así y todo, llegó a Casa Rosada con las fotos de Fabiola Yáñez bajo el brazo
Seguramente seguiremos sin poder
cumplir ninguna de las mandas republicanas, sobre todo la publicidad de los
actos de gobierno, con las conferencias de Adorni, pero que nadie diga que no
se esfuerzan por dar show. Si no fuera peligroso, si no estuvieran manejando
Argentina, sería gracioso. En cambio, son una risa y son de temer.